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novecento
El 27 de enero de 1901 nacen dos niños. El uno nieto de patrón dueño de las tierras, motivo de júbilo y desde ese instante sabemos tendrá su vida asegurada. El otro, hijo de campesinos, una boca más que alimentar, alguien que por más esfuerzos que haga no podrá cambiar su condición y posiblemente su vida estará destinada a ser un engranaje más para mantener en su sitio a los que están arriba de él.

Alfredo Berlinghieri algún día será el patrón. Olmo Dalcò si tiene suerte de sobrevivir acabará pobre, enfermo y viejo. Al crecer juntos se convertirán en amigos, tendrán sus rivalidades propias de sus respectivas clases, sin embargo no contarán con el florecimiento del socialismo que proclama el fin de la explotación y la igualdad de las personas. Tampoco intuyen que los poderosos al verse amenazados darán lugar y alentarán al fascismo.

Las primeras cinco décadas del siglo XX en Italia serán narradas durante 5 horas y poco más en esta ambiciosa producción Italo-franco-germana, con un Bernardo Bertolucci completamente inspirado dándonos un retrato de esta parte de la historia de una manera didáctica aunque excesivamente cargada de su ideología marxista.


novecento

Influenciado notablemente por Passolini y Visconti "Novecento" es una película enorme, épica y por su contenido y duración no apreciada por el gran público. Carne de festival cinematográfico en su época y convertida en miniserie televisiva posteriormente.

Un reparto multiestelar donde brillan Robert De Niro como Alfredo, Gerard Depardieu como Olmo, Burt Lancaster como el abuelo Berlinghieri, Dominique Sanda como Ada, la burguesa idealista esposa del personaje de Bobby, Stefania Sandrelli ,el progresista amor de Olmo, Laura Betti, Regina, prima de Alfredo, mujer de insanas costumbres, Sterling Hayden el abuelo jornalero y Donald Sutherland, el malvado camisanegra.

En la hacienda los trabajadores reciben su paga, pero aquel año las cosechas no han ido bien, entonces el patrón, Giovanni Berlinghieri (segundo hijo de Don Alfredo, quien a su muerte ha heredado su lugar luego de favorecerse a sí mismo con un testamento falso, pues el primogénito, Vittorio, prefiere andar de juerga y dedicado a actividades licenciosas), manifiesta a sus jornaleros que por efectos de la pésima producción se les reducirá la paga, ellos protestan y cuándo mejoran las cosechas por qué no nos pagas más. Germen del descontento social que los lleva a organizarse y rebelarse contra los terratenientes. Giovanni contrata a Attila Melanchini como capataz y este sembrando terror controla a los sublevados. Olmo que regresa de la guerra halla que todo está mal y se erige como líder de los revolucionarios.


novecento

A Alfredo poco le importan las tierras, su ritmo de vida lo ha llevado a las ciudades iluminadas y bohemias, no obstante debe regresar a casa cuando su padre muere y ser entronado como el nuevo señor de su reino. Las tensiones se vuelven mayores entre él y Olmo, a pesar de que Ada intenta tender un puente entre ellos. La pasividad y quemeimportismo de Alfredo molesta a su esposa y este rechazo hace que se acerque sentimentalmente al amigo proletario, algo que sospecha pero no está seguro el primero, con resentimiento y envidia da paso a una mayor represión por parte de los fascistas. Attila está relacionado con Regina y entre los dos llevan a cabo actos pecaminosos y crueles que culminan con el asesinato de un niño, crimen que inculpan a Olmo.

La clase pudiente continúa en el poder con el apoyo de los camisas negras, reemplazan a los campesinos por máquinas, al ser obsoletos se los vende como ganado cualquiera, mientras tanto el pueblo se ha convocado en busca de una organización distinta que finalmente el día de la liberación, 25 de Abril de 1945, se hace justicia. La hija de Olmo montada en una carroza alienta a sus compañeros bajo un cielo rojo y llevando una bandera carmesí a castigar a sus opresores. Attila es perseguido y dado muerte. Alfredo es llevado a un juicio popular (donde apreciamos 2 grupos muy definidos: los campesinos y los miembros del comité de liberación) escoltado por un muchachito que ha tomado el nombre de su ídolo, Olmo, quien llega para juzgar a su antiguo amigo: El patrón debe morir, el patrón ha muerto. Alfredo desafiante le comunica que no, que está vivo. Dos ancianos juegan y pelean en el campo. Uno de ellos se coloca en las vías del tren, un desafío que nunca cumplió de niño. Vemos que la máquina llena de emblemas rojos avanza sobre él.

Destacar la fotografía de Vittorio Storaro y la música de Ennio Morricone.

Una palabra más: Utopía.


novecento

Director: Bernardo Bertolucci.

Intérpretes: Gérard Depardieu, Robert De Niro, Dominique Sanda, Stefania Sandrelli, Donald Sutherland, Burt Lancaster, Sterling Hayden.

Escena:


B.S.O.:


Reseña escrita por Carlos Fernando Carrión Quesada

NOVECENTO (1976). Un recorrido político-social de la Italia del Siglo XX.

novecento
El 27 de enero de 1901 nacen dos niños. El uno nieto de patrón dueño de las tierras, motivo de júbilo y desde ese instante sabemos tendrá su vida asegurada. El otro, hijo de campesinos, una boca más que alimentar, alguien que por más esfuerzos que haga no podrá cambiar su condición y posiblemente su vida estará destinada a ser un engranaje más para mantener en su sitio a los que están arriba de él.

Alfredo Berlinghieri algún día será el patrón. Olmo Dalcò si tiene suerte de sobrevivir acabará pobre, enfermo y viejo. Al crecer juntos se convertirán en amigos, tendrán sus rivalidades propias de sus respectivas clases, sin embargo no contarán con el florecimiento del socialismo que proclama el fin de la explotación y la igualdad de las personas. Tampoco intuyen que los poderosos al verse amenazados darán lugar y alentarán al fascismo.

Las primeras cinco décadas del siglo XX en Italia serán narradas durante 5 horas y poco más en esta ambiciosa producción Italo-franco-germana, con un Bernardo Bertolucci completamente inspirado dándonos un retrato de esta parte de la historia de una manera didáctica aunque excesivamente cargada de su ideología marxista.


novecento

Influenciado notablemente por Passolini y Visconti "Novecento" es una película enorme, épica y por su contenido y duración no apreciada por el gran público. Carne de festival cinematográfico en su época y convertida en miniserie televisiva posteriormente.

Un reparto multiestelar donde brillan Robert De Niro como Alfredo, Gerard Depardieu como Olmo, Burt Lancaster como el abuelo Berlinghieri, Dominique Sanda como Ada, la burguesa idealista esposa del personaje de Bobby, Stefania Sandrelli ,el progresista amor de Olmo, Laura Betti, Regina, prima de Alfredo, mujer de insanas costumbres, Sterling Hayden el abuelo jornalero y Donald Sutherland, el malvado camisanegra.

En la hacienda los trabajadores reciben su paga, pero aquel año las cosechas no han ido bien, entonces el patrón, Giovanni Berlinghieri (segundo hijo de Don Alfredo, quien a su muerte ha heredado su lugar luego de favorecerse a sí mismo con un testamento falso, pues el primogénito, Vittorio, prefiere andar de juerga y dedicado a actividades licenciosas), manifiesta a sus jornaleros que por efectos de la pésima producción se les reducirá la paga, ellos protestan y cuándo mejoran las cosechas por qué no nos pagas más. Germen del descontento social que los lleva a organizarse y rebelarse contra los terratenientes. Giovanni contrata a Attila Melanchini como capataz y este sembrando terror controla a los sublevados. Olmo que regresa de la guerra halla que todo está mal y se erige como líder de los revolucionarios.


novecento

A Alfredo poco le importan las tierras, su ritmo de vida lo ha llevado a las ciudades iluminadas y bohemias, no obstante debe regresar a casa cuando su padre muere y ser entronado como el nuevo señor de su reino. Las tensiones se vuelven mayores entre él y Olmo, a pesar de que Ada intenta tender un puente entre ellos. La pasividad y quemeimportismo de Alfredo molesta a su esposa y este rechazo hace que se acerque sentimentalmente al amigo proletario, algo que sospecha pero no está seguro el primero, con resentimiento y envidia da paso a una mayor represión por parte de los fascistas. Attila está relacionado con Regina y entre los dos llevan a cabo actos pecaminosos y crueles que culminan con el asesinato de un niño, crimen que inculpan a Olmo.

La clase pudiente continúa en el poder con el apoyo de los camisas negras, reemplazan a los campesinos por máquinas, al ser obsoletos se los vende como ganado cualquiera, mientras tanto el pueblo se ha convocado en busca de una organización distinta que finalmente el día de la liberación, 25 de Abril de 1945, se hace justicia. La hija de Olmo montada en una carroza alienta a sus compañeros bajo un cielo rojo y llevando una bandera carmesí a castigar a sus opresores. Attila es perseguido y dado muerte. Alfredo es llevado a un juicio popular (donde apreciamos 2 grupos muy definidos: los campesinos y los miembros del comité de liberación) escoltado por un muchachito que ha tomado el nombre de su ídolo, Olmo, quien llega para juzgar a su antiguo amigo: El patrón debe morir, el patrón ha muerto. Alfredo desafiante le comunica que no, que está vivo. Dos ancianos juegan y pelean en el campo. Uno de ellos se coloca en las vías del tren, un desafío que nunca cumplió de niño. Vemos que la máquina llena de emblemas rojos avanza sobre él.

Destacar la fotografía de Vittorio Storaro y la música de Ennio Morricone.

Una palabra más: Utopía.


novecento

Director: Bernardo Bertolucci.

Intérpretes: Gérard Depardieu, Robert De Niro, Dominique Sanda, Stefania Sandrelli, Donald Sutherland, Burt Lancaster, Sterling Hayden.

Escena:


B.S.O.:


Reseña escrita por Carlos Fernando Carrión Quesada

el conformista
Basada en la novela de Alberto Moravia. En la primera escena Marcello Clerici (Jean Luis Trintignant) está en un gran hotel de París, sentado en la cama junto a su esposa (Stefania Sandrelli) que duerme plácidamente. Una llamada repentina lo obliga a abandonar su habitación con una pistola guardada en su abrigo. Es una neblinosa madrugada de invierno y Marcello Clerici se sube a un coche con un chófer. Durante el trayecto por carretera comienzan los flashbacks que nos introducirán en la vida del protagonista e intentarán explicar el sentido de este extraño viaje por carretera. Dichos flashbacks funcionan como piezas de la memoria del protagonista, llegándose a apropiar del ritmo de la historia, transformándola en algo casi onírico que se asienta más en el mundo emocional e íntimo de Marcello. Bertolucci rompe con la narrativa tradicional con su peculiar sentido estético, inundando de poesía visual las escenas, retratando el perfil psicológico de un individuo que desde el comienzo se nos muestra como un fascista confeso, un intelectual con formación universitaria que ha decidido por sí mismo formar parte de la dictadura y de la policía secreta que vela por los intereses del régimen. Y es aquí donde aparecen los negocios sucios, ya que su misión consiste en asesinar a su antiguo profesor Universitario, un exiliado del régimen fascista que desde París sigue predicando sus ideas contra el totalitarismo dominante. Los retazos de la vida de Marcello Clerici sirven para describir los elementos que caracterizaron el fascismo italiano. Bertolucci transforma el relato de un libro en cine y lo adapta libremente. La obra literaria se convierte en imagen, en escenas que no pueden ser expresadas con palabras. Estamos frente a una obra maestra visual gracias a la genial fotografía de Vittorio Storaro el cual se valió de un gran colorido acorde con el estilismo de los años 30, con un movimiento de cámara muy fluído y unos ángulos casi imposibles.

el conformista

De hecho, el estilo empleado por Bertolucci sintetiza el expresionismo con la estética fascista más clásica. Esos primeros planos en los que Marcello Clerici aparece en los inmensos espacios de un edificio gubernamental (neoclasicismo fascista), son un claro ejemplo de la megalomanía del fascismo que trata de imponerse sobre los individuos, una arquitectura desmesurada, mussoliniana, grandilocuente y marmolea, con espacios abiertos y un raro minimalismo que contribuyen a empequeñecer todavía más a las figuras. Son escenas que constituyen una de las argucias visuales empleadas para subrayar el antinaturalismo del paisaje y reforzar la insensibilización de Marcello. El Conformista es además un elegante ejercicio de contrastes entre luz y oscuridad. El propio Storaro explicaba como intentó jugar con las luces hasta formar una jaula alrededor de Trintignant. La fina delineación entre luz y oscuridad y la complicada labor de separar ambos espectros venía inspirada del cuadro "La vocación de San Mateo" de Caravaggio, de donde Storaro quiso calcar esa misma capacidad de segmentación tonal entre luces y sombras. La luz como consciencia y la oscuridad como lo contrario, inconsciencia, dibujaban la propia estructura del personaje. Se consigue de esta manera una bellísima materialización con inspiración pictórica del interior impenetrable de un hombre que, al estar en constante deuda consigo mismo, llega incluso a perder su propia percepción de la realidad. "Sólo unos pocos creen en el fascismo. Unos nos apoyan por miedo y otros por dinero". Pero nuestro protagonista que aparenta y desea ser un hombre convencido no es más que un ser insignificante sin alma ni conciencia, alguien que ha renegado de sí mismo perdiendo la condición humana.


el conformista

Marcello está obsesionado por "tener una vida normal" que le evite tenerse que enfrentar a sus miserias en favor de la normalidad masiva, de una sociedad ahogada en el fascismo y que discurre invisible entre sombras alrededor de la incipiente Italia de Mussolini. El gusto por la experimentación de Bertolucci se manifiesta en una narración no lineal y la elaboración de cierto estilo de montaje emocional, discontinuo, que no tenga que presentar forzosamente un orden cronológico de la historia. Es destacable dentro del relato la escena de la conversación con el profesor Cuadri (al que tiene la misión de eliminar), donde el alumno se reencuentra con el maestro. En dicha conversación el alumno intenta hacerle recordar al maestro conceptos e ideas que aprendió en sus lecciones y que ahora utiliza para justificarse frente a sí mismo, un enfoque completamente opuesto que el Marcello de ahora guarda con respecto al Marcello universitario. El mito de la caverna de Platón sirve de símbolo para argumentar la inutilidad del hombre esclavo. Exactamente igual que los prisioneros encadenados de Platón, hombres encerrados en una cueva mirando sombras que se mueven creadas por las llamas que hay detrás de ellos, que creen que las sombras proyectadas sobre la pared son la realidad de un mundo mentiroso. Entonces, en el pasado, Marcello no dudaba en compartir las enseñanzas del profesor, pero después llega a replantearse la pregunta contemplando la posibilidad de que las sombras sean reales y los prisioneros más libres de lo que pensábamos. Bertolucci ayuda a saborear la tela de araña que obnubila al protagonista, y a enfrentarnos con un cine reflexivo, impalpable y abstracto.

el conformista


Título original: ll conformista.

Director: Bernardo Bertolucci.

Intérpretes: Jean-Louis Trintignant, Stefania Sandrelli, Gastone Moschin, Enzo Tarascio, Fosco Giachetti.




Trailer:


Escena:



B.S.O.:



Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

EL CONFORMISTA (1970). Bertolucci adapta la magistral novela de Alberto Moravia.

el conformista
Basada en la novela de Alberto Moravia. En la primera escena Marcello Clerici (Jean Luis Trintignant) está en un gran hotel de París, sentado en la cama junto a su esposa (Stefania Sandrelli) que duerme plácidamente. Una llamada repentina lo obliga a abandonar su habitación con una pistola guardada en su abrigo. Es una neblinosa madrugada de invierno y Marcello Clerici se sube a un coche con un chófer. Durante el trayecto por carretera comienzan los flashbacks que nos introducirán en la vida del protagonista e intentarán explicar el sentido de este extraño viaje por carretera. Dichos flashbacks funcionan como piezas de la memoria del protagonista, llegándose a apropiar del ritmo de la historia, transformándola en algo casi onírico que se asienta más en el mundo emocional e íntimo de Marcello. Bertolucci rompe con la narrativa tradicional con su peculiar sentido estético, inundando de poesía visual las escenas, retratando el perfil psicológico de un individuo que desde el comienzo se nos muestra como un fascista confeso, un intelectual con formación universitaria que ha decidido por sí mismo formar parte de la dictadura y de la policía secreta que vela por los intereses del régimen. Y es aquí donde aparecen los negocios sucios, ya que su misión consiste en asesinar a su antiguo profesor Universitario, un exiliado del régimen fascista que desde París sigue predicando sus ideas contra el totalitarismo dominante. Los retazos de la vida de Marcello Clerici sirven para describir los elementos que caracterizaron el fascismo italiano. Bertolucci transforma el relato de un libro en cine y lo adapta libremente. La obra literaria se convierte en imagen, en escenas que no pueden ser expresadas con palabras. Estamos frente a una obra maestra visual gracias a la genial fotografía de Vittorio Storaro el cual se valió de un gran colorido acorde con el estilismo de los años 30, con un movimiento de cámara muy fluído y unos ángulos casi imposibles.

el conformista

De hecho, el estilo empleado por Bertolucci sintetiza el expresionismo con la estética fascista más clásica. Esos primeros planos en los que Marcello Clerici aparece en los inmensos espacios de un edificio gubernamental (neoclasicismo fascista), son un claro ejemplo de la megalomanía del fascismo que trata de imponerse sobre los individuos, una arquitectura desmesurada, mussoliniana, grandilocuente y marmolea, con espacios abiertos y un raro minimalismo que contribuyen a empequeñecer todavía más a las figuras. Son escenas que constituyen una de las argucias visuales empleadas para subrayar el antinaturalismo del paisaje y reforzar la insensibilización de Marcello. El Conformista es además un elegante ejercicio de contrastes entre luz y oscuridad. El propio Storaro explicaba como intentó jugar con las luces hasta formar una jaula alrededor de Trintignant. La fina delineación entre luz y oscuridad y la complicada labor de separar ambos espectros venía inspirada del cuadro "La vocación de San Mateo" de Caravaggio, de donde Storaro quiso calcar esa misma capacidad de segmentación tonal entre luces y sombras. La luz como consciencia y la oscuridad como lo contrario, inconsciencia, dibujaban la propia estructura del personaje. Se consigue de esta manera una bellísima materialización con inspiración pictórica del interior impenetrable de un hombre que, al estar en constante deuda consigo mismo, llega incluso a perder su propia percepción de la realidad. "Sólo unos pocos creen en el fascismo. Unos nos apoyan por miedo y otros por dinero". Pero nuestro protagonista que aparenta y desea ser un hombre convencido no es más que un ser insignificante sin alma ni conciencia, alguien que ha renegado de sí mismo perdiendo la condición humana.


el conformista

Marcello está obsesionado por "tener una vida normal" que le evite tenerse que enfrentar a sus miserias en favor de la normalidad masiva, de una sociedad ahogada en el fascismo y que discurre invisible entre sombras alrededor de la incipiente Italia de Mussolini. El gusto por la experimentación de Bertolucci se manifiesta en una narración no lineal y la elaboración de cierto estilo de montaje emocional, discontinuo, que no tenga que presentar forzosamente un orden cronológico de la historia. Es destacable dentro del relato la escena de la conversación con el profesor Cuadri (al que tiene la misión de eliminar), donde el alumno se reencuentra con el maestro. En dicha conversación el alumno intenta hacerle recordar al maestro conceptos e ideas que aprendió en sus lecciones y que ahora utiliza para justificarse frente a sí mismo, un enfoque completamente opuesto que el Marcello de ahora guarda con respecto al Marcello universitario. El mito de la caverna de Platón sirve de símbolo para argumentar la inutilidad del hombre esclavo. Exactamente igual que los prisioneros encadenados de Platón, hombres encerrados en una cueva mirando sombras que se mueven creadas por las llamas que hay detrás de ellos, que creen que las sombras proyectadas sobre la pared son la realidad de un mundo mentiroso. Entonces, en el pasado, Marcello no dudaba en compartir las enseñanzas del profesor, pero después llega a replantearse la pregunta contemplando la posibilidad de que las sombras sean reales y los prisioneros más libres de lo que pensábamos. Bertolucci ayuda a saborear la tela de araña que obnubila al protagonista, y a enfrentarnos con un cine reflexivo, impalpable y abstracto.

el conformista


Título original: ll conformista.

Director: Bernardo Bertolucci.

Intérpretes: Jean-Louis Trintignant, Stefania Sandrelli, Gastone Moschin, Enzo Tarascio, Fosco Giachetti.




Trailer:


Escena:



B.S.O.:



Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

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