"Peeping Tom" (Tom el mirón) es el nombre de un
personaje de "Lady Godiva"; leyenda anglosajona en la que se cuenta
como un hombre no podía resistir la tentación de espiar a su ama por un agujero. Seguramente estemos
mas familiarizados con el término "Peep Show", cuyos orígenes son muy
antiguos y que a partir del siglo XX los sex-shops se encargaron de popularizar
y rentabilizar mediante espectáculos de contenido sexual donde los
clientes tienen acceso, previo pago, para observar a través de un
cristal. En el argot psiquiátrico se conoce como escoptofilia o voyeurismo al
trastorno de inclinaciones sexuales caracterizado por la obsesión recurrente de
mirar a personas que están en situaciones íntimas.
El maestro Michael
Powell tuvo muy presente todo lo anteriormente mencionado a la hora de realizar esta obra de culto del thriller británico, muy polémica y odiada
en su momento pero enormemente reconocida años después, en parte gracias a la
labor de difusión y recuperación llevada a cabo por gente como Martin Scorsese,
gran admirador del film. Más que por sus escenas de violencia, muy puntuales y
rodadas por Powell con su habitual elegancia, la dureza de "El fotógrafo
del pánico" tiene más que ver con la torturada psicología de su
protagonista, Mark Lewis (Carl Boehm), objeto durante su niñez de filmaciones
para captar sus reacciones ante el miedo
por parte de su padre. Ya en su edad adulta se convertirá en un solitario psicópata
obsesionado con filmar la muerte de sus víctimas para después
proyectarlas y deleitarse con sus reacciones ante el miedo.
Aún más interesante es la relación que Michael Powell establece entre el voyeurismo y el cine, de hecho su protagonista trabaja como operador de cámara en rodajes de películas, además de fotógrafo ocasional, siempre como excusa para atraer a sus víctimas, a las que obliga a visionar su propia muerte en el acto mediante un espejo que adapta al objetivo de su cámara de16 mm . Por si todas estas
referencias cinematográficas fuesen pocas el propio Powell se encarga de asignarse a sí mismo el papel del padre del
asesino, al que solo vemos durante las
grabaciones caseras que éste proyecta, y curiosamente el personaje
de Mark durante su infancia está interpretado por su propio hijo en la
vida real; Columba Powell. La película
es un continuo juego de miradas, enfoques y puntos de vista donde precisamente la primera persona en
darse cuenta del secreto que guarda Mark es su vecina ciega, la señora Stephens
(Maxine Audley), madre de Helen (Anna Massey), la joven que se enamora de Mark
a pesar de su oscura personalidad.
Aún más interesante es la relación que Michael Powell establece entre el voyeurismo y el cine, de hecho su protagonista trabaja como operador de cámara en rodajes de películas, además de fotógrafo ocasional, siempre como excusa para atraer a sus víctimas, a las que obliga a visionar su propia muerte en el acto mediante un espejo que adapta al objetivo de su cámara de
Se podría considerar como una precursora de las "Snuff
Movies", ya que es una de las primeras películas narradas desde el punto
de vista del asesino y aunque Michael Powell aquí ya firma en solitario sin su
habitual colaborador Emeric Pressburger,
la excelente fotografía con una gama de colores muy fuertes y vivos no dista mucho de anteriores obras
maestras del dúo como "Narciso negro (1947)" o "Las zapatillas
rojas (1948)"; sin ir más lejos Moira Shearer, la bailarina de ballet de
este último film aparece en "El fotógrafo del pánico"; precisamente
protagonizando otro baile, mas siniestro
para la ocasión y que se encargará de
filmar Mark Lewis justo antes de asesinarla.
Título original: Peeping Tom.
Director: Michael Powell.
Intérpretes: Karlheinz Böhm, Moira Shearer, Anna Massey, Maxine Audley, Esmond Knight,Michael Goodlife, Shirley Anne Field.
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
Título original: Peeping Tom.
Director: Michael Powell.
Intérpretes: Karlheinz Böhm, Moira Shearer, Anna Massey, Maxine Audley, Esmond Knight,Michael Goodlife, Shirley Anne Field.
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Escena:
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
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