El director David Ficher es muy
juguetón...En buena parte de sus películas, juega en la narración tanto con sus
personajes como con el espectador. Ya lo hizo en "El club de la lucha (1999)" mediante
el desdoblado personaje de Tyler Durden, volvió a jugar con el público en "La
habitación del pánico (2002)" con su particular juego del gato y el ratón, y repitió
también con el recreo esperpéntico de lujo que le propuso Sean Penn a su
hermano Michael Douglas en "The Game (1997)". En "Perdida", el encargado de controlar "Seven (1995)" se ha ocupado aquí de que el tablero de juego cinematográfico basado en
la novela de Gilliann Flynn, sean los medios de comunicación y la opinión
pública, todos ellos mediatizados y desdibujados con fines meramente volcados
en el chusmerío, el cotilleo, el escándalo y la farándula. Nick Dunne (Ben
Affleck) verá atónito cómo los acontecimientos que ocurren a su alrededor con
la desaparción de su esposa Amy (Rosamund Pike) le saturan de tal modo que se
coloca en el centro de las miradas de toda la comunidad ciudadana que le
observa, preguntándose todos ellos: ¿Es el asesino? Lo que podría ser tema para
un film de sobremesa visto por aburridas amas de casa, pasado un tiempo toma en "Perdida" connotaciones impensables. El clímax de la película es una retorcida
articulación, que no espera al final para mostrar el giro que cambia lo que
pensábamos en un principio.
En esta ocasión el viraje argumental viene dado de sopetón, hacia la mitad de la película, y creo firmemente en la capacidad para sorprender de lo que se nos muestra en cada peón y figura del tablero fílmico que nos ocupa. Rosamund Pike con su "Asombrosa Am"' se coloca como reina femme fatale en una película que la postula en un pódium, junto a personajes como los de Rebeca de Mornay en "La mano que mece la cuna (1992)",la Glenn Close de "Atracción Fatal (1987)" y la
Sharon Stone de "Instinto Básico (1992)". Mientras, Ben Affleck
tiene que soportar toda la carga mediática para superar lo que se le avecina,
con una tempestad ofrecida por el populacho, las pérfidas, falsas y arpías presentadoras
de televisión y la pesada carga de la opinión pública, sacando de contexto cada
gesto o comportamiento del personaje de ejemplar esposo dolido por la pérdida
de su mujer. Por supuesto, aquí nadie es inocente y todas las fichas del juego
no son ni negras, ni blancas, todas son grises en este ejercicio lúdico y
oscuro que plantea Fincher.
El Nick Dunne de Affleck tendrá que evolucionar y superarse delante de los medios de comunicación si no quiere que la sombra conyugal que pesa sobre él con la desaparición de su media naranja, le haga ir directamente a la silla eléctrica. En este tramposo planteamiento cinematográfico la otra última chica Bond de la era Brosnan y acompañante del duro Jack Reacher "Tom Cruise", Rosamund Pike (nominada al Oscar de manera merecidísima) logra cambiar la acepción de la palabra 'Perdida' (como alguien extraviada y desorientada), por una "Perdida" con connotaciones más cercanas a la degeneración y la depravación, que dará un final que seguro dejará a todo espectador tan molesto como insatisfecho. El cine de género negro ha sido absorbido por "Perdida" con enjundia venenosa para desconcertar y atrapar al espectador con un juego conyugal enfermizo y demoledor. Fincher está en plena forma con sus planteamientos lúdico-cinematográficos.
En esta ocasión el viraje argumental viene dado de sopetón, hacia la mitad de la película, y creo firmemente en la capacidad para sorprender de lo que se nos muestra en cada peón y figura del tablero fílmico que nos ocupa. Rosamund Pike con su "Asombrosa Am"' se coloca como reina femme fatale en una película que la postula en un pódium, junto a personajes como los de Rebeca de Mornay en "La mano que mece la cuna (1992)",
El Nick Dunne de Affleck tendrá que evolucionar y superarse delante de los medios de comunicación si no quiere que la sombra conyugal que pesa sobre él con la desaparición de su media naranja, le haga ir directamente a la silla eléctrica. En este tramposo planteamiento cinematográfico la otra última chica Bond de la era Brosnan y acompañante del duro Jack Reacher "Tom Cruise", Rosamund Pike (nominada al Oscar de manera merecidísima) logra cambiar la acepción de la palabra 'Perdida' (como alguien extraviada y desorientada), por una "Perdida" con connotaciones más cercanas a la degeneración y la depravación, que dará un final que seguro dejará a todo espectador tan molesto como insatisfecho. El cine de género negro ha sido absorbido por "Perdida" con enjundia venenosa para desconcertar y atrapar al espectador con un juego conyugal enfermizo y demoledor. Fincher está en plena forma con sus planteamientos lúdico-cinematográficos.
Título original: Gone Girl.
Director: David Fincher.
Intèrpretes: Ben
Affleck, Rosamund
Pike, Neil
Patrick Harris, Tyler
Perry, Kim
Dickens, Patrick
Fugit, Carrie
Coon, Missi
Pyle.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Cristóbal Jiménez
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