Se conoce como Giallo al subgénero cinematográfico de origen italiano derivado del thriller cuyos argumentos son muy similares a ciertas novelas policíacas baratas con portadas amarillas ("giallo" significa amarillo en italiano) que se editaron en los años treinta. La figura del asesino en serie casi siempre está presente en sus historias, así como una generosa dosis de violencia y morbosidad pero haciendo hincapié en su aspecto psicoanalítico, así como en su puesta en escena, ya que a veces en sus tramas lo visual suele estar por encima de la historia; el asesino puede llegar a ser quien menos te lo esperes, a veces incluso con características casi sobrenaturales.
Parece no haber duda en que el primer Giallo realizado sería "La muchacha que sabía demasiado" (La ragazza che sapeva troppo, 1963) de Mario Bava, un interesante thriller aún deudor del cine de Hitchcock por parte de este gran artesano italiano y no se conocen más propuestas sólidas hasta que el mismo Bava sentó definitivamente las bases con esa pequeña obra maestra que es "Seis mujeres para el asesino (1964)". Justo después aparecería Dario Argento, en su mayoría con producciones muy irregulares, y el género alcanzaría gran popularidad en todo el mundo, llevándose Argento muchos de los méritos de Bava. El Giallo es también una clara influencia en el Slasher norteamericano; hasta John Carpenter reconoció inspirarse en el género transalpino para realizar "La noche de Halloween (1978)", y curiosamente hay una película italiana de 1971 llamada "Bahía de sangre" que está considerada como una de las primeras "slasher movies", firmada de nuevo por Mario Bava, dejando claro que el director de San Remo sentó las bases de al menos dos populares corrientes dentro del cine de género.
En "Seis mujeres para el asesino" Bava no renuncia a su habitual imaginería gótica que tan buenos resultados le había dado en sus anteriores películas por más que el relato esté ambientado en una ampulosa casa de modas de
Pero más que su argumento, lo realmente importante de "Seis mujeres para el asesino" es su estilizada puesta en escena: como es habitual en el cine de Bava la fotografía es deslumbrante; con una gama de colores muy intensos, casi imposibles, que le confieren ese tono tan de pesadilla al relato. Como dice Quentin Tarantino en el documental "Mario Bava - Operazione Paura" se le podría considerar como un "action-painter" por esa manera tan expresiva de utilizar los filtros de colores. La cosa no queda ahí, la maestría de Bava en los movimientos de cámara nos deja largos planos secuencia muy bien coreografiados, en ocasiones desde unos ángulos muy barrocos, que unido a unos decorados casi expresionistas (los maniquíes que parecen tener vida propia) y a la gran banda sonora de Carlo Rustichelli en clave de oscuro latin-jazz hacen que su visionado sea una auténtica delicia.
Título original: Sei donne per l'assassino
Director: Mario Bava.
Intérpretes: Cameron Mitchell, Eva Bartok, Thomas Reiner, Ariana Gorini, Dante DiPaolo, Mary Arden, Franco Ressel, Claude Dantes.
Escena:
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
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