CRIATURAS CELESTIALES (1994). Amor y amistad en mundos imaginarios.

Basada en una historia real, la película nos sitúa en un pequeño pueblo de Nueva Zelanda a principios de la década de los 50 donde una chica tímida de familia humilde de unos 14 años llamada Pauline conoce a una compañera de clase de lo más peculiar y espabilada llamada Juliet, entre ellas surgirá una bella pero enfermiza y obsesiva relación que rápidamente empezará a convertirse en algo mucho más profundo que una simple amistad traspasando los límites de la misma, que les hará crear un particular universo donde se mezclarán realidad y fantasía. Esta situación hará que se cree en torno a ellas una situación alarmante para los padres de las familias que rápidamente harán lo posible para separarlas ante tal "inmoralidad" y "desviación" sexual, algo de esperar en los tiempos que eran y más en ese pequeño pueblo de mentalidad tan puritana y conservadora de mediados de siglo.

Después de su primeriza etapa "gore" con pelis como "Mal gusto (1987)" o "Braindead (1993)", y antes de idiotizarse con tanto Hobbit y Elfo, el realizador neozelandés nos deleitó con una de sus pelis más curiosas, arriesgadas y fascinantes , y la que probablemente sea su mejor película.

Una enfermiza y curiosa historia de amor lésbico que va mucho más allá de lo que aparenta, y que consigue con más que relativo acierto mezclar sus momentos de realidad con la gran imaginación de nuestras dos protagonistas para convertirla en una especie de bello cuento macabro con toques romántico/dramático/ enfermizos que derivarán en situaciones de lo más inquietantes, donde un contenido Jackson nos muestra con un contraste de lo más peculiar (sin sus habituales excesos sanguinarios, aunque no exento de ellos) una historia de profunda amistad con tintes dramáticos y una trama criminal de lo más cautivadora e incluso aterradora, rodada por Jackson con una extraña sensibilidad e impregnando al relato con una atmósfera tan fantástica como llena de lirismo de lo más admirable. (Las escenas oníricas de fantasía con los "muñecos" humanos son sencillamente geniales).

Me gusta como lo hace Jackson ya no sólo en su forma de mostrarnos esa amistad tan fuerte rozando la fascinación que me parece increíble (ya que es capaz de convertir esa enfermiza y turbia relación entre dos amigas en un profundo y oscuro retrato sobre el amor y sus límites) sino por no abusar en demasía del tema homosexual ( pudiendo haber caído fácilmente en excesos de lo más típicos, edulcorados y escabrosos como harían otros realizadores) y tratarlo con una sutilidad sorprendente en un realizador como él, dotando a la película de los toques exactos en cada momento sin pasarse, dándole además de a la homosexualidad entre las dos protagonistas, vital importancia a temas como la amistad, el amor, la familia, la madurez, la locura o la imaginación.

Acertadísima dirección de Jackson que consigue transmitir con la cámara tanto los momentos aterradores con gran ritmo, como ese sosiego narrativo para mostrar lo cotidiano y bello de la narración con un gran pulso narrativo que no te deja retirar la vista de la pantalla durante la mayor parte de su visionado, a la que le ayuda y de qué manera su magnífico guion (nominado al Oscar por cierto, y no me extraña) que como dije antes consigue captar y mezclar a la perfección esos momentos de realismo con irrealidad de forma más que acertada y dotándola de un alto poder sugestivo y ayudada por una bella fotografía, dignos de admiración y todo ello bajo una bella B.S.O. que funciona a la perfección transmitiendo lo que tiene que transmitir en cada momento. Además la película se permite hasta sus propios guiños cinéfilos con ese amor de ambas hacia Mario Lanza o el "miedo" a Orson Welles.

Mención especial me merece una actriz por la que no siento ninguna simpatía pero que ante este papel (el que fuera su debut cinematográfico) me saco el sombrero, ya que nos demostró a todos sus grandes dotes interpretativas, en un registro para mí bastante complicado del que sale con total soltura y talento bordando el papel de enfermiza e imaginativa compañera de instituto. Le acompaña su amiga del alma,la rara y tímida Pauline interpretada también magistralmente por la también debutante Melannie Lynskey en un personaje de lo más peculiar.

Fascinante, perturbadora, bella,inocente, siniestra, enfermiza y macabra visión trágica sobre la amistad y el amor que nos brinda Jackson en una propuesta de lo más ambigua y fascinante que resulta de lo más interesante sobre todo viniendo de quien viene y que supuso un alto en el camino del ahora famoso realizador que quien iba a decir que después de "Bad taste" y "Braindead", el Sr. Jackson fuera capaz de brindarnos una obra de tal complejidad, belleza y profundidad.