JULIO CÉSAR (1953). El drama histórico de Joseph L. Mankiewicz.

julio césar
Película ambientada en un momento crucial de la historia de Roma. Durante el ascenso de Julio César, entre los años  49 y 46 A.C., cuando comenzó a gestar sus aspiraciones para transformar la República en un régimen totalitario, convirtiéndose así en un Soberano cuyos poderes doblegaran incluso hasta el Senado. Julio César, conocido personaje histórico, pertenecía a la clase de los nobles o patricios. Con una notable formación y perteneciente a una buena familia, vivió desde muy joven el poder de las batallas políticas.  Se vio obligado a abandonar Roma antes de los 20 años, dominada entonces por Sila, ya que estaba en contra de los "optimates". Durante toda su carrera militar se le consideró un gran estratega y batallador que obtuvo para su Imperio numerosas victorias en las Galias. Formó triunvirato con Craso y Pompeyo, siendo éste el último escollo derrotado para que Julio César se alzara con el poder absoluto. Durante su vida acumuló tantas victorias como enemistades de otras familias Patricias. A partir del drama homónimo de William Shakespeare, Joseph Leo Mankiewicz escribió y dirigió este gran clásico de la literatura siendo bastante fiel al texto original, para narrar los acontecimientos que desencadenaron el asesinato de Julio César y los sucesos posteriores que culminaron en la derrota de los conjurados a manos de los populares romanos, capitaneados por Marco Antonio. En la cinta podemos advertir un relato dividido en dos partes. 

julio césar

Una primera parte donde se muestran los motivos que conducen a elaborar una conspiración, inicialmente ideada por Casio (John Gielgud), el más inteligente, pensador y férreo defensor de la república y Bruto (James Mason), el hijo adoptivo de Julio César que comienza a debatirse en dudas y contradicciones frente al temor de que su mentor, hombre amado y respetado por él, se pervierta por la ambición y el poder desmedidos. Las actuaciones de ambos actores resultan impecables en la declamación de su texto al estilo de Shakespeare. En la segunda parte de la película, cuando César ya ha sido asesinado, Marco Antonio (Marlon Brando), toma el relevo actoral con una de las más grandes interpretaciones que se recuerdan marcando un hito al recitar a Shakespeare de una manera bien diferente a sus compañeros de escena. Se dice que Brando hablaba desde sus entrañas, con profundidad y emoción, sin dejarse limitar por las formas y que su interpretación fluía con una naturalidad nunca vista antes en ningún tipo de actuación. Crucial en la película resulta su discurso frente a la multitud que Bruto ya ha convencido con palabras como:

"Libertad contra la ambición, la tiranía. Amaba a César, pero mucho más amo a Roma".

Tras este discurso, Marco Antonio que no ha participado en el asesinato queda en una situación de vulnerabilidad, más aún, cuando no era considerado ni siquiera hombre culto  que pudiera poner en peligro la "Conspiración de los intelectuales". Sin embargo, la sorpresa es mayúscula cuando descubrimos el gran poder de convicción que Brando ejerce sobre las masas en un discurso para la Historia del cine, donde la cámara lo mantiene siempre en un contrapicado y él mismo se expresa con naturalidad, sin alzar los brazos, sin aspavientos y con una profunda emoción, del todo creíble para las multitudes. Unos magistrales primeros planos nos muestran el brillo de la ambición en su mirada: El mejor manipulador de todo el relato ha jugado sus cartas y ha ganado.

julio césar


"Vengo aquí a inhumar a César pero no a glorificarle. El mal que hacen los hombres le sobrevive, el bien queda frecuentemente sepultado con sus huesos".

"Con la venia de Bruto y los demás, puesto que Bruto es un hombre honrado, como honrados son todos los demás, vengo a hablaros en el funeral de César".

 "El honorable Bruto os ha dicho que César era ambicioso. Si lo fue, era la suya una falta grave y gravemente ha pagado su ambición".

 Y viendo una vez más Julio Cesar nos preguntamos: ¿realmente hace falta algo más?

La película, al igual que el texto literario original, utiliza un hecho histórico para ofrecernos una reflexión ya no sólo sobre la política, también sobre el poder y la ambición. Es un excelente retrato de la complejidad y la contradicción de la condición humana. Un certero análisis de las pasiones humanas, muy del estilo shakespeariano, que giran en torno al problema  del resentimiento, el deseo de venganza y el cumplimiento del deber por encima de los sentimientos personales del hombre de estado. Joseph L. Mankiewicz, consiguió su primer éxito con "Carta a tres esposas (1949)" por la que en 1950 ganó los Oscar a la mejor dirección y al mejor guión. Al año siguiente Mankiewicz repitió doblete con una obra maestra: "Eva al desnudo". 

julio césar

Habiendo conseguido el suficiente prestigio y consideración profesional, decidió abordar su gran pasión, el teatro clásico, adaptando para las pantallas Julio César de William Shakespeare. Para Mankiewicz era algo natural porque cine y teatro eran para él prácticamente lo mismo.  Para el papel del atormentado Bruto, el magnicida que se debate entre el deber patriótico como ciudadano y el honor, la amistad y el cariño que sentía por César, Mankiewicz eligió al británico James Mason, con el que ya había trabajado un año antes en "Operación Cicerón". Casio, otro de los conspiradores, fue interpretado por uno de los mejores actores shakespearianos de todos los tiempos, el gran John Gielgud, al que Mankiewicz acudió a ver actuar expresamente en Stratford-on-Avon, la cuna del dramaturgo inglés. Aunque Brando no era la primera opción del director, consiguió el papel. Brando no poseía la ductilidad ni el genuino acento inglés que los más puristas exigían para el personaje pero llenó a su Marco Antonio de fuerza y tensión. "Es como abrir un horno caliente dentro de una habitación oscura", dijo de su actuación John Huston. La concatenación de discursos en las escalinatas de Bruto (Mason) y Marco Antonio (Brando) es inolvidable y el tratamiento visual digno de admiración, con un estupendo trabajo de cámara de Mankiewicz y Joseph Ruttenberg. La gran labor en la dirección artística de Cedric Gibbons también es digna de mención, ya que los escenarios resultan imprescindibles para enmarcar los diálogos actorales. La ambientación escénica destaca curiosamente por no presentar una Roma lujosa, sino una Roma con una población ociosa y sin muchos recursos. Una ciudad con escasos lugares abiertos, con callejuelas sombrías y planos austeros acotados en espacios. Una puesta en escena muy teatral donde la cámara se encarga de resaltar  el discurso de los actores. 

julio césar

Todo ello dota al film de un ambiente tenso, serio, amenazador, lleno de insidias, en donde se abordan asuntos como la envidia, la traición, la ambición, el honor, la lealtad, la tiranía, el poder o la fragilidad de éste. Una contradicción constante entre lo que puede ser auténtico o pura falsedad. Casio y Bruto, se presentan como dos nobles que defienden la libertad y desean mantener el poder de la república frente a la posibilidad de una dictadura. Pero bajo el discurso aparente, el espectador es capaz de apreciar una duda razonable en sus nobles intenciones. Tras la muerte del gran líder, será su gran amigo y aliado, Marco Antonio  quien vuelva a demostrar que nadie es completamente bueno o malo, que las buenas intenciones pueden llevar implícitas deseos egoístas y que las cosas no son siempre lo que aparentan. En el segundo tramo del metraje, ambientado ya en el campo de batalla, luchando los conspiradores contra el ejército de Roma es cuando la trama decae algo en su intensidad y se hace más predecible. Destaca en esta parte la escena dentro de la tienda de campaña donde yace muerto Casio, y Marco Antonio le dedica unas palabras de elogio como único hombre de verdadero honor. La opinión de los eruditos sobre los logros de Julio César está dividida. Algunos lo consideran un tirano sin escrúpulos, con un insaciable apego al poder, y le culpan de la desaparición de la República de Roma. Otros admiten que pudo ser cruel, pero insisten en que la República ya estaba destruida. Mantienen que para salvar el mundo romano del caos debía crearse una nueva clase de gobierno. En realidad, las reformas de César dieron estabilidad al mundo mediterráneo. También fue un general excepcional, que inspiró lealtad a sus soldados. En tanto que una de las figuras más notables del mundo antiguo, fue el tema de muchas obras literarias y biográficas, incluido el drama Julio.

julio césar

Título original: Julius Caesar.

Director: Joseph L. Mankiewicz.

Intérpretes: Marlon Brando, Louis Calhern, Deborah Kerr, James Mason, Greer Garson, John Gielgud, Edmond O'Brien.

Trailer:


Escena:



B.S.O.:



Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

Quizás también pueda interesarle:
más películas de Marlon Brando


SUSCRIBETE

Comparte este artículo

Otros artículos de interés

NOS MENCIONAN EN ANTENA 3

FINALISTAS EN LOS PREMIOS 20BLOGS 2.015

FINALISTAS EN LOS PREMIOS 20BLOGS 2.014

FINALISTAS EN LOS PREMIOS BITÁCORAS 2.012

SÍGUENOS EN FEEDLY

follow us in feedly

AVISO LEGAL

Licencia Creative Commons
Las mejores películas de la historia del cine por Jesús Fariña se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
back to top