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Mostrando entradas con la etiqueta Yves Montand. Mostrar todas las entradas
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La mayoría de las películas de intriga política solo dan resultado a un nivel único. O bien el elemento de intriga no es más que una excusa para el mensaje político, o bien sucede lo contrario. Z funciona a ambos niveles. El argumento se basa en un hecho real, el asesinato en Salónica, Grecia, el 22 de mayo de 1963 de Grigoris Lambrakis, un profesor y legislador activista de izquierdas que fue atropellado por un camión a la salida de un mitin pacifista, tras presidir una reunión parar denunciar la instalación de una base de misiles en tierra griega. Fue la revancha que se tomó Costa-Gavras, tras el golpe de Estado en Grecia, contra el gobierno griego por haberlo incluido en sus listas negras, aunque para nada, en ningún momento se identifica a Grecia en la película; en cambio, Z, representado por Yves Montand, es el líder, que acaba asesinado, de un partido pacifista de la oposición en un país mediterráneo al que no se nombra. Pero la película, como en la realidad, la investigación del homicidio que lleva a cabo el juez Khristos Sartzetakis, personaje políticamente imparcial que representa Jean-Louis Trintignant, pone de manifiesto la extensión de la corrupción política y las prácticas de intimidación. Las sentencias absolutorias contra con los autores del crimen, así lo atestiguan. La cinta muestra un ejemplo clásico del enfrentamiento del individuo contra el Estado, una llamada de atención sobre el compromiso de la democracia en Grecia, a la vez que un examen estremecedor del modo en que la tiranía fascista, en este caso, puede disimularse de defensa de la ley y el orden público. 

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Como condena del "régimen de los coroneles" establecido entonces en Gracia, Z trataba un tema muy concreto; el grado de corrupción que amenazaba derribar todo el estamento militar, pero su interés por los derechos humanos individuales, tan pertinentes hoy día como entonces o en cualquier época, también le aporta intemporalidad. El estilo de la película, quizá algo estridente en algún momento, es el propio de los años sesenta, pero el mensaje político y las advertencias que nos transmite deberán ser tenidos en cuenta por todas las generaciones venideras. La intriga está bien trazada, captando nuestra atención, con una combinación de drama rápido y tenso conteniendo un mensaje político premeditado, además de contener elementos sobre la culpabilidad y el despotismo, temas fundamentales dentro de la obra de Costa Gavras, filmado con técnicas de montaje discontinua y frenética. Gavras es conocido por acercarse a los conflictos, eso sí, poniendo de manifiesto su postura política, como así lo ponen de manifiesto obras como "Sección especial (1975)" en relación al régimen de Vichy; "Desaparecido (1982)" donde denuncia abiertamente la ayuda del gobierno norteamericano o, "Hanna K (1983)" en relación al conflicto entre Israel y Palestina. La película, con guión de Jorge Semprún, basado en la novela de Vassilis Vassilikos y con música de Mikis Theodoralis ("Zorba el griego (1964)") fue ganadora del Oscar a la mejor película en lengua extranjera situándose su rodaje en Francia y Argelia, siendo prohibida, evidentemente, en Grecia y en España por la dictadura franquista, no estrenándose la misma hasta el año 1977.

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Director: Constantin Costa-Gavras.

Intérpretes: Yves Montand, Jean-Louis Trintignant, Irene Papas, Jacques Perrin, François Périer, Pierre Dux, Charles Denner.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

Z (1969). El drama político de Constantin Costa-Gavras.

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La mayoría de las películas de intriga política solo dan resultado a un nivel único. O bien el elemento de intriga no es más que una excusa para el mensaje político, o bien sucede lo contrario. Z funciona a ambos niveles. El argumento se basa en un hecho real, el asesinato en Salónica, Grecia, el 22 de mayo de 1963 de Grigoris Lambrakis, un profesor y legislador activista de izquierdas que fue atropellado por un camión a la salida de un mitin pacifista, tras presidir una reunión parar denunciar la instalación de una base de misiles en tierra griega. Fue la revancha que se tomó Costa-Gavras, tras el golpe de Estado en Grecia, contra el gobierno griego por haberlo incluido en sus listas negras, aunque para nada, en ningún momento se identifica a Grecia en la película; en cambio, Z, representado por Yves Montand, es el líder, que acaba asesinado, de un partido pacifista de la oposición en un país mediterráneo al que no se nombra. Pero la película, como en la realidad, la investigación del homicidio que lleva a cabo el juez Khristos Sartzetakis, personaje políticamente imparcial que representa Jean-Louis Trintignant, pone de manifiesto la extensión de la corrupción política y las prácticas de intimidación. Las sentencias absolutorias contra con los autores del crimen, así lo atestiguan. La cinta muestra un ejemplo clásico del enfrentamiento del individuo contra el Estado, una llamada de atención sobre el compromiso de la democracia en Grecia, a la vez que un examen estremecedor del modo en que la tiranía fascista, en este caso, puede disimularse de defensa de la ley y el orden público. 

z

Como condena del "régimen de los coroneles" establecido entonces en Gracia, Z trataba un tema muy concreto; el grado de corrupción que amenazaba derribar todo el estamento militar, pero su interés por los derechos humanos individuales, tan pertinentes hoy día como entonces o en cualquier época, también le aporta intemporalidad. El estilo de la película, quizá algo estridente en algún momento, es el propio de los años sesenta, pero el mensaje político y las advertencias que nos transmite deberán ser tenidos en cuenta por todas las generaciones venideras. La intriga está bien trazada, captando nuestra atención, con una combinación de drama rápido y tenso conteniendo un mensaje político premeditado, además de contener elementos sobre la culpabilidad y el despotismo, temas fundamentales dentro de la obra de Costa Gavras, filmado con técnicas de montaje discontinua y frenética. Gavras es conocido por acercarse a los conflictos, eso sí, poniendo de manifiesto su postura política, como así lo ponen de manifiesto obras como "Sección especial (1975)" en relación al régimen de Vichy; "Desaparecido (1982)" donde denuncia abiertamente la ayuda del gobierno norteamericano o, "Hanna K (1983)" en relación al conflicto entre Israel y Palestina. La película, con guión de Jorge Semprún, basado en la novela de Vassilis Vassilikos y con música de Mikis Theodoralis ("Zorba el griego (1964)") fue ganadora del Oscar a la mejor película en lengua extranjera situándose su rodaje en Francia y Argelia, siendo prohibida, evidentemente, en Grecia y en España por la dictadura franquista, no estrenándose la misma hasta el año 1977.

z

Director: Constantin Costa-Gavras.

Intérpretes: Yves Montand, Jean-Louis Trintignant, Irene Papas, Jacques Perrin, François Périer, Pierre Dux, Charles Denner.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

el círculo rojo
Con su penúltima película como director, Jean Pierre Melville mostró al mundo del cine su profundo amor por el cine negro. "Círculo Rojo", nos permite comprender como espectador que este director francés se movía, por unos cauces cinematográficos muy personales recurriendo al uso de una estilización tanto narrativa como plástica en beneficio de la trama en detrimento de cualquier elemento anecdótico para centrarse en la profundización de los personajes y del color. A nivel argumental se apartaba de los sometimientos establecidos por el género imponiendo a través de su atractivo reparto- Alain Delon, Gian María Volonté o Yves Montand- el uno de un nuevo código narrativo que le permitía poder llevar a cabo, una libertad creativa mostrando al espectador las figuras de un policía amante de los gatos obsesionado con cumplir con su deber o con un gánster humanizado que lleva a cabo su trabajo, como si cumpliera con un ritual laboral en donde todo está perfectamente calculado. Jean Pierre Melville va delimitando la trama de la película estableciendo con ello su propia aportación personal cuando lleva a cabo una estilización visual en donde destacan los tonos fríos de los exteriores, para crear una política cinematográfica que le permita dominar con soltura los resortes del género que él mismo ha creado. Muestra un mundo dominado por la oscuridad poblándolo de personajes marginados que solo permiten el uso de la amistad viril para solucionar momentos críticos o profesionales. 

el círculo rojo

Algunos críticos la acusaron en su momento de ser una película cargada de mimetismo que resultaba falsa ante los ojos del espectador. Pero en realidad Jean Pierre Melville nos entrega una película de compleja ambigüedad en donde los policías y los delincuentes no son ni buenos ni malos. Muestra con elegancia que sus personajes se caracterizan no tanto por su esquematismo como por responder a determinados modos de estereotipos en donde la muerte en el único remedio posible para afrontar una solución al absurdo de sus vidas. Gracias al dominio del género y a su habilidad para rodear a sus personajes de un cierto romanticismo trágico Jean Pierra Melville realiza uno de los mejores policíacos franceses en donde solo molesta ciertos convencionalismos en segmentos creados para la taquilla. Toda su maestría como director queda reflejada en la larga, compleja y minuciosa secuencia del robo de la joyería resuelta con una gran eficacia técnica.

el círculo rojo

Título original: Le cercle rouge.

Director: Jean-Pierre Melville.

Intérpretes: Alain DelonBourvilGian Maria VolontéYves MontandFrançois PérierAndré Eycan.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Victoriano Javier Santana Cabrera

Información complementaria:

EL CÍRCULO ROJO (1970). Un clásico del cine negro francés.

el círculo rojo
Con su penúltima película como director, Jean Pierre Melville mostró al mundo del cine su profundo amor por el cine negro. "Círculo Rojo", nos permite comprender como espectador que este director francés se movía, por unos cauces cinematográficos muy personales recurriendo al uso de una estilización tanto narrativa como plástica en beneficio de la trama en detrimento de cualquier elemento anecdótico para centrarse en la profundización de los personajes y del color. A nivel argumental se apartaba de los sometimientos establecidos por el género imponiendo a través de su atractivo reparto- Alain Delon, Gian María Volonté o Yves Montand- el uno de un nuevo código narrativo que le permitía poder llevar a cabo, una libertad creativa mostrando al espectador las figuras de un policía amante de los gatos obsesionado con cumplir con su deber o con un gánster humanizado que lleva a cabo su trabajo, como si cumpliera con un ritual laboral en donde todo está perfectamente calculado. Jean Pierre Melville va delimitando la trama de la película estableciendo con ello su propia aportación personal cuando lleva a cabo una estilización visual en donde destacan los tonos fríos de los exteriores, para crear una política cinematográfica que le permita dominar con soltura los resortes del género que él mismo ha creado. Muestra un mundo dominado por la oscuridad poblándolo de personajes marginados que solo permiten el uso de la amistad viril para solucionar momentos críticos o profesionales. 

el círculo rojo

Algunos críticos la acusaron en su momento de ser una película cargada de mimetismo que resultaba falsa ante los ojos del espectador. Pero en realidad Jean Pierre Melville nos entrega una película de compleja ambigüedad en donde los policías y los delincuentes no son ni buenos ni malos. Muestra con elegancia que sus personajes se caracterizan no tanto por su esquematismo como por responder a determinados modos de estereotipos en donde la muerte en el único remedio posible para afrontar una solución al absurdo de sus vidas. Gracias al dominio del género y a su habilidad para rodear a sus personajes de un cierto romanticismo trágico Jean Pierra Melville realiza uno de los mejores policíacos franceses en donde solo molesta ciertos convencionalismos en segmentos creados para la taquilla. Toda su maestría como director queda reflejada en la larga, compleja y minuciosa secuencia del robo de la joyería resuelta con una gran eficacia técnica.

el círculo rojo

Título original: Le cercle rouge.

Director: Jean-Pierre Melville.

Intérpretes: Alain DelonBourvilGian Maria VolontéYves MontandFrançois PérierAndré Eycan.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Victoriano Javier Santana Cabrera

Información complementaria:

NOS MENCIONAN EN ANTENA 3

FINALISTAS EN LOS PREMIOS 20BLOGS 2.015

FINALISTAS EN LOS PREMIOS 20BLOGS 2.014

FINALISTAS EN LOS PREMIOS BITÁCORAS 2.012

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