CABALLOS SALVAJES (1995). Los indomables de Marcelo Piñeyro.

Hoy voy a contar una historia acerca de dos personas, un hombre viejo que apostó a que otro no le dejaría matarse, y de un hombre joven que aprendió que la libertad es un don que nos regala la vida pero andamos tan ocupados llenándonos de necesidades creadas. Hoy voy a relatarles la leyenda de los indomables.

José un septuagenario que odia que lo califiquen en este rango de edad ingresa un día a un banco, pide hablar con un oficial de crédito y le entrega una nota: Me entregan los 15,344 dólares que me robaron o me pego un tiro aquí mismo. El otro, Pedro, no puede creer que sea cierto viéndole ponerse un revólver en el cuello al anciano y abre un cajón de donde saca dinero y le llena el bolso no con la cantidad pedida sino con toda la que encuentra. Sabe que la policía disparará sobre el viejo y le sirve como escudo humano ofreciéndose de rehén y abandonan la institución financiera en el auto de su propiedad.

Afuera un reportero de televisión está haciendo una encuesta y es testigo presencial de la fuga de los dos individuos, halla la nota y la lleva a la estación televisiva donde usará la noticia para ascender y ponerse a nivel del presentador de noticias estrella. En tanto el anciano del susto se desmaya y Pedro lo lleva al hospital, por alguna extraña razón siente empatía por aquel hombre y sabiendo que aunque pudo haberlo abandonado y recuperar su vida se ve envuelto en una serie de eventos que le harán darse cuenta que su vida era una farsa y que casi todas las personas que le rodeaban están tan esclavizadas a un sistema explotador que aquel loco anciano le irá revelando.

¿Por qué en ese cajón de escritorio había cerca de medio millón de dólares y no en la bóveda del banco? Es dinero sucio producto de lavado de quién sabe qué negocios turbios. Pedro llama a Rodolfo, su jefe y amigo, para explicar que lo único que quería era evitar la muerte de José, pero aquél le reclama diciéndole que si no devuelve el dinero está muerto. José le dice que es imposible dar vuelta atrás que ha dejado de ser rehén para convertirse en cómplice y la única salida que les queda es huir hacia el sur.

Marcelo Piñeyro en su segunda película aborda un tema que podemos ver presente igualmente en sus siguientes obras: La corrupción del sistema y de las instituciones que lo sostienen y unos héroes que se enfrentan a él. La acción se desarrolla en Argentina y el viaje se inicia en Buenos Aires y nos lleva a través de la Patagonia hacia el alma de sus protagonistas. Héctor Alterio es José, anarquista constestatario que lo único que quiere es que le repongan el dinero que con artilugios el banco le quitó hace 18 años y cuyo destino sólo sabremos al final de la película. Leonardo Sbaraglia, es Pedro, Peter el yuppie, que sufre la transformación, aunque sabemos que siempre fue así noble, idealista porque nadie cambia de la noche a la mañana y que son las circunstancias las que sacan lo mejor y peor de cada uno. El decide que al no permitir el suicidio del otro su vida tomará un rumbo diferente que sacudirá todas sus creencias y comodidades.

En el camino encuentran a Ana (Cecilia Dopazo) quien se les une y ofrece el despiste a la policía y a unos sicarios pues están buscando a dos y no tres. Ella intenta robarles el bolso pero al ver el contenido se asusta y se los devuelve y se involucra en un viaje que preveemos no será de ida y vuelta.

En tanto la prensa al recibir un vídeo de los dos fugitivos los califica como los indomables y mandan a Martín , el reportero que fue testigo de la huida, y a su camarógrafo a obtener la primicia mientras García del Campo, institución televisiva, narra y maneja la opinión pública desde su puesto de presentador.

El cuarto poder también es cuestionado pues en el afán de conseguir noticias se vuelve espectáculo de masas y no interesa la verdad sino cuánto tiempo se pueda exprimir el asunto y subir los rankins. Incluso cuando García del Campo no puede entender las motivaciones de los prófugos decide que ya es suficiente y se niega a continuar dando cobertura a la hazaña de los indómitos personajes. Mientras los dueños del dinero han enviado a matones para darles una lección a José y Pedro la gente del pueblo los considera héroes y haciendo cadenas clandestinas se solidarizan y ayudan al particular trío para que puedan llegar a cumplir su escape.

No voy a contar el final aunque más de alguno podrá intuir a dónde vamos. La historia tal vez no resulte tan verósimil no porque no puede serlo sino porque al igual que un camionero o el mismo García del Campo no aceptemos que hay gente así, que para ellos lo importante no es cuánto vales sino quién eres. Y los indomables son eso, la esencia del idealismo en un mundo cínico y perverso. Se puede hacer algo para estar completamente vivo antes de estar definitivamente muerto, dice José. Y apostó a caballo ganador porque Pedro, primero y luego Ana, se contagian de vitalidad como nunca habían estado antes.