El teniente Daniel Kaffee (Tom
Cruise) es un joven y prometedor abogado de la Marina con una excelente
reputación. Sus superiores le confían la defensa de dos marines acusados de
asesinato en la base de Guantánamo. A primera vista, el caso no parece complicado
y podría suponer un ascenso y un logro más en su carrera. Pero al enfrentarse
con el Coronel Nathan R. Jessup, (Jack Nicholson) Comandante en Jefe de la base
de Guantánamo, su intuición le guiará por el difícil camino de cambiar el rumbo
de la investigación.
"- Mire Teniente Kaffee... puedo
soportar las balas y los cañones, la mala paga y el maldito calor, pero lo que
no puedo soportar es que venga usted con su uniforme de maricón a pedirme cosas
y no muestre un poco de maldita cortesía. Le daré todo lo que quiera pero
pídamelo con respeto nuevamente.
- OK Coronel Jessep, si es tan
amable ¿podría usted prestarme el reporte de ayer, por favor?
- Claro, con mucho gusto..."
"Yo desayuno a mil metros de
quince mil soldados cubanos entrenados para matarme y no voy a consentir que
ninguna boquita de Harvard con su amariconado uniforme blanco venga a decirme
como tengo que defender a mi país, ¿está claro?". Coronel Jessup mostrando
galones al teniente Kaffee.
Es una de las películas
judiciales más sólidas que se han hecho dentro del llamado subgénero de los
consejos de guerra en una corte militar. Basada en una exitosa pieza teatral,
que arrasó en los escenarios, escrita por Aaron Sorkin el mismo que se encargó
de adaptarla para la gran pantalla. Estamos ante un drama judicial
con una gran denuncia implícita dirigido con mano de hierro por el artesano Rob
Reiner ("Misery (1990)" o "La princesa prometida (1987)"). La trama es tan visualmente
estática y tan basada en los diálogos, que la solidez y solvencia de sus
actores, ya sean los protagonistas como los de reparto, resulta fundamental
para dar credibilidad a una obra fundamentalmente coral. La cinta puede
presumir de un reparto formidable y sin fisuras. Jack Nicholson, con su gran
presencia, sólo requiere de un par de escenas para brillar, acaparar y dar un
giro espectacular a la trama. La figura y el espíritu que representa es tan
potente, que impregna toda la cinta. Aún sin estar en escena, la autoridad
moral que representa consigue permanecer en nuestra cabeza durante toda la película. Tom Cruise, siendo una de los
protagonistas, es sólo el hilo conductor de la historia, completamente
eclipsado por la interpretación del colosal Jack Nicholson, representa de forma
correcta a su personaje, ese joven entre impertinente y pretencioso, que
abandera los valores del digno americano de clase media. Demi Moore, mantiene
una buena presencia. Junto a ella, el siempre
sobrio Kevin Pollak, que por entonces había hecho pocas películas, demuestra
por qué siempre ha sido un secundario de renombre. Pero hay bastantes más.
Kevin Bacon, que es un excelente secundario y un mejor principal, borda un
papel con pocos matices y escasas posibilidades de lucimiento.
Por último,
Kiefer Sutherland de veintiséis años está impresionante. Reiner demuestra con esta cinta
que es un gran director de actores. Dirige con estilo sobrio, sin concesiones,
esta historia de orgullo militar, traiciones y dignidad humana. Una historia
que tiene como trasfondo la base naval de Guantánamo que los Estados Unidos
usan en Cuba para mofarse de los comunistas y del mundo. Un lugar que
representa la vergüenza histórica de los crímenes contra la humanidad allí
cometidos. El relato pretende describir cómo pueden llegar a ser los altos
mandos militares capaces de dirigir un lugar tan cruel como espantoso. La
crítica no es nada sutil y queda permanente expuesta, lo que la convierte en
más efectiva. Enfrenta a un mando militar como Jack Nicholson, experto en
expresar talentos no convencionales socialmente, frente a un Tom Cruise, que se
gusta a sí mismo en el papel de héroe americano, auténtico, joven y talentoso. El ejército es tratado con
respeto, pero se critica la arbitrariedad del poder, ése que supuestamente
algunos emplean para defender una nación, cuando en realidad defienden sus
propios intereses o falsos ideales. No importan las individualidades, ni las
personas, importa el grupo y la disciplina. Los débiles son un estorbo para la
victoria. Ideas que en la mayoría de las ocasiones, son defendidas por
mandos militares que han alcanzado cierto grado de alejamiento de la realidad y
una gran pérdida de su humanidad en el recorrido del largo camino
personal para alcanzar la perfección. Tales ideas surgen, con exquisito gusto y
sin énfasis durante la trama. El juicio se desarrolla veloz y
sin la menor caída de ritmo. Los diálogos son certeros y magníficos, con
personajes episódicos pero trazados a la perfección, en un crescendo admirable
que concluye con uno de los diálogos más recordados del cine estadounidense de
los noventa, un enfrentamiento verbal entre Cruise y Jack Nicholson rematando
este último una faena magnífica, con una frase que ya forma parte de la historia
del cine:
"-Kaffee: Solo quiero la verdad
- Jessup: Tú no eres capaz de
enfrentarte con la verdad, hijo. Vivimos en un mundo separado por grandes muros
y esos muros tiene que ser guardados por hombres armados. Y, ¿ Quién va a ser
capaz de hacerlo??, Tú??....Yo tengo una responsabilidad mucho mayor de la que
puedas imaginar [….]. Eres afortunado de no saber lo que yo sé. La muerte de
Santiago fue trágica, pero salvó vidas. Y mi existencia grotesca e
incomprensible para ti, salva vidas!!!!. Tú no quieres saber la verdad, no
quieres profundizar ni hablar sobre ello en tus bonitas fiestas. Tú solo
necesitas a gente como yo guardando los muros. Nosotros usamos palabras como:
Honor, código, lealtad […].
Kaffee: Ordenó usted el Código
Rojo???
Jessup: Yo hice mi trabajo
Kaffee: Ordenó usted el Código
Rojo??
Jessup: (YOU'RE GODDAMN RIGHT I
DID!!). Sí, maldita sea, lo hice".
Título original: A Few Good Men.
Director: Rob Reiner.
Intérpretes: Tom
Cruise, Demi
Moore, Jack
Nicholson, Kevin
Pollak, Kevin
Bacon, Kiefer
Sutherland, Wolfgang
Bodison.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
1 opiniones :
Es una película francamente divertida a la que siempre me engancho. Incluso le perdono que el diálogo final sea inverosímil (que el personaje de Jessup se autoinculpe puede parecer coherente con su chulería pero no es muy creíble que no se arrepienta inmediatamente y que parezca creer que puede salir impune).
Saludos.
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