MAN ON THE MOON (1999). Jim Carrey es el cómico Andy Kaufman.

Milos Forman ha podido con adaptaciones biográficas-cinematográficas varias: El genio musical de Wolfang Amadeus Mozart, el polémico Larry Flynt, y el pintor Goya, llevándolos al cine bajo su particular punto de vista. Así que, porqué no iba a poder con el irrepetible cómico Andy Kaufman. Partiendo desde su infancia, a lo David Copperfield se relata el afán y la entrega de este loco genial por ofrecer espectáculo, empezando en su habitación con su hermanita de público, para continuar como artista de variedades por gusto propio en un bar de segunda categoría. No pasará desapercibido para un productor televisivo, que verá las increíbles y locas posibilidades de Kaufman para entretener y provocar la sonrisa...Jim Carrey se apropió de la personalidad de este ingeniero de sonrisas sorprendiendo a todos, incluso Danny de Vito y Cristopher Lloyd que conocieron personalmente al propio Andy Kaufman en la serie "Taxi", y que aparecen también en "Man on the Moon", quedaron estupefactos de la intensidad de Carrey para convertirse en Andy. Un cómico que tuvo la inventiva y novedosa capacidad para ofrecer un humor distinto e irrepetible, con silencios prolongados que inflaban la necesidad de explotar en carcajadas, entre otras ocurrencias de comicidad única. Observar a Tony Clifton (su álter ego) y creado como enemigo de Andy Kaufman, unas veces interpretado por él mismo y otras por su cómplice Paul Giamati, son un jocoso desafío, tanto para el público como para la cadena de televisión que intentó cambiar y absorber la comicidad de Kaufman para satisfacer a la audiencia.

El cometido de Kaufman fue revolucionar el humor, mediante la provocación, la revolución y la sorpresa, con un público que se asombró, asqueó e incluso enfadó, pero que se rindió a los encantos irónicos de un genio del humor, maestro de la comedia, tanto en el monólogo como en la ficción televisiva. Los desafíos de Kaufman a su productora televisiva y al público en general son continuos, generando lo que él desea, que no es otra cosa que no dejar indiferente a nadie, dándoles algo inesperado y nuevo, como el hecho de que delante de un público universitario se lea la obra "El Gran Gatsby" de Scott Fidgerald, llegando a enfadar a todos los que esperan que interprete al personaje de la serie "Taxi" que lo ha llevado a la fama "Latka", o montar un espectáculo con una lucha de wrestling enfrentándose a una mujer, entre otros desvaríos geniales. Una vida corta, pero entregada al espectáculo de intensa provocación cómica, que Kaufman llevó tanto fuera como dentro de un mundo que no le olvida como figura del Saturday Night Live que creó escuela. -Invito a todos los presentes a leche con galletas-. -Cuanta amabilidad-. Genio y figura.