-"Hay más cosas en el cielo y en la tierra… Por ejemplo esta ciudad ¿La conoce? Es mi ciudad, una hermosa y entrañable ciudad de provincia. Hay tres cosas que son el diapasón de esta ciudad: Las campanas de la catedral, los seminaristas de la alameda en el crepúsculo de tres en tres y el paseo por la Calle Mayor."
En una pequeña ciudad de provincias, con su calle Mayor, su centro recreativo, sus típicas arcadas, los largos paseos y su aburrimiento cotidiano, los señoritos frecuentan el bar Miami y matan el tiempo jugando al billar o con las alegres mujeres de la señora Pepita, a la vez que gastan bromas pesadas y apuestan sobre el amor de Isabel de Castro, una recatada joven que peligra en quedarse soltera. Juan, un empleado de banco, es quien realizará la proeza de pretender falsamente en matrimonio a Isabel, que caerá ingenuamente en la trampa. Un amigo de Juan, un intelectual procedente de Madrid, le descubrirá la cruel verdad proponiendo a Isabel marcharse con él.
La película se inicia con una panorámica, a través de ella se nos da a conocer la ciudad y empezaremos a conocer la historia mediante una voz en off que no estaba inicialmente en el guión, sino que fue impuesto por el capricho de la censura o del censor de turno, a saber por qué.
Calle Mayor no trata de un problema universal de la juventud del momento, sino un tema castellano y provinciano, además de contener reminiscencias del cine de Juan Antonio Bardem. Así, el personaje intelectual procedente de Madrid viene a representar la voz de la conciencia, intentando responsabilizar a la desdichada protagonista interpretada por Betsy Blair sobre su futuro ofreciéndole escapar de la rancia tradición y de los pacatos prejuicios provincianos:
-"¿Y qué te parece?
- ¿Eh?
La broma, lo de esa chica, Isabel.
Ya te lo he dicho. Una canallada.
¿Sí?
Sí, una canallada. Esos tíos son unos cabestros, pero tú…
¿Qué?
Nada, que creía que eras de otra manera.
¿Cómo?
Más hombre, más…, entero.
Pero si, total, todo es una broma, para reírnos…
¿Todos?
No te entiendo.
¿Ella también se va a reír?
¡Bah! No le va a pasar nada.
¿Tú qué sabes? ¡Me dais asco!"
La cinta de Bardem, consideraba por muchos como la mejor de sus obras, junto a "Muerte de un ciclista (1955)" con guión del propio realizador, es una adaptación libre de la obra "Las señoritas de Trevélez" de Carlos Arniches pone de manifiesto el grado de dependencia de las mujeres de la época, de la sociedad opresiva y castrante, además de poner en la picota a la España eterna, al mundo y el honor castellano, orgulloso de su pasado en un desolador final.
Calle Mayor, como era de esperar, tuvo problemas con la censura española y cuya producción con Francia le salvó al realizador, pues, aparte de la protesta del alcalde de Logroño, la revista especializada "Sight and Sound" publicó que Bardem fue detenido por la policía secreta y permaneció quince días en prisión. Finalmente, la Administración franquista obligó a añadir un rótulo inicial al film, donde se aseguraba que cuanto ocurría en la película podría suceder en cualquier país.
Por supuesto, no en cualquier país. España sufría un periodo de aislamiento y autárquico. Gran parte de la población lo pasaba realmente mal y se veía obligada a acudir al mercado negro para adquirir a un precio más elevado y sin garantías de calidad los productos de primera necesidad. La economía española se encontraba en fase de estrangulamiento y se debía insertar dicha economía en el mercado internacional y participar, aunque con retraso, de la fase expansiva que caracterizó las economías occidentales de los cincuenta a los setenta.
Eran años difíciles para el cine español, el cual estaba sumido en una crisis de identidad. De ahí, que en mayo de 1955 los profesionales del séptimo arte se reunían en la Universidad de Salamanca en las llamadas Conversaciones Nacionales de Cinematografía en la que participaron figuras como el propio Bardem, Luis García Berlanga, José Luís Sáenz de Heredia, Antonio del Amo, etc. .para elaborar un llamamiento, un manifiesto de concienciación nacional, de alarma. No solo la economía viva aislada, el cine español también lo estaba del mundo.
Huelga decir que esto no agradó nada al gobierno franquista, aunque, sorprendentemente se comportó con benevolencia con ellos tachando el acto de simple chiquillada. Aparentemente, no sirvió para nada, pero muchos de los participantes tuvieron en cuenta estas premisas y el espíritu de Salamanca en sus posteriores obras. El mismo año en el que se produjeron las conversaciones, con motivo del aumento de la cuota de pantalla,( por cada cuatro días de exhibición de películas extranjeras se tenía que programar una española), con el fin de proteger al cine nacional, la MPEA bloquea la importación de filmes americanos, pues esa obligatoriedad es considerada excesiva por el organismo norteamericano que controlaba la distribución mundial.
Director: Juan Antonio Bardem.
Intérpretes: Betsy
Blair, José
Suárez, Yves
Massard, Luis
Peña, Dora
Doll, Alfonso
Godá,Manuel
Alexandre.
Escena:
Reseña escrita por Marilyn Rodríguez
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