El relato comienza con una
sencilla y preciosa fotografía en blanco y negro que dibuja las huellas de unas
ruedas sobre un camino nevado. Una voz en off en primera persona nos va
relatando el repentino aviso que ha supuesto la muerte de su padre. Nuestro
protagonista es Luo Yusheng (Hao Zheng), un joven y exitoso empresario
acostumbrado a vivir en la gran ciudad que se ve obligado a regresar al mundo
rural de su infancia para asistir al funeral de su padre. Su pueblo natal es un pequeño lugar aislado
en la agreste zona del Norte de China. Es hijo único, y al llegar el alcalde le
informa de la actual situación de su anciana madre, demasiado afligida por el
dolor y empecinada en realizar el cortejo fúnebre en la más estricta tradición
que exige llevar el cadáver del padre en hombros desde la ciudad más cercana
hasta el pueblo. La propuesta del alcalde, más sensata y coherente con la situación,
es convencer a la anciana viuda de que su marido sea trasladado en tractor
haciendo que el trayecto sea menos duro para todos. Una sólida narración capaz
de jugar con el tiempo fílmico y con la fotografía al mismo tiempo, ya que
desde que Luo vuelve a ver a su madre y conoce su pertinaz idea de mantener la
tradición intacta, sus recuerdos infantiles ponen en marcha el núcleo
fundamental de este relato: Contar la historia de amor entre sus padres. De
tal manera, que el tiempo presente es presentado con una impecable fotografía
en blanco y negro, mientras que el pasado es relatado mediante el flash back,
la voz en off del hijo y una preciosa fotografía en color.
A través de sus
propios recuerdos, el hijo va reconstruyendo su pasado familiar, desde el
momento en que su madre (Zhang Ziyi) a la edad de 18 años ve por primera vez su
padre, un joven maestro que llega al pueblo para enseñar a los niños en la
nueva Escuela. La conmovedora historia de amor que surge entre ellos, cómo se
configuran sus primeros encuentros y cómo ese amor es puesto a prueba por las
numerosas dificultades es realizado con gran maestría encadenando una serie de
secuencias visuales, que consiguen progresar en intensidad emocional sin
utilizar apenas diálogos. Somos testigos de la sencilla y simple vida cotidiana
de la mujer rural, con sus duras labores. Una mujer, que pese a ser analfabeta
queda prendada de la voz del maestro mientras enseña a sus alumnos y de su
dedicación al cuidado de los niños, que él mismo suele acompañar a casa por un
largo camino. El tiempo presente utiliza planos en B&N con magníficos
encuadres y se centra en pequeños detalles que describen por sí mismos la
crudeza y la pobreza de la vida rural. Lo que inicialmente se antoja como una
tradición absurda pasa a cobrar progresivamente un gran sentido conforme los
recuerdos van fluyendo como maravillosas imágenes en color. Zhang Yimou narra
visualmente escenas muy conmovedoras pese la
sencillez de su puesta en escena, como la escena en la que el cuenco de
porcelana donde ella suele preparar la comida para su enamorado queda
destrozado, y es reparado con precisos planos detalle, marcando el ritmo
necesario para otorgarle la simbología que representa.
Escenas estáticas que
son alternadas con otras de mayor movimiento como el excelente travelling que
acompaña a la joven corriendo por el bosque para poder despedirse de su amado. Hay
otros muchos fragmentos visualmente poderosos, elementos que constituyen parte
de la narrativa con su solo encuadre, como encontrar un pasador perdido. Sin
embargo es la escena final que implica ese reencuentro generacional, paterno
filial y ese respeto por las tradiciones ancestrales la que consigue llegarnos
al corazón sin apenas notarlo. Basado en la novela de Shi Bao que elabora
también el guión, visualizamos mediante esta bella película toda una gama de
emociones que encierran un gran aprendizaje: El respeto por los mayores, la
tradición que los acompaña y la sencillez de un gran amor que perdura más allá
de la muerte. Zhang Yimou, comenzó como operador de cámara colaborando con Chen
Kaige en la película "Tierra amarilla (1984)", responsable del comienzo de una
nueva etapa de cine chino más preocupada por las emociones individuales que por
los grandes mensajes políticos. Zhang forma parte de lo que se denominó "Quinta
generación del Cine Chino", encargada de liderar todo un cambio cinematográfico
tras la muerte de Mao en 1976. El director de fotografía de este film, Hou
Yong, compartíría con Zhang Yimou el formar parte de este nuevo grupo de
cineastas chinos especialmente preocupados por recuperar la belleza visual al
cine.
A Hou Yong se le reconoce
principalmente por su carrera como director de fotografía acompañando a Zhang
Yimou, en películas como: "Ni uno menos (1999)", "Happy Times (2000)" y su
afamada "Hero (2002)". Pero como el propio Zhang y otros directores de
fotografía que colaboraron con este último, Hou se pasó a la dirección de
películas, la primera de ellas fue "Mujeres de Jazmín (2004)", protagonizada por
Zhang Ziyi. Hou comenzó su carrera tras graduarse en la Academia de Cine de
Pekín en 1982, junto a otros directores de la "Quinta generación" como Zhang
Yimou, Chen Kaige, y Tian Zhuangzhuang. Durante sus primeros años su carrera se
centró en proyectos junto a estos directores, especialmente los de Tian
Zhuangzhuang y Wu Ziniu. Comenzó a trabajar junto a Zhang Yimou a finales de
los años 90 durante la etapa realista de su producción. Zhang Yimou consiguió
llegar al público extranjero con una fórmula esteticista de fotografía
particularmente cuidada. Sus relatos están centrados en el periodo previo a la
Revolución, en las zonas rurales donde la figura de la mujer es un pilar
fundamental dentro de la sociedad tradicional. En sus películas juega un papel
importante el simbolismo del color, los rituales milenarios de su tradición y
el contraste extremo entre belleza y crueldad. Su primera película como
director fue "Sorgo rojo (1987)" y, al ganar el Oso de Oro Berlín pasó a ser
mundialmente conocido.En "El camino a casa", Zhang
encontró su nueva musa, la joven actriz china Zhang Ziyi, con la que inauguró
una nueva etapa de cine de artes marciales con films como "Hero (2002)", "La
casa de las dagas voladoras (2004)" y "La maldición de la flor dorada” (2006)".
Título original: Wo de fu qin mu qin.
Director: Zhang Yimou.
Intérpretes: Zhang
Ziyi, Honglei
Sun, Hao
Zheng, Yuelin
Zhao, Bin
Li, Guifa
Chang, Wencheng
Sung, Qi
Liu.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
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2 opiniones :
Me parece muy interesante està pelìcula, cuya narrativa pone de relieve los valores que plasman la vida, en los que se va hilando todo aquello que ha dejado sicatrices dignas de acentuar..
son nuestras perlas!
Saludo cordial
con todo cariño!
Un saludo Francisco y gracias por visitarnos.
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