ARTÍCULOS
Mostrando entradas con la etiqueta Deborah Kerr. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Deborah Kerr. Mostrar todas las entradas
buenos-días-tristeza
Françoise Sagan, una escritora precoz procedente de una burguesía acomodada francesa, describe su modelo de vida dedicado al culto del placer y a la ociosidad de los casinos y las fiestas galantes cuyos excesos fueron mostrados con sagaz ironía por la propia autora.

En el verano de 1954, apareció editado su primer trabajo: "Bonjour, tristesse", escrita el año anterior cuando Sagan tenía apenas 18 años. La publicación del libro se vio rodeada de una gran polémica a causa de la escabrosa temática que abordaba y de la juvenil edad de la escritora. Esta controversia despertó el interés del cineasta norteamericano Otto Preminger, quien había ya dirigido películas de contenido controvertido.

Preminger, realizó "Bonjour tristesse" utilizando el nuevo formato de Cinemascope combinándolo con el ya establecido Technicolor. Preminger comienza y termina la película con Cécile filmada en blanco y negro en París con una en voz en off que habla de su aislamiento y tristeza. El director profundiza y analiza con valentía un tipo de moral subyacente de la época. Las acciones de los personajes no sólo son juzgadas por sus consecuencias sino también por el ojo de la cámara. Se trata de un estudio sobre la vida disipada de una clase social y sus consecuencias por la carencia de ética, reflexionando además sobre el conflicto entre la búsqueda del placer y los remordimientos que de ella pueden desprenderse por la vía de una conducta moral irresponsable.

buenos-días-tristeza

A pesar de la brillante dirección de Preminger, el guión adaptado para la pantalla por Arthur Laurents fue criticado por su simpleza en los diálogos frente a la contundencia del libro donde el doloroso contraste entre el placer y el remordimiento de la joven es mucho más intenso.

La escena inicial en blanco y negro de un baile en un club nocturno donde interpretan la canción "Bonjour tristesse" y David Niven baila alegremente con su bella hija, Jean Seberg (Cécile) sorprende por el la habilidad con la que el director es capaz de trasladarnos desde la frivolidad de la fiesta nocturna hacia el interior atormentado de una joven melancólica.

Utilizando la técnica del flash-back y la voz en off, las imágenes del presente en B&N y de la deliciosa música francesa se convierten en un brillante technicolor donde se nos relata con gran agudeza la naturaleza de las caprichosas emociones de una joven criada por un apuesto y mujeriego padre, David Niven, incapaz de envejecer y de asumir su papel de padre. La madre de Cécile murió cuando era pequeña y su padre la ha criado como una compañera de juegos. Entre ellos existe una gran complicidad y cariño. Forman una pareja muy especial, intensa, sin secretos, apenas sin mostrar un espacio individual que separe al uno del otro.

buenos-días-tristeza

El director utiliza el marco expansivo de CinemaScope para la puesta en escena de unas maravillosas vacaciones ya pasadas en la Rivera Francesa, alternando así imágenes del presente melancólico y apesadumbrado con unos recuerdos en color que la atormentan. La idea de que las composiciones, movimientos de cámara y la fotografía en blanco y negro que se transforma en imágenes en color se pueden utilizar para la resolución dramática de una historia es el método al que el director recurre en este film. Nada nos hace suponer, que la gran aventura de unas vacaciones idílicas en una pequeña casita de la preciosa costa francesa se convertirán en un entramado de intensas emociones donde el temor a perder el cariño de su padre, los celos, el cinismo y el egoísmo afloran en la perfecta relación padre e hija cuando aparece la tercera figura en escena.

Una espectacular Deborah Kerr (Ann), amiga de su madre y conocida desde hace años por ellos, pasa a ser una rival inesperada en el desarrollo emocional de una adolescente caprichosa y acostumbrada al lujo, la diversión y la buena vida. Las actuaciones del trío protagonista son excelentes y parecen transmitir más que los propios diálogos algo descafeinados en su adaptación cinematográfica. Deborah Kerr está espléndida, con una belleza serena y madura. David Niven proporciona aquí una actuación tan superficial como su personaje y Jean Seberg despliega una belleza singular absolutamente convincente en su rol de la adolescente protagonista de la historia.

La puesta en escena y las localizaciones son increíblemente hermosas así como también el diseño de vestuario. Perfectamente acompañadas por la exquisita fotografía de Georges Périnal y la música de Georges Auric, convierten un profundo melodrama en una pieza de gran belleza visual.

Un melodrama algo olvidado, pero que no defrauda en absoluto.


buenos-días-tristeza


"A ese sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle el nombre, el hermoso y grave nombre de tristeza. Es un sentimiento tan total, tan egoísta, que casi me produce vergüenza, cuando la tristeza siempre me ha parecido honrosa. No la conocía, tan sólo el tedio, el pesar, más raramente el remordimiento. Hoy, algo me envuelve como una seda, inquietante y dulce, separándome de los demás."
(Párrafo primero de la novela Bonjour, tristesse, de Françoise Sagan)

Título original: Bonjour tristesse.

Director: Otto Preminger.

Intérpretes: Jean Seberg, David Niven, Deborah Kerr, Geoffrey Horne, Mylène Demongeot,Juliette Greco, Martita Hunt.

Escena:


Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

BUENOS DÍAS, TRISTEZA (1958). Placer y remordimientos.

buenos-días-tristeza
Françoise Sagan, una escritora precoz procedente de una burguesía acomodada francesa, describe su modelo de vida dedicado al culto del placer y a la ociosidad de los casinos y las fiestas galantes cuyos excesos fueron mostrados con sagaz ironía por la propia autora.

En el verano de 1954, apareció editado su primer trabajo: "Bonjour, tristesse", escrita el año anterior cuando Sagan tenía apenas 18 años. La publicación del libro se vio rodeada de una gran polémica a causa de la escabrosa temática que abordaba y de la juvenil edad de la escritora. Esta controversia despertó el interés del cineasta norteamericano Otto Preminger, quien había ya dirigido películas de contenido controvertido.

Preminger, realizó "Bonjour tristesse" utilizando el nuevo formato de Cinemascope combinándolo con el ya establecido Technicolor. Preminger comienza y termina la película con Cécile filmada en blanco y negro en París con una en voz en off que habla de su aislamiento y tristeza. El director profundiza y analiza con valentía un tipo de moral subyacente de la época. Las acciones de los personajes no sólo son juzgadas por sus consecuencias sino también por el ojo de la cámara. Se trata de un estudio sobre la vida disipada de una clase social y sus consecuencias por la carencia de ética, reflexionando además sobre el conflicto entre la búsqueda del placer y los remordimientos que de ella pueden desprenderse por la vía de una conducta moral irresponsable.

buenos-días-tristeza

A pesar de la brillante dirección de Preminger, el guión adaptado para la pantalla por Arthur Laurents fue criticado por su simpleza en los diálogos frente a la contundencia del libro donde el doloroso contraste entre el placer y el remordimiento de la joven es mucho más intenso.

La escena inicial en blanco y negro de un baile en un club nocturno donde interpretan la canción "Bonjour tristesse" y David Niven baila alegremente con su bella hija, Jean Seberg (Cécile) sorprende por el la habilidad con la que el director es capaz de trasladarnos desde la frivolidad de la fiesta nocturna hacia el interior atormentado de una joven melancólica.

Utilizando la técnica del flash-back y la voz en off, las imágenes del presente en B&N y de la deliciosa música francesa se convierten en un brillante technicolor donde se nos relata con gran agudeza la naturaleza de las caprichosas emociones de una joven criada por un apuesto y mujeriego padre, David Niven, incapaz de envejecer y de asumir su papel de padre. La madre de Cécile murió cuando era pequeña y su padre la ha criado como una compañera de juegos. Entre ellos existe una gran complicidad y cariño. Forman una pareja muy especial, intensa, sin secretos, apenas sin mostrar un espacio individual que separe al uno del otro.

buenos-días-tristeza

El director utiliza el marco expansivo de CinemaScope para la puesta en escena de unas maravillosas vacaciones ya pasadas en la Rivera Francesa, alternando así imágenes del presente melancólico y apesadumbrado con unos recuerdos en color que la atormentan. La idea de que las composiciones, movimientos de cámara y la fotografía en blanco y negro que se transforma en imágenes en color se pueden utilizar para la resolución dramática de una historia es el método al que el director recurre en este film. Nada nos hace suponer, que la gran aventura de unas vacaciones idílicas en una pequeña casita de la preciosa costa francesa se convertirán en un entramado de intensas emociones donde el temor a perder el cariño de su padre, los celos, el cinismo y el egoísmo afloran en la perfecta relación padre e hija cuando aparece la tercera figura en escena.

Una espectacular Deborah Kerr (Ann), amiga de su madre y conocida desde hace años por ellos, pasa a ser una rival inesperada en el desarrollo emocional de una adolescente caprichosa y acostumbrada al lujo, la diversión y la buena vida. Las actuaciones del trío protagonista son excelentes y parecen transmitir más que los propios diálogos algo descafeinados en su adaptación cinematográfica. Deborah Kerr está espléndida, con una belleza serena y madura. David Niven proporciona aquí una actuación tan superficial como su personaje y Jean Seberg despliega una belleza singular absolutamente convincente en su rol de la adolescente protagonista de la historia.

La puesta en escena y las localizaciones son increíblemente hermosas así como también el diseño de vestuario. Perfectamente acompañadas por la exquisita fotografía de Georges Périnal y la música de Georges Auric, convierten un profundo melodrama en una pieza de gran belleza visual.

Un melodrama algo olvidado, pero que no defrauda en absoluto.


buenos-días-tristeza


"A ese sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle el nombre, el hermoso y grave nombre de tristeza. Es un sentimiento tan total, tan egoísta, que casi me produce vergüenza, cuando la tristeza siempre me ha parecido honrosa. No la conocía, tan sólo el tedio, el pesar, más raramente el remordimiento. Hoy, algo me envuelve como una seda, inquietante y dulce, separándome de los demás."
(Párrafo primero de la novela Bonjour, tristesse, de Françoise Sagan)

Título original: Bonjour tristesse.

Director: Otto Preminger.

Intérpretes: Jean Seberg, David Niven, Deborah Kerr, Geoffrey Horne, Mylène Demongeot,Juliette Greco, Martita Hunt.

Escena:


Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

quo-vadis
Quo Vadis representa de bella forma lo que se sentía en esa época, lo que vivían en la Antigua Roma, una película majestuosa allí donde las haya, una exaltación de la religión (que hasta el mismísimo Pío XI bendijo su guión), una fastuosa y elegante puesta en escena, una dirección artística de ensueño a cargo del maestro Cedric Gibbons que recrea a la perfección la gloria y decadencia de la antigua Roma. Majestuosos decorados en cartón piedra, impresionantes los fondos que en una epopeya de tal calibre te hacen sentir que estás allí, muchos personajes, personas de verdad con miles de extras (hubo más de 30.000), un impresionante despliegue de medios de la Metro de los 50.

Rodada en Cineccitá durante los tiempos de posguerra en una Italia devastada por la guerra con muchas personas al borde de la pobreza, la película tiene más mérito aún si cabe ante las dificultades para su realización, pero que ayudaron a construir la Roma antigua con sus ruinas. Planos como la antigua Roma vista desde lo alto con la cámara alejándose, escenas como el incendio de Roma (a la altura del incendio de "Lo que el viento se llevó (1939)", y además basado en las propias experiencias de Mervyn Leroy cuando contempló el terremoto de su ciudad San Francisco con el posterior incendio), la brutal lucha entre Ursus y el toro, el exterminio de los judíos en la arena con los leones devorándolos mientras los cristianos cantan sus oraciones, el suicidio de Petronio y así hasta un sinfín de escenas maravillosas que la hacen uno de mis dos films favoritos del género.


quo-vadis

El todo terreno y artesano Melvyn Leroy jamás había realizado una epopeya épica, por lo que se arriesgó con Quo Vadis y la jugada le salió bien, por suerte era un gran aficionado al cine de De Mille y eso se nota, sobre todo en lo que a planos de multitudes se refiere. 


Un Leroy que sabía escoger a la perfección a los actores, además siempre fue muy cercano a ellos. Es muy difícil representar algo tan abstracto en pantalla como la espiritualidad , otras producciones carecen de ese componente espiritual, pero el film de Leroy lo capta a la perfección y sentimos esa espiritualidad a lo largo de todo Quo Vadis de forma mágica.

Una dirección sobria que cuenta con la co-dirección (no acreditada) del gran Anthony MannUna espectacular fotografía de Robert Surtees en Technicolor resaltando esa amplia gama de colores y todo el film bajo la inmensa partitura musical del maestro Miklos Rozsa que le da especial importancia a las numerosas trompetas, tambores y cuernos como instrumentos musicales de la época de la antigua Roma, que le otorgan esa autenticidad musical a la función, la lástima es que aun estando nominado no obtuvo la preciada estatuilla (cosa que si conseguiría años después con Ben Hur).


quo-vadis


Pero por encima de todo , la impresionante personificación del gran Peter Ustinov en el papel de desquiciado y cruel emperador Nerón que sencillamente lo borda, para mí en una de las mejores interpretaciones del mundo del cine, con la ya mítica escena tocando la lira y cantando viendo a su Roma en llamas, con su locura y su excentricidad para dar pie a uno de los mayores psicópatas de la historia que ha existido jamás. Un emperador abominable a la altura del jurado de Hollywood que cometió una de las mayores injusticias de la historia del cine , ya no solo por no concederle el Oscar a él, sino a Quo Vadis en ninguna de sus 8 nominaciones.

Correcto Robert Taylor y hasta una Deborah Kerr que nunca fue santo de mi devoción aquí cumple con creces su papel de Lygia representando a la perfección la inocencia y la pureza cristiana.  Aunque justo después de Ustinov, el que más me ha fascinado ha sido Leo Glen en el maravilloso papel de Petronio, el fiel consejero y la conciencia de Nerón , esa adulación/burla hacia su "amado" emperador es genial, y como no, la maravillosa relación amorosa con la bella Eunice en una escena, la del suicidio, sencillamente magistral. Patricia Laffan como Apoppea representando al mal está también francamente bien con esa mirada tan pérfida y malvada como esposa de Nerón, el gigante e inseparable Ursus, Pedro, Pablo de Tarso, todos magníficos.


quo-vadis

El nacimiento y expansión del cristianismo y su posterior persecución hecho cine, un film colosal, apasionado y apasionante, que tal vez no sea la mejor del género, tal vez superada por "Ben Hur (1959)" y "Los diez mandamientos (1956)" (las obras maestras bíblicas) pero sí fue la pionera, y junto con "Sansón y Dalila (1949)" de De Mille inauguraron la era dorada de la epopeya histórica y de este maravilloso género.

Si hubiera fracasado en taquilla no se hubieran hecho más superproducciones bíblicas, sin ella no existiría Ben Hur, pero por suerte fue un éxito. Imitada en multitud de ocasiones, Quo Vadis dio pie a muchas películas sobre el género, pero ésta es sin duda una de los mejores películas religiosas jamás rodadas. Puro espectáculo. Una epopeya cinematográfica. O como dice el narrador (Walter Pigdeon) en el prólogo del film: "Esta es una historia sobre espadas, guerras, muertes, asesinatos y el triunfo de la cruz."


quo-vadis

Director: Mervyn LeRoy.

Intérpretes: Robert Taylor, Deborah Kerr, Peter Ustinov, Leo Genn, Patricia Laffan, Finlay Currie, Abraham Sofaer, Buddy Baer, Marina Berti.

Trailer:


Escena:


B.S.O.:


Reseña escrita por Francisco Mestanza Foyé

QUO VADIS ? (1951). La epopeya cinematográfica de Mervyn LeRoy.

quo-vadis
Quo Vadis representa de bella forma lo que se sentía en esa época, lo que vivían en la Antigua Roma, una película majestuosa allí donde las haya, una exaltación de la religión (que hasta el mismísimo Pío XI bendijo su guión), una fastuosa y elegante puesta en escena, una dirección artística de ensueño a cargo del maestro Cedric Gibbons que recrea a la perfección la gloria y decadencia de la antigua Roma. Majestuosos decorados en cartón piedra, impresionantes los fondos que en una epopeya de tal calibre te hacen sentir que estás allí, muchos personajes, personas de verdad con miles de extras (hubo más de 30.000), un impresionante despliegue de medios de la Metro de los 50.

Rodada en Cineccitá durante los tiempos de posguerra en una Italia devastada por la guerra con muchas personas al borde de la pobreza, la película tiene más mérito aún si cabe ante las dificultades para su realización, pero que ayudaron a construir la Roma antigua con sus ruinas. Planos como la antigua Roma vista desde lo alto con la cámara alejándose, escenas como el incendio de Roma (a la altura del incendio de "Lo que el viento se llevó (1939)", y además basado en las propias experiencias de Mervyn Leroy cuando contempló el terremoto de su ciudad San Francisco con el posterior incendio), la brutal lucha entre Ursus y el toro, el exterminio de los judíos en la arena con los leones devorándolos mientras los cristianos cantan sus oraciones, el suicidio de Petronio y así hasta un sinfín de escenas maravillosas que la hacen uno de mis dos films favoritos del género.


quo-vadis

El todo terreno y artesano Melvyn Leroy jamás había realizado una epopeya épica, por lo que se arriesgó con Quo Vadis y la jugada le salió bien, por suerte era un gran aficionado al cine de De Mille y eso se nota, sobre todo en lo que a planos de multitudes se refiere. 


Un Leroy que sabía escoger a la perfección a los actores, además siempre fue muy cercano a ellos. Es muy difícil representar algo tan abstracto en pantalla como la espiritualidad , otras producciones carecen de ese componente espiritual, pero el film de Leroy lo capta a la perfección y sentimos esa espiritualidad a lo largo de todo Quo Vadis de forma mágica.

Una dirección sobria que cuenta con la co-dirección (no acreditada) del gran Anthony MannUna espectacular fotografía de Robert Surtees en Technicolor resaltando esa amplia gama de colores y todo el film bajo la inmensa partitura musical del maestro Miklos Rozsa que le da especial importancia a las numerosas trompetas, tambores y cuernos como instrumentos musicales de la época de la antigua Roma, que le otorgan esa autenticidad musical a la función, la lástima es que aun estando nominado no obtuvo la preciada estatuilla (cosa que si conseguiría años después con Ben Hur).


quo-vadis


Pero por encima de todo , la impresionante personificación del gran Peter Ustinov en el papel de desquiciado y cruel emperador Nerón que sencillamente lo borda, para mí en una de las mejores interpretaciones del mundo del cine, con la ya mítica escena tocando la lira y cantando viendo a su Roma en llamas, con su locura y su excentricidad para dar pie a uno de los mayores psicópatas de la historia que ha existido jamás. Un emperador abominable a la altura del jurado de Hollywood que cometió una de las mayores injusticias de la historia del cine , ya no solo por no concederle el Oscar a él, sino a Quo Vadis en ninguna de sus 8 nominaciones.

Correcto Robert Taylor y hasta una Deborah Kerr que nunca fue santo de mi devoción aquí cumple con creces su papel de Lygia representando a la perfección la inocencia y la pureza cristiana.  Aunque justo después de Ustinov, el que más me ha fascinado ha sido Leo Glen en el maravilloso papel de Petronio, el fiel consejero y la conciencia de Nerón , esa adulación/burla hacia su "amado" emperador es genial, y como no, la maravillosa relación amorosa con la bella Eunice en una escena, la del suicidio, sencillamente magistral. Patricia Laffan como Apoppea representando al mal está también francamente bien con esa mirada tan pérfida y malvada como esposa de Nerón, el gigante e inseparable Ursus, Pedro, Pablo de Tarso, todos magníficos.


quo-vadis

El nacimiento y expansión del cristianismo y su posterior persecución hecho cine, un film colosal, apasionado y apasionante, que tal vez no sea la mejor del género, tal vez superada por "Ben Hur (1959)" y "Los diez mandamientos (1956)" (las obras maestras bíblicas) pero sí fue la pionera, y junto con "Sansón y Dalila (1949)" de De Mille inauguraron la era dorada de la epopeya histórica y de este maravilloso género.

Si hubiera fracasado en taquilla no se hubieran hecho más superproducciones bíblicas, sin ella no existiría Ben Hur, pero por suerte fue un éxito. Imitada en multitud de ocasiones, Quo Vadis dio pie a muchas películas sobre el género, pero ésta es sin duda una de los mejores películas religiosas jamás rodadas. Puro espectáculo. Una epopeya cinematográfica. O como dice el narrador (Walter Pigdeon) en el prólogo del film: "Esta es una historia sobre espadas, guerras, muertes, asesinatos y el triunfo de la cruz."


quo-vadis

Director: Mervyn LeRoy.

Intérpretes: Robert Taylor, Deborah Kerr, Peter Ustinov, Leo Genn, Patricia Laffan, Finlay Currie, Abraham Sofaer, Buddy Baer, Marina Berti.

Trailer:


Escena:


B.S.O.:


Reseña escrita por Francisco Mestanza Foyé

página-en-blanco
El llamado "Rey de los musicales" Stanley Donen se reunió con su actor fetiche; Cary Grant para rodar en territorio británico Pagina en blanco (1960, The Grass is greener) una de esas películas que bien podrían pasar por una obra de teatro en gran angular, básicamente tres escenarios, con el castillo estilista del matrimonio formado por Grant y Deborah Kerr como principal lugar de los hechos.

Un aristócrata (muy) venido a menos Victor Rhyall (Grant) al que le cuesta Dios y ayuda mantener su estilo de vida, debe de abrir su castillo a los curiosos vecinos y visitantes de alrededores, mientras en habitaciones contiguas del recinto él y su esposa Hilary (Kerr) hacen vida normal, manteniendo al servicio solo porque así dan una imagen de mayor enjundia, eso a pesar de los ruegos del mayordomo Sellers (Moray Watson) de ser despedido o de que le reduzcan el sueldo, pues se aburre soberanamente…Hasta que un buen día hace acto de aparición el multimillonario americano Charles Delarue (Robert Mitchum) quien acaba robándole el corazón a Hilary, a la cual conquista en un amor a primera vista, y luego en la visita de esta a Londres para tratar unos asuntos. Todo ello mientras los hijos del matrimonio, pasan una semana fuera. Para terminar de liar el asunto, la mejor amiga y máxima rival de Hilary, Hattie (Jean Simmons) acude rápidamente a consolar a Victor en vista de la inminente perdida de su esposa.

página-en-blanco

Los líos, los diálogos con segunda, los retos verbales e intelectuales, la falsa fachada de la aristocracia y su modus vivendis son aquí parodiados de forma mordaz y afiladísima. Estamos ante un film de corte clásico que no da respiro ninguno al espectador, los actores no paran de hablar y de retarse en todo momento unos a otros, echándose en cara todo tipo reproches del pasado, o directamente dejando caer verdades de forma indirecta. Evitando siempre el conflicto cara a cara, buscando la forma más fina de decirse la mayor de las barbaridades. Gana muchos puntos la cinta gracias a su notable casting; Grant, la elegancia personificada, le basta su porte de americano modelo (aquí revestido de Lord Ingles) para llenar los zapatos de su personaje. Kerr como la embobada y domesticada mujer al borde los cuarenta que desea sentirse deseada, tras pasar unos duros años sembrando champiñones como negocio paralelo al de la su Mansión/Museo. Jean Simmons como la chispeante amiga entrometida de la clase alta que vuela a la casa de su amiga para "cazar" a su marido ahora que este ha bajado la guardia y por último el enorme Robert Mitchum como un terrateniente americano hecho encaprichado de la mujer del prójimo. No conviene dejarse engañar por la fecha de rodaje, pues estamos ante un film que trata temas tremendamente adelantos para su época, y que porque no, pudo abrir la veda para futuras "revoluciones" como "La jauría humana (1966)" o "Adivina quién viene esta noche (1967)". Tanto en su visión del sexo, el amor y las relaciones de pareja, como del modus vivendis americano, el llamado "way of life".

página-en-blanco

Estamos ante un largometraje quizás no tan conocido como otras colaboraciones de Donen/Grant véase "Charada (1963)", pero tan reivindicable o más que aquella, donde uno ve claramente lo bien que los intérpretes se lo pasaron rodaron este engaño de casi dos horas, pleno de un demoledor uso del humor inteligente. Se elevan por encima de todas las escenas que tienen tanto a Grant y Simmons como protagonistas absolutos, atención a cuando este ejerce de barman de la primera. Y los duelos verbales, y luego pistola en mano entre Grant y Mitchum, con dos grandes del cine americano desatando todo repertorio para la comedia no exenta de galantería. Aunque quien de verdad roba el protagonismo cada vez que aparece en escena es el mayordomo Sellers, todo un cliché demolido a mayor gloria de un genial Moray Watson…El sólo quería escribir su propia novela.

Página en blanco es sobre todo una imprescindible para todo aquel que se digne a ser catalogado como un amante del cine clásico americano y de la comedia más sofisticada.

página-en-blanco

Título original: The grass is greener.

Director: Stanley Donen.

Intérpretes: Cary Grant, Deborah Kerr, Jean Simmons, Robert Mitchum, Moray Watson.


Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Jonathan Glez

PÁGINA EN BLANCO (1960). Elitista comedia plena de glamour.

página-en-blanco
El llamado "Rey de los musicales" Stanley Donen se reunió con su actor fetiche; Cary Grant para rodar en territorio británico Pagina en blanco (1960, The Grass is greener) una de esas películas que bien podrían pasar por una obra de teatro en gran angular, básicamente tres escenarios, con el castillo estilista del matrimonio formado por Grant y Deborah Kerr como principal lugar de los hechos.

Un aristócrata (muy) venido a menos Victor Rhyall (Grant) al que le cuesta Dios y ayuda mantener su estilo de vida, debe de abrir su castillo a los curiosos vecinos y visitantes de alrededores, mientras en habitaciones contiguas del recinto él y su esposa Hilary (Kerr) hacen vida normal, manteniendo al servicio solo porque así dan una imagen de mayor enjundia, eso a pesar de los ruegos del mayordomo Sellers (Moray Watson) de ser despedido o de que le reduzcan el sueldo, pues se aburre soberanamente…Hasta que un buen día hace acto de aparición el multimillonario americano Charles Delarue (Robert Mitchum) quien acaba robándole el corazón a Hilary, a la cual conquista en un amor a primera vista, y luego en la visita de esta a Londres para tratar unos asuntos. Todo ello mientras los hijos del matrimonio, pasan una semana fuera. Para terminar de liar el asunto, la mejor amiga y máxima rival de Hilary, Hattie (Jean Simmons) acude rápidamente a consolar a Victor en vista de la inminente perdida de su esposa.

página-en-blanco

Los líos, los diálogos con segunda, los retos verbales e intelectuales, la falsa fachada de la aristocracia y su modus vivendis son aquí parodiados de forma mordaz y afiladísima. Estamos ante un film de corte clásico que no da respiro ninguno al espectador, los actores no paran de hablar y de retarse en todo momento unos a otros, echándose en cara todo tipo reproches del pasado, o directamente dejando caer verdades de forma indirecta. Evitando siempre el conflicto cara a cara, buscando la forma más fina de decirse la mayor de las barbaridades. Gana muchos puntos la cinta gracias a su notable casting; Grant, la elegancia personificada, le basta su porte de americano modelo (aquí revestido de Lord Ingles) para llenar los zapatos de su personaje. Kerr como la embobada y domesticada mujer al borde los cuarenta que desea sentirse deseada, tras pasar unos duros años sembrando champiñones como negocio paralelo al de la su Mansión/Museo. Jean Simmons como la chispeante amiga entrometida de la clase alta que vuela a la casa de su amiga para "cazar" a su marido ahora que este ha bajado la guardia y por último el enorme Robert Mitchum como un terrateniente americano hecho encaprichado de la mujer del prójimo. No conviene dejarse engañar por la fecha de rodaje, pues estamos ante un film que trata temas tremendamente adelantos para su época, y que porque no, pudo abrir la veda para futuras "revoluciones" como "La jauría humana (1966)" o "Adivina quién viene esta noche (1967)". Tanto en su visión del sexo, el amor y las relaciones de pareja, como del modus vivendis americano, el llamado "way of life".

página-en-blanco

Estamos ante un largometraje quizás no tan conocido como otras colaboraciones de Donen/Grant véase "Charada (1963)", pero tan reivindicable o más que aquella, donde uno ve claramente lo bien que los intérpretes se lo pasaron rodaron este engaño de casi dos horas, pleno de un demoledor uso del humor inteligente. Se elevan por encima de todas las escenas que tienen tanto a Grant y Simmons como protagonistas absolutos, atención a cuando este ejerce de barman de la primera. Y los duelos verbales, y luego pistola en mano entre Grant y Mitchum, con dos grandes del cine americano desatando todo repertorio para la comedia no exenta de galantería. Aunque quien de verdad roba el protagonismo cada vez que aparece en escena es el mayordomo Sellers, todo un cliché demolido a mayor gloria de un genial Moray Watson…El sólo quería escribir su propia novela.

Página en blanco es sobre todo una imprescindible para todo aquel que se digne a ser catalogado como un amante del cine clásico americano y de la comedia más sofisticada.

página-en-blanco

Título original: The grass is greener.

Director: Stanley Donen.

Intérpretes: Cary Grant, Deborah Kerr, Jean Simmons, Robert Mitchum, Moray Watson.


Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Jonathan Glez

suspense
Una de las maldiciones mas recurrentes en el cine de terror han sido sin duda las casas encantadas, muchos buenos títulos nos encontramos dentro de este subgénero: "El caserón de las sombras (1932)" de  James Whale, "House on haunted hill (1959)" de William Castle, la espléndida "The Haunting (1963)" de Robert Wise y la que traemos hoy y que para mi es la mejor de todas, "The Innocents" de Jack Clayton. Para empezar creo que encontraremos pocos casos tan claros de como el título en español puede llegar a dañar la imagen de una película, no se a que erudito distribuidor español se le ocurrió ponerle a esta absoluta obra maestra un nombre tan estereotipado e inadecuado como "Suspense", algo que creo que ha sido clave para que este film hubiese llegado a un público mas amplio. Partiendo de una clásica historia de terror gótico de la época victoriana basada en el relato de Henry James "Otra vuelta de tuerca", cuenta con Truman Capote para su adaptación. Una vez mas la gran Deborah Kerr vuelve a estar inmejorable en su rol de una puritana niñera que al vivir tantos horrores por las estancias del inmenso palacio, empieza a dudar de su propia salud mental. A destacar también la pareja de niños protagonistas que llevan a cabo una interpretación mas que correcta para su corta edad: Pamela Franklin como Flora y sobre todo Martin Stephens en el papel de Miles, el niño que mas problemas crea a la pobre institutriz. 

suspense

Voces que susurran desde muy lejos, el viento y la lluvia golpeando las ventanas, arañas que salen de la fuente del jardín, ingredientes indispensables en cualquier historia de terror clásica pero que aquí funcionan a un nivel de perfección que llega a asombrar y que no se nutre solo de la oscuridad y la noche, como demuestra esa ejemplar secuencia en el lago a plena luz del día y bajo la lluvia cuando la niñera observa horrorizada la figura de una  mujer  en la otra orilla ante la imposibilidad (o negación) de verla por parte de Flora. Excelente fotografía en blanco y negro de Freddie Francis, todo un maestro de la luz, autor de obras brillantes como "El hombre elefante (1980)" de David Lynch, y que quizá cometió un error al pasarse a la dirección en esta misma década, ya que sus películas tanto para la Hammer como la Amicus nunca tuvieron el buen hacer de directores tan correctos como Jack Clayton, autor de títulos clave en el  cine de terror como "A las nueve cada noche (1967)" o "El carnaval de las tinieblas (1983)",esta última con guión de Ray Bradbury según su propio relato.

suspense


Título original: The Innocents.

Director: Jack Clayton.

Intérpretes: Deborah Kerr, Peter Wyngarde, Megs Jenkins, Pamela Franklin, Martin Stephens, Michael Redgrave.

Trailer:


Escena:



Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez

SUSPENSE (1961). La casa encantada de Jack Clayton.

suspense
Una de las maldiciones mas recurrentes en el cine de terror han sido sin duda las casas encantadas, muchos buenos títulos nos encontramos dentro de este subgénero: "El caserón de las sombras (1932)" de  James Whale, "House on haunted hill (1959)" de William Castle, la espléndida "The Haunting (1963)" de Robert Wise y la que traemos hoy y que para mi es la mejor de todas, "The Innocents" de Jack Clayton. Para empezar creo que encontraremos pocos casos tan claros de como el título en español puede llegar a dañar la imagen de una película, no se a que erudito distribuidor español se le ocurrió ponerle a esta absoluta obra maestra un nombre tan estereotipado e inadecuado como "Suspense", algo que creo que ha sido clave para que este film hubiese llegado a un público mas amplio. Partiendo de una clásica historia de terror gótico de la época victoriana basada en el relato de Henry James "Otra vuelta de tuerca", cuenta con Truman Capote para su adaptación. Una vez mas la gran Deborah Kerr vuelve a estar inmejorable en su rol de una puritana niñera que al vivir tantos horrores por las estancias del inmenso palacio, empieza a dudar de su propia salud mental. A destacar también la pareja de niños protagonistas que llevan a cabo una interpretación mas que correcta para su corta edad: Pamela Franklin como Flora y sobre todo Martin Stephens en el papel de Miles, el niño que mas problemas crea a la pobre institutriz. 

suspense

Voces que susurran desde muy lejos, el viento y la lluvia golpeando las ventanas, arañas que salen de la fuente del jardín, ingredientes indispensables en cualquier historia de terror clásica pero que aquí funcionan a un nivel de perfección que llega a asombrar y que no se nutre solo de la oscuridad y la noche, como demuestra esa ejemplar secuencia en el lago a plena luz del día y bajo la lluvia cuando la niñera observa horrorizada la figura de una  mujer  en la otra orilla ante la imposibilidad (o negación) de verla por parte de Flora. Excelente fotografía en blanco y negro de Freddie Francis, todo un maestro de la luz, autor de obras brillantes como "El hombre elefante (1980)" de David Lynch, y que quizá cometió un error al pasarse a la dirección en esta misma década, ya que sus películas tanto para la Hammer como la Amicus nunca tuvieron el buen hacer de directores tan correctos como Jack Clayton, autor de títulos clave en el  cine de terror como "A las nueve cada noche (1967)" o "El carnaval de las tinieblas (1983)",esta última con guión de Ray Bradbury según su propio relato.

suspense


Título original: The Innocents.

Director: Jack Clayton.

Intérpretes: Deborah Kerr, Peter Wyngarde, Megs Jenkins, Pamela Franklin, Martin Stephens, Michael Redgrave.

Trailer:


Escena:



Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez

julio césar
Película ambientada en un momento crucial de la historia de Roma. Durante el ascenso de Julio César, entre los años  49 y 46 A.C., cuando comenzó a gestar sus aspiraciones para transformar la República en un régimen totalitario, convirtiéndose así en un Soberano cuyos poderes doblegaran incluso hasta el Senado. Julio César, conocido personaje histórico, pertenecía a la clase de los nobles o patricios. Con una notable formación y perteneciente a una buena familia, vivió desde muy joven el poder de las batallas políticas.  Se vio obligado a abandonar Roma antes de los 20 años, dominada entonces por Sila, ya que estaba en contra de los "optimates". Durante toda su carrera militar se le consideró un gran estratega y batallador que obtuvo para su Imperio numerosas victorias en las Galias. Formó triunvirato con Craso y Pompeyo, siendo éste el último escollo derrotado para que Julio César se alzara con el poder absoluto. Durante su vida acumuló tantas victorias como enemistades de otras familias Patricias. A partir del drama homónimo de William Shakespeare, Joseph Leo Mankiewicz escribió y dirigió este gran clásico de la literatura siendo bastante fiel al texto original, para narrar los acontecimientos que desencadenaron el asesinato de Julio César y los sucesos posteriores que culminaron en la derrota de los conjurados a manos de los populares romanos, capitaneados por Marco Antonio. En la cinta podemos advertir un relato dividido en dos partes. 

julio césar

Una primera parte donde se muestran los motivos que conducen a elaborar una conspiración, inicialmente ideada por Casio (John Gielgud), el más inteligente, pensador y férreo defensor de la república y Bruto (James Mason), el hijo adoptivo de Julio César que comienza a debatirse en dudas y contradicciones frente al temor de que su mentor, hombre amado y respetado por él, se pervierta por la ambición y el poder desmedidos. Las actuaciones de ambos actores resultan impecables en la declamación de su texto al estilo de Shakespeare. En la segunda parte de la película, cuando César ya ha sido asesinado, Marco Antonio (Marlon Brando), toma el relevo actoral con una de las más grandes interpretaciones que se recuerdan marcando un hito al recitar a Shakespeare de una manera bien diferente a sus compañeros de escena. Se dice que Brando hablaba desde sus entrañas, con profundidad y emoción, sin dejarse limitar por las formas y que su interpretación fluía con una naturalidad nunca vista antes en ningún tipo de actuación. Crucial en la película resulta su discurso frente a la multitud que Bruto ya ha convencido con palabras como:

"Libertad contra la ambición, la tiranía. Amaba a César, pero mucho más amo a Roma".

Tras este discurso, Marco Antonio que no ha participado en el asesinato queda en una situación de vulnerabilidad, más aún, cuando no era considerado ni siquiera hombre culto  que pudiera poner en peligro la "Conspiración de los intelectuales". Sin embargo, la sorpresa es mayúscula cuando descubrimos el gran poder de convicción que Brando ejerce sobre las masas en un discurso para la Historia del cine, donde la cámara lo mantiene siempre en un contrapicado y él mismo se expresa con naturalidad, sin alzar los brazos, sin aspavientos y con una profunda emoción, del todo creíble para las multitudes. Unos magistrales primeros planos nos muestran el brillo de la ambición en su mirada: El mejor manipulador de todo el relato ha jugado sus cartas y ha ganado.

julio césar


"Vengo aquí a inhumar a César pero no a glorificarle. El mal que hacen los hombres le sobrevive, el bien queda frecuentemente sepultado con sus huesos".

"Con la venia de Bruto y los demás, puesto que Bruto es un hombre honrado, como honrados son todos los demás, vengo a hablaros en el funeral de César".

 "El honorable Bruto os ha dicho que César era ambicioso. Si lo fue, era la suya una falta grave y gravemente ha pagado su ambición".

 Y viendo una vez más Julio Cesar nos preguntamos: ¿realmente hace falta algo más?

La película, al igual que el texto literario original, utiliza un hecho histórico para ofrecernos una reflexión ya no sólo sobre la política, también sobre el poder y la ambición. Es un excelente retrato de la complejidad y la contradicción de la condición humana. Un certero análisis de las pasiones humanas, muy del estilo shakespeariano, que giran en torno al problema  del resentimiento, el deseo de venganza y el cumplimiento del deber por encima de los sentimientos personales del hombre de estado. Joseph L. Mankiewicz, consiguió su primer éxito con "Carta a tres esposas (1949)" por la que en 1950 ganó los Oscar a la mejor dirección y al mejor guión. Al año siguiente Mankiewicz repitió doblete con una obra maestra: "Eva al desnudo". 

julio césar

Habiendo conseguido el suficiente prestigio y consideración profesional, decidió abordar su gran pasión, el teatro clásico, adaptando para las pantallas Julio César de William Shakespeare. Para Mankiewicz era algo natural porque cine y teatro eran para él prácticamente lo mismo.  Para el papel del atormentado Bruto, el magnicida que se debate entre el deber patriótico como ciudadano y el honor, la amistad y el cariño que sentía por César, Mankiewicz eligió al británico James Mason, con el que ya había trabajado un año antes en "Operación Cicerón". Casio, otro de los conspiradores, fue interpretado por uno de los mejores actores shakespearianos de todos los tiempos, el gran John Gielgud, al que Mankiewicz acudió a ver actuar expresamente en Stratford-on-Avon, la cuna del dramaturgo inglés. Aunque Brando no era la primera opción del director, consiguió el papel. Brando no poseía la ductilidad ni el genuino acento inglés que los más puristas exigían para el personaje pero llenó a su Marco Antonio de fuerza y tensión. "Es como abrir un horno caliente dentro de una habitación oscura", dijo de su actuación John Huston. La concatenación de discursos en las escalinatas de Bruto (Mason) y Marco Antonio (Brando) es inolvidable y el tratamiento visual digno de admiración, con un estupendo trabajo de cámara de Mankiewicz y Joseph Ruttenberg. La gran labor en la dirección artística de Cedric Gibbons también es digna de mención, ya que los escenarios resultan imprescindibles para enmarcar los diálogos actorales. La ambientación escénica destaca curiosamente por no presentar una Roma lujosa, sino una Roma con una población ociosa y sin muchos recursos. Una ciudad con escasos lugares abiertos, con callejuelas sombrías y planos austeros acotados en espacios. Una puesta en escena muy teatral donde la cámara se encarga de resaltar  el discurso de los actores. 

julio césar

Todo ello dota al film de un ambiente tenso, serio, amenazador, lleno de insidias, en donde se abordan asuntos como la envidia, la traición, la ambición, el honor, la lealtad, la tiranía, el poder o la fragilidad de éste. Una contradicción constante entre lo que puede ser auténtico o pura falsedad. Casio y Bruto, se presentan como dos nobles que defienden la libertad y desean mantener el poder de la república frente a la posibilidad de una dictadura. Pero bajo el discurso aparente, el espectador es capaz de apreciar una duda razonable en sus nobles intenciones. Tras la muerte del gran líder, será su gran amigo y aliado, Marco Antonio  quien vuelva a demostrar que nadie es completamente bueno o malo, que las buenas intenciones pueden llevar implícitas deseos egoístas y que las cosas no son siempre lo que aparentan. En el segundo tramo del metraje, ambientado ya en el campo de batalla, luchando los conspiradores contra el ejército de Roma es cuando la trama decae algo en su intensidad y se hace más predecible. Destaca en esta parte la escena dentro de la tienda de campaña donde yace muerto Casio, y Marco Antonio le dedica unas palabras de elogio como único hombre de verdadero honor. La opinión de los eruditos sobre los logros de Julio César está dividida. Algunos lo consideran un tirano sin escrúpulos, con un insaciable apego al poder, y le culpan de la desaparición de la República de Roma. Otros admiten que pudo ser cruel, pero insisten en que la República ya estaba destruida. Mantienen que para salvar el mundo romano del caos debía crearse una nueva clase de gobierno. En realidad, las reformas de César dieron estabilidad al mundo mediterráneo. También fue un general excepcional, que inspiró lealtad a sus soldados. En tanto que una de las figuras más notables del mundo antiguo, fue el tema de muchas obras literarias y biográficas, incluido el drama Julio.

julio césar

Título original: Julius Caesar.

Director: Joseph L. Mankiewicz.

Intérpretes: Marlon Brando, Louis Calhern, Deborah Kerr, James Mason, Greer Garson, John Gielgud, Edmond O'Brien.

Trailer:


Escena:



B.S.O.:



Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

Quizás también pueda interesarle:
más películas de Marlon Brando

JULIO CÉSAR (1953). El drama histórico de Joseph L. Mankiewicz.

julio césar
Película ambientada en un momento crucial de la historia de Roma. Durante el ascenso de Julio César, entre los años  49 y 46 A.C., cuando comenzó a gestar sus aspiraciones para transformar la República en un régimen totalitario, convirtiéndose así en un Soberano cuyos poderes doblegaran incluso hasta el Senado. Julio César, conocido personaje histórico, pertenecía a la clase de los nobles o patricios. Con una notable formación y perteneciente a una buena familia, vivió desde muy joven el poder de las batallas políticas.  Se vio obligado a abandonar Roma antes de los 20 años, dominada entonces por Sila, ya que estaba en contra de los "optimates". Durante toda su carrera militar se le consideró un gran estratega y batallador que obtuvo para su Imperio numerosas victorias en las Galias. Formó triunvirato con Craso y Pompeyo, siendo éste el último escollo derrotado para que Julio César se alzara con el poder absoluto. Durante su vida acumuló tantas victorias como enemistades de otras familias Patricias. A partir del drama homónimo de William Shakespeare, Joseph Leo Mankiewicz escribió y dirigió este gran clásico de la literatura siendo bastante fiel al texto original, para narrar los acontecimientos que desencadenaron el asesinato de Julio César y los sucesos posteriores que culminaron en la derrota de los conjurados a manos de los populares romanos, capitaneados por Marco Antonio. En la cinta podemos advertir un relato dividido en dos partes. 

julio césar

Una primera parte donde se muestran los motivos que conducen a elaborar una conspiración, inicialmente ideada por Casio (John Gielgud), el más inteligente, pensador y férreo defensor de la república y Bruto (James Mason), el hijo adoptivo de Julio César que comienza a debatirse en dudas y contradicciones frente al temor de que su mentor, hombre amado y respetado por él, se pervierta por la ambición y el poder desmedidos. Las actuaciones de ambos actores resultan impecables en la declamación de su texto al estilo de Shakespeare. En la segunda parte de la película, cuando César ya ha sido asesinado, Marco Antonio (Marlon Brando), toma el relevo actoral con una de las más grandes interpretaciones que se recuerdan marcando un hito al recitar a Shakespeare de una manera bien diferente a sus compañeros de escena. Se dice que Brando hablaba desde sus entrañas, con profundidad y emoción, sin dejarse limitar por las formas y que su interpretación fluía con una naturalidad nunca vista antes en ningún tipo de actuación. Crucial en la película resulta su discurso frente a la multitud que Bruto ya ha convencido con palabras como:

"Libertad contra la ambición, la tiranía. Amaba a César, pero mucho más amo a Roma".

Tras este discurso, Marco Antonio que no ha participado en el asesinato queda en una situación de vulnerabilidad, más aún, cuando no era considerado ni siquiera hombre culto  que pudiera poner en peligro la "Conspiración de los intelectuales". Sin embargo, la sorpresa es mayúscula cuando descubrimos el gran poder de convicción que Brando ejerce sobre las masas en un discurso para la Historia del cine, donde la cámara lo mantiene siempre en un contrapicado y él mismo se expresa con naturalidad, sin alzar los brazos, sin aspavientos y con una profunda emoción, del todo creíble para las multitudes. Unos magistrales primeros planos nos muestran el brillo de la ambición en su mirada: El mejor manipulador de todo el relato ha jugado sus cartas y ha ganado.

julio césar


"Vengo aquí a inhumar a César pero no a glorificarle. El mal que hacen los hombres le sobrevive, el bien queda frecuentemente sepultado con sus huesos".

"Con la venia de Bruto y los demás, puesto que Bruto es un hombre honrado, como honrados son todos los demás, vengo a hablaros en el funeral de César".

 "El honorable Bruto os ha dicho que César era ambicioso. Si lo fue, era la suya una falta grave y gravemente ha pagado su ambición".

 Y viendo una vez más Julio Cesar nos preguntamos: ¿realmente hace falta algo más?

La película, al igual que el texto literario original, utiliza un hecho histórico para ofrecernos una reflexión ya no sólo sobre la política, también sobre el poder y la ambición. Es un excelente retrato de la complejidad y la contradicción de la condición humana. Un certero análisis de las pasiones humanas, muy del estilo shakespeariano, que giran en torno al problema  del resentimiento, el deseo de venganza y el cumplimiento del deber por encima de los sentimientos personales del hombre de estado. Joseph L. Mankiewicz, consiguió su primer éxito con "Carta a tres esposas (1949)" por la que en 1950 ganó los Oscar a la mejor dirección y al mejor guión. Al año siguiente Mankiewicz repitió doblete con una obra maestra: "Eva al desnudo". 

julio césar

Habiendo conseguido el suficiente prestigio y consideración profesional, decidió abordar su gran pasión, el teatro clásico, adaptando para las pantallas Julio César de William Shakespeare. Para Mankiewicz era algo natural porque cine y teatro eran para él prácticamente lo mismo.  Para el papel del atormentado Bruto, el magnicida que se debate entre el deber patriótico como ciudadano y el honor, la amistad y el cariño que sentía por César, Mankiewicz eligió al británico James Mason, con el que ya había trabajado un año antes en "Operación Cicerón". Casio, otro de los conspiradores, fue interpretado por uno de los mejores actores shakespearianos de todos los tiempos, el gran John Gielgud, al que Mankiewicz acudió a ver actuar expresamente en Stratford-on-Avon, la cuna del dramaturgo inglés. Aunque Brando no era la primera opción del director, consiguió el papel. Brando no poseía la ductilidad ni el genuino acento inglés que los más puristas exigían para el personaje pero llenó a su Marco Antonio de fuerza y tensión. "Es como abrir un horno caliente dentro de una habitación oscura", dijo de su actuación John Huston. La concatenación de discursos en las escalinatas de Bruto (Mason) y Marco Antonio (Brando) es inolvidable y el tratamiento visual digno de admiración, con un estupendo trabajo de cámara de Mankiewicz y Joseph Ruttenberg. La gran labor en la dirección artística de Cedric Gibbons también es digna de mención, ya que los escenarios resultan imprescindibles para enmarcar los diálogos actorales. La ambientación escénica destaca curiosamente por no presentar una Roma lujosa, sino una Roma con una población ociosa y sin muchos recursos. Una ciudad con escasos lugares abiertos, con callejuelas sombrías y planos austeros acotados en espacios. Una puesta en escena muy teatral donde la cámara se encarga de resaltar  el discurso de los actores. 

julio césar

Todo ello dota al film de un ambiente tenso, serio, amenazador, lleno de insidias, en donde se abordan asuntos como la envidia, la traición, la ambición, el honor, la lealtad, la tiranía, el poder o la fragilidad de éste. Una contradicción constante entre lo que puede ser auténtico o pura falsedad. Casio y Bruto, se presentan como dos nobles que defienden la libertad y desean mantener el poder de la república frente a la posibilidad de una dictadura. Pero bajo el discurso aparente, el espectador es capaz de apreciar una duda razonable en sus nobles intenciones. Tras la muerte del gran líder, será su gran amigo y aliado, Marco Antonio  quien vuelva a demostrar que nadie es completamente bueno o malo, que las buenas intenciones pueden llevar implícitas deseos egoístas y que las cosas no son siempre lo que aparentan. En el segundo tramo del metraje, ambientado ya en el campo de batalla, luchando los conspiradores contra el ejército de Roma es cuando la trama decae algo en su intensidad y se hace más predecible. Destaca en esta parte la escena dentro de la tienda de campaña donde yace muerto Casio, y Marco Antonio le dedica unas palabras de elogio como único hombre de verdadero honor. La opinión de los eruditos sobre los logros de Julio César está dividida. Algunos lo consideran un tirano sin escrúpulos, con un insaciable apego al poder, y le culpan de la desaparición de la República de Roma. Otros admiten que pudo ser cruel, pero insisten en que la República ya estaba destruida. Mantienen que para salvar el mundo romano del caos debía crearse una nueva clase de gobierno. En realidad, las reformas de César dieron estabilidad al mundo mediterráneo. También fue un general excepcional, que inspiró lealtad a sus soldados. En tanto que una de las figuras más notables del mundo antiguo, fue el tema de muchas obras literarias y biográficas, incluido el drama Julio.

julio césar

Título original: Julius Caesar.

Director: Joseph L. Mankiewicz.

Intérpretes: Marlon Brando, Louis Calhern, Deborah Kerr, James Mason, Greer Garson, John Gielgud, Edmond O'Brien.

Trailer:


Escena:



B.S.O.:



Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard

Quizás también pueda interesarle:
más películas de Marlon Brando

el rey y yo 1956
La trama se desarrolla a finales del siglo XIX, en la década de 1860. La británica Anna Leonowens (Deborah Kerr), mujer de ideas liberales y feministas, muy adelantada a su tiempo, llega a Siam, junto a su hijo de 10 años, para desempeñar el cargo de institutriz de las múltiples esposas e hijos del rey Mongkut (Yul Brynner). Su primer desencuentro con el rey comienza cuando no se cumple la parte del contrato en la que se le aseguraba a Anna una casa para ella y su hijo. Entre sus múltiples imposiciones la obliga a sentarse en el suelo debido a una antigua costumbre de que la cabeza de nadie debe estar más alta que la suya. El choque de los fuertes caracteres de ambos dará lugar a fuertes desencuentros al inicio de su relación, pero poco a poco, y debido a la enorme curiosidad del rey por el conocimiento, la ciencia y las costumbres occidentales acabará surgiendo algo entre los dos. A la vez que él va cambiando su actitud también Anna irá siendo más flexible y comprensiva con las costumbres de Siam, con lo que se da una transformación de ambos que dará paso a una nueva relación de amistad acompañado de un enamoramiento- que no llega a hacerse expreso- entre los dos. Pero el fuerte carácter del rey hará más adelante que se rompa esa cordialidad. El embajador inglés Sir Edward Ramsey visita al rey, y él encarga a Anna a preparar todo el palacio para su visita. Durante aquella visita la concubina Tuptim (Rita Moreno), quien ama al embajador de Burma, presenta un obra de teatro tailandesa que adapta la famosa obra americana "La cabaña del tío Tom (1965)".

el rey y yo

Ambos intentan huir pero el rey ordena matar al amante. Al intentar azotar a Tuptim, Anna consigue que no lo haga y finalmente le hace caso. Pero aun así Anna decide volver a Gales. Al ser informada de que el rey está gravemente enfermo, vuelve y decide quedarse en Siam para transformar a sus hijos educándoles al modo occidental y así intentar cambiar la forma de gobernar el país. La historia no sólo nos muestra el conflicto hombre- mujer, va mucho más allá, al mostrarnos el choque entre culturas, el choque entre la modernidad de la civilización occidental del siglo XIX con las fuertes y arcaicas tradiciones de la sociedad oriental de Siam. Anna Leonowens escribió sus memorias sobre sus experiencias en la corte de Siam, memorias que fueron recogidas por la escritora Margaret Landon en su novela "Anna y el rey de Siam" (Ann and the King of Siam). El rey Mongkut es considerado por los historiadores como uno de los más importantes monarcas de la dinastía Chankri de Siam. El enorme éxito de ventas de la obra hizo que fuera llevada al cine por vez primera en 1946, "Ana y el rey de Siam", del director John Cronwell, con la excelente actriz Irene Dunne ( "Cimarrón (1931)", "Tú y yo (1939)", "Serenata nostálgica (1941)") y con el camaleónico y gran actor británico Rex Harrison ("El fantasma y la Señora Muir (1946)", "Cleopatra (1963)", "My Fair Lady (1964)") metiéndose en la piel del rey de Siam.

el rey y yo

La cinta es excelente así como el extraordinario duelo interpretativo entre ambos. En los años 50 los autores Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II ("Al sur del Pacífico (1958)", "Oklahoma (1955)", "Sonrisas y Lágrimas (1965)") adaptaron la obra para crear el que sería uno de los musicales más exitosos de Broadway, llegándose a representar aún en nuestros días como ocurre con otros míticos musicales como "Cats", "Hair" o "Sonrisas y Lágrimas". La obra se estrenó en Broadway en marzo de 1951. En los papeles principales estaban Gertrude Lawrence como Anna Leonowens y Yul Brynner como el rey Mongkut. Brynner, al igual que le pasó a Rex Harrison con el musical "My Fair Lady", interpretó también el papel en la versión cinematográfica y en dos nuevas producciones en Broadway en 1977 y 1985. Hizo del rey Mongkut nada más y nada menos que unas 4.000 veces, todo un récord. Para la versión cinematográfica la Fox compró los derechos de la obra musical y eligió a Walter Lang ("Siempre en tus brazos (1947)"), "Can-Can (1960)") para dirigirla.

el rey y yo

Fue producida por Charles Brackett y Darryl F.Zanuck y se utilizó el muy entonces novedoso sistema CinemaScope-55 con una pista Estéreo de 6 canales. Yul Brynner está realmente sublime en el papel más querido por él de toda su carrera. Actúa, al igual que pasa con otros excelentes actores de películas musicales sin dotes para el canto, cantando las canciones de una manera peculiar. Su comicidad en algunas partes de la cinta contrasta con el enorme dramatismo de otras demostrando su enorme talento. Actor nacido en Rusia, comenzó su carrera artística como acróbata en uno de los circos de París. Un accidente le produjo una lesión en la espalda que le apartó del circo e hizo que se dedicara al mundo de la interpretación. No era calvo, como puede comprobarse en la excelente película "Salomón y la reina de Saba (1959)", de King Vidor, junto a la mítica Gina Lollobrigida. El actor se rapó la cabeza, al parecer para el papel del rey Ramses II,en la mítica cinta de Cecil B. De Mile "Los diez mandamientos (1956)", dándole esa personalidad tan definida que le hizo tomar la decisión de mantener esa imagen el resto de su carrera. En su extensa fimografía hay que destacar "Anastasia (1956)" de Anatole Lyvak y la excelente "Los Siete Magníficos (1960)", de John Sturges.

el rey y yo

Para el papel de Anna en un principio se pensó en la propia Gertrud Lawrence pero por desgracia la actriz falleció a consecuencia de un cáncer. Se barajaron a otras importantes actrices entre las cuales estaban Dinah Shore y Maureen O’Hara, pero finalmente Yul Brynner presionó a los productores para que fuera escogida Deborah Kerr ("Tú y yo (1956)", "Tres vidas errantes (1961)") a pesar de que tendría que ser doblada en las canciones por la soprano Marni Nixon, quien posteriormente haría lo mismo con Natalie Wood en "West Side Story (1961)" y con Audrey Hepburn en "My Fair Lady (1964)". A pesar de ser doblada su interpretación es sobresaliente y fue nominada al Óscar a la mejor actriz. Ambos irradian magia y tienen una excelente química en pantalla como muy bien se puede ver en el mítico número musical de la película en el que ella le enseña al rey a bailar, "Shall we dance?". En el reparto también hay que destacar a Rita Moreno -Inolvidable Anita en "West Side Story (1961)" como Tuptim, la concubina del rey. Al parecer en un principio se le ofreció el papel a la afroamericana Dorothy Dandridge ("Carmen Jones (1956)" pero al parecer no lo aceptó porque no quería interpretar a una esclava.

el rey y yo

Fue nominada a nueve Óscar de Hollywood, de los cuales ganó 5 estatuillas debido a la fuerte competencia con el clásico "La vuelta al mundo en 80 días (1956)", de Michael Anderson, adaptación de la famosa novela de Julio Verne con un interminable desfile de cameos de grandes estrellas del cine y el teatro de las décadas de los 30, 40 y 50. Finalmente ambas cintas se hicieron con 5 estatuillas cada una, llevándose la relativa al mejor filme la de Anderson. "El rey y yo" consiguió los relativos al mejor actor (Yul Brynner), la mejor dirección artística, mejor vestuario en color (Irene Sharaff), mejor sonido y mejor adaptación musical (Alfred Newman y Ken Darby). Cabe destacar que la Fox realizó un remake de este musical en dibujos animados en 1999, dirigida por Richard Rich. La obra en la que se basa tuvo también una muy aclamada adaptación en 1996, "Ana y el rey", a cargo de Andy Tennant con Jodie Foster como Anna Leonowens y Chow Yun-Fat como el rey Mogkut. Estamos ante uno de los grandes clásicos del género musical sin duda alguna, con unos excelentes Brynner y Kerr, cuya iconografía y peculiar diseño de vestuario y uso del color (destacando los tonos naranjas) forman parte de la historia del séptimo arte.

Frase para recordar: "¿Es que no soy nadie aquí, que debo aceptar órdenes de maestra inglesa?, ¡yo soy rey y nací para serlo y gobernaré Siam a mi manera!".

el rey y yo
el rey y yo














Título original: The King and I.

Director: Walter Lang.

Intérpretes: Deborah Kerr, Yul Brynner, Rita Moreno, Martin Benson, Terry Saunders, Carlos Rivas.


Trailer:


Escena:


B.S.O.:



Información complementaria:

Reseña escrita por Alfonso Torres Gallego

Sígueme por: 
Google+ 
Twitter

EL REY Y YO (1956). El musical de Walter Lang.

el rey y yo 1956
La trama se desarrolla a finales del siglo XIX, en la década de 1860. La británica Anna Leonowens (Deborah Kerr), mujer de ideas liberales y feministas, muy adelantada a su tiempo, llega a Siam, junto a su hijo de 10 años, para desempeñar el cargo de institutriz de las múltiples esposas e hijos del rey Mongkut (Yul Brynner). Su primer desencuentro con el rey comienza cuando no se cumple la parte del contrato en la que se le aseguraba a Anna una casa para ella y su hijo. Entre sus múltiples imposiciones la obliga a sentarse en el suelo debido a una antigua costumbre de que la cabeza de nadie debe estar más alta que la suya. El choque de los fuertes caracteres de ambos dará lugar a fuertes desencuentros al inicio de su relación, pero poco a poco, y debido a la enorme curiosidad del rey por el conocimiento, la ciencia y las costumbres occidentales acabará surgiendo algo entre los dos. A la vez que él va cambiando su actitud también Anna irá siendo más flexible y comprensiva con las costumbres de Siam, con lo que se da una transformación de ambos que dará paso a una nueva relación de amistad acompañado de un enamoramiento- que no llega a hacerse expreso- entre los dos. Pero el fuerte carácter del rey hará más adelante que se rompa esa cordialidad. El embajador inglés Sir Edward Ramsey visita al rey, y él encarga a Anna a preparar todo el palacio para su visita. Durante aquella visita la concubina Tuptim (Rita Moreno), quien ama al embajador de Burma, presenta un obra de teatro tailandesa que adapta la famosa obra americana "La cabaña del tío Tom (1965)".

el rey y yo

Ambos intentan huir pero el rey ordena matar al amante. Al intentar azotar a Tuptim, Anna consigue que no lo haga y finalmente le hace caso. Pero aun así Anna decide volver a Gales. Al ser informada de que el rey está gravemente enfermo, vuelve y decide quedarse en Siam para transformar a sus hijos educándoles al modo occidental y así intentar cambiar la forma de gobernar el país. La historia no sólo nos muestra el conflicto hombre- mujer, va mucho más allá, al mostrarnos el choque entre culturas, el choque entre la modernidad de la civilización occidental del siglo XIX con las fuertes y arcaicas tradiciones de la sociedad oriental de Siam. Anna Leonowens escribió sus memorias sobre sus experiencias en la corte de Siam, memorias que fueron recogidas por la escritora Margaret Landon en su novela "Anna y el rey de Siam" (Ann and the King of Siam). El rey Mongkut es considerado por los historiadores como uno de los más importantes monarcas de la dinastía Chankri de Siam. El enorme éxito de ventas de la obra hizo que fuera llevada al cine por vez primera en 1946, "Ana y el rey de Siam", del director John Cronwell, con la excelente actriz Irene Dunne ( "Cimarrón (1931)", "Tú y yo (1939)", "Serenata nostálgica (1941)") y con el camaleónico y gran actor británico Rex Harrison ("El fantasma y la Señora Muir (1946)", "Cleopatra (1963)", "My Fair Lady (1964)") metiéndose en la piel del rey de Siam.

el rey y yo

La cinta es excelente así como el extraordinario duelo interpretativo entre ambos. En los años 50 los autores Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II ("Al sur del Pacífico (1958)", "Oklahoma (1955)", "Sonrisas y Lágrimas (1965)") adaptaron la obra para crear el que sería uno de los musicales más exitosos de Broadway, llegándose a representar aún en nuestros días como ocurre con otros míticos musicales como "Cats", "Hair" o "Sonrisas y Lágrimas". La obra se estrenó en Broadway en marzo de 1951. En los papeles principales estaban Gertrude Lawrence como Anna Leonowens y Yul Brynner como el rey Mongkut. Brynner, al igual que le pasó a Rex Harrison con el musical "My Fair Lady", interpretó también el papel en la versión cinematográfica y en dos nuevas producciones en Broadway en 1977 y 1985. Hizo del rey Mongkut nada más y nada menos que unas 4.000 veces, todo un récord. Para la versión cinematográfica la Fox compró los derechos de la obra musical y eligió a Walter Lang ("Siempre en tus brazos (1947)"), "Can-Can (1960)") para dirigirla.

el rey y yo

Fue producida por Charles Brackett y Darryl F.Zanuck y se utilizó el muy entonces novedoso sistema CinemaScope-55 con una pista Estéreo de 6 canales. Yul Brynner está realmente sublime en el papel más querido por él de toda su carrera. Actúa, al igual que pasa con otros excelentes actores de películas musicales sin dotes para el canto, cantando las canciones de una manera peculiar. Su comicidad en algunas partes de la cinta contrasta con el enorme dramatismo de otras demostrando su enorme talento. Actor nacido en Rusia, comenzó su carrera artística como acróbata en uno de los circos de París. Un accidente le produjo una lesión en la espalda que le apartó del circo e hizo que se dedicara al mundo de la interpretación. No era calvo, como puede comprobarse en la excelente película "Salomón y la reina de Saba (1959)", de King Vidor, junto a la mítica Gina Lollobrigida. El actor se rapó la cabeza, al parecer para el papel del rey Ramses II,en la mítica cinta de Cecil B. De Mile "Los diez mandamientos (1956)", dándole esa personalidad tan definida que le hizo tomar la decisión de mantener esa imagen el resto de su carrera. En su extensa fimografía hay que destacar "Anastasia (1956)" de Anatole Lyvak y la excelente "Los Siete Magníficos (1960)", de John Sturges.

el rey y yo

Para el papel de Anna en un principio se pensó en la propia Gertrud Lawrence pero por desgracia la actriz falleció a consecuencia de un cáncer. Se barajaron a otras importantes actrices entre las cuales estaban Dinah Shore y Maureen O’Hara, pero finalmente Yul Brynner presionó a los productores para que fuera escogida Deborah Kerr ("Tú y yo (1956)", "Tres vidas errantes (1961)") a pesar de que tendría que ser doblada en las canciones por la soprano Marni Nixon, quien posteriormente haría lo mismo con Natalie Wood en "West Side Story (1961)" y con Audrey Hepburn en "My Fair Lady (1964)". A pesar de ser doblada su interpretación es sobresaliente y fue nominada al Óscar a la mejor actriz. Ambos irradian magia y tienen una excelente química en pantalla como muy bien se puede ver en el mítico número musical de la película en el que ella le enseña al rey a bailar, "Shall we dance?". En el reparto también hay que destacar a Rita Moreno -Inolvidable Anita en "West Side Story (1961)" como Tuptim, la concubina del rey. Al parecer en un principio se le ofreció el papel a la afroamericana Dorothy Dandridge ("Carmen Jones (1956)" pero al parecer no lo aceptó porque no quería interpretar a una esclava.

el rey y yo

Fue nominada a nueve Óscar de Hollywood, de los cuales ganó 5 estatuillas debido a la fuerte competencia con el clásico "La vuelta al mundo en 80 días (1956)", de Michael Anderson, adaptación de la famosa novela de Julio Verne con un interminable desfile de cameos de grandes estrellas del cine y el teatro de las décadas de los 30, 40 y 50. Finalmente ambas cintas se hicieron con 5 estatuillas cada una, llevándose la relativa al mejor filme la de Anderson. "El rey y yo" consiguió los relativos al mejor actor (Yul Brynner), la mejor dirección artística, mejor vestuario en color (Irene Sharaff), mejor sonido y mejor adaptación musical (Alfred Newman y Ken Darby). Cabe destacar que la Fox realizó un remake de este musical en dibujos animados en 1999, dirigida por Richard Rich. La obra en la que se basa tuvo también una muy aclamada adaptación en 1996, "Ana y el rey", a cargo de Andy Tennant con Jodie Foster como Anna Leonowens y Chow Yun-Fat como el rey Mogkut. Estamos ante uno de los grandes clásicos del género musical sin duda alguna, con unos excelentes Brynner y Kerr, cuya iconografía y peculiar diseño de vestuario y uso del color (destacando los tonos naranjas) forman parte de la historia del séptimo arte.

Frase para recordar: "¿Es que no soy nadie aquí, que debo aceptar órdenes de maestra inglesa?, ¡yo soy rey y nací para serlo y gobernaré Siam a mi manera!".

el rey y yo
el rey y yo














Título original: The King and I.

Director: Walter Lang.

Intérpretes: Deborah Kerr, Yul Brynner, Rita Moreno, Martin Benson, Terry Saunders, Carlos Rivas.


Trailer:


Escena:


B.S.O.:



Información complementaria:

Reseña escrita por Alfonso Torres Gallego

Sígueme por: 
Google+ 
Twitter

vida y muerte del coronel blimp
Cada vez que nos encontramos ante una películas de este personalísimo equipo de producción-guión-dirección, que formaban el inglés Michael Powell y el húngaro Emeric Pressburguer, rebautizados como "The Archers". nos hallamos, como mínimo, ante un producto de mucha personalidad. Se trata de obras que ponen en entredicho los convencionalismos narrativo-temporales habituales en el cine de entonces, donde la puesta en escena era elegante, suave, que dota de especial importancia al atrezzo, al inmobiliario, al diseño de producción en general (excepcional en esta película), que juega un papel irremplazable en la armonía del encuadre y cuya riqueza y complejidad están inequívocamente vinculados a lo que se nos cuenta. Todo ello, unido al maravilloso empleo del color, el tono marcadamente evocador de las imágenes que componen sus obras, la profundidad de los personajes que las pueblan, entre complejos y contradictorios, dota a las películas de este formidable dúo, de una asombrosa modernidad y convierte el visionado de las mismas en una experiencia muy especial. Siempre se ha dicho que estos dos cineastas, fueron víctimas de la política de autores, ensalsada desde las influyentes páginas de Cahiers du cinema, la famosa revista francesa, de referencia en la séptima de las artes, creada en los años cincuenta por quienes serían cineastas de la nouvelle vague.

vida y muerte del coronel Blimp 1943

Desde sus páginas, se ensalzaron las virtudes de directores como Hitchcock o Hawks, pero se sepultaron y desdeñaron las de realizadores de la valía de Powell y Pressburguer (éste último, inexplicablemente, siempre quedaba relegado a un segundo plano), simplemente, porque, según ellos, carecían de rasgos de autoría. En Inglaterra, el Primer Ministro Wiston Churchill, trató de impedir la realización de esta maravillosa película y, como no pudo, de bloquear su posterior distribución y exportación, horrorizado ente la caricaturización del personaje central, y lo que él consideraba ausencia de respeto de su enorme tradición británica, y por colocar, en plena Segunda Guerra Mundial, a Theo, el amigo alemán del protagonista, como más centrado y más con los pies en la tierra, que el protagonista. La productora, Rank Organisation, creada en 1937, se mantuvo lo más firme que pudo, y la película sufrió numerosas amputaciones, restaurándose en los años 80 y recuperándose su versión integra, de 1965 minutos, que responde a la estructura y duración originales.En el descubrimiento y rescate del (injusto) olvido de ambos cineastas, ha tenido mucho que ver la pasión que han despertado sus películas en realizadores tan influyentes como Francis Ford Coppola, quien llamó a Michael Powell para que le asesorase en la realización de "Corazonada (1982)", y ha reconocido abiertamente la influencia de "Los cuentos de Hoffman (1951)", en "Treto (2009)", o Martin Scorsese, quien también ha esgrimido la enorme inspiración de la elipsis del duelo de Berlín en la película que comentamos, a la hora de planear lo poco que mostró en los combates de "Toro salvaje (1980)".

vida y muerte del coronel Blimp 1943

En 2011, con el patrocinio de Scorsese y su montadora Thelma Schoonmaker-Powell (esposa, casualmente, o no, de Michael Powell), se estrenó, primero en Nueva York y luego en Londres, una impecable versión que recupera todo el esplendor de esta singular obra maestra. La figura de Emeric Pressburguer, se ha visto igualmente enfatizada gracias al empeño de su nieto, el escocés Kevin McDonald, hoy  reputado realizador de largometrajes y documentales, en rememorarla, a través del documento libro "Emeric Pressburguer, The life and death of a screenwriter, 1994". McDonald sostiene que este "Coronel Blimp" es la mejor de las películas filmadas por ambos realizadores. Para esta, la segunda película dirigida conjuntamente, la primera había sido "One of our aircraft is missing (1942)", Powell y Pressburguer parten del "Cartoon británico", de enorme popularidad en su momento (así se hace constar en los créditos iniciales donde se dice "con su reconocimiento a David Low, creador del inmortal Coronel"). 

vida y muerte del coronel Blimp 1943

El nombre del personaje de Low, típicamente británico, Blimp, sirvió pronto como expresión para etiquetar a aquellos oficiales veteranos, enclavados en una caducas reflas del honor, que conocieron tiempos mejores, y cuyos rígidos métodos carecen reglas del honor, que conocieron tiempos mejores, y cuyos rígidos métodos carecen de encaje en las guerras modernas. El término cobró especial relevancia tras la humillante caída de Singapur en 1942, donde el Gobierno y Parlamento británicos, culparon a estos oficiales veteranos de haber subestimado al enemigo. Esto ocurría un año antes del estreno de la cinta. La idea de "los Arqueros" era rodar su primera película conjunta con Technicolor, formato relativamente novedoso. Powell en solitario, ya se había enfrentado a los desafíos del color en esa obra maestra de la fantasía y lo exótico que es "El ladrón de Bagdad (1940)". Para el desarrollo de la película en el formato mencionado, los realizadores se rodearon de un equipo de primer orden, que incluye a George Perinal como director de fotografía y a técnicos en alza, expertos en el sistema, como Jack Cardiff o George Insworth, quienes despuntarían en la década siguiente como reputados operadores. También llamaron al prestigioso diseñador de producción de origen alemán, Alfred Junge, quien también trabajaría como Director de Arte. Ambicionaban igualmente Powell y Pressburguer, recorrer, nada menos, que cuarenta años en la historia de Inglaterra. No estaban dispuestos a hacerlo de manera convencional, sino a través de un enorme flashback, que incide, no en los hechos que ocurren en sí (sobre los que pasa muy de puntillas), sino en la repercusión de tales hechos en la vida y configuración emocional de los personajes. Dicho flashback fue comparado por el crítico de cine estadounidense Andrew Sarris, con el de "Ciudadano Kane (1941)" de Orson Wells, en lo que respecta al uso del pasado, para rediseñar al personaje central.

vida y muerte del coronel Blimp 1943

El flashback, redefine al protagonista, retomando, al final, la secuencia inicial, pero desde otro punto de vista, con nuevos planos, en un resultado sumamente enriquecedor. El protagonista de la historia es el Coronel Clive Candy (interpretado por Roger Livesey, sustituyendo al inicialmente previsto Laurence Olivier). La acción se inicia en plena Segunda Guerra Mundial, el día destinado a un simulacro bélico en Londres, bajo la contraseña "La guerra empieza a medianoche". Un grupo de soldados, capitaneados por el impulsivo Spud Wilson (James McKechnie), decide comenzar la guerra, en lugar de a las doce de la noche, a las seis de la tarde, asaltar unos baños turcos de la capital, y arrestar a un grupo de oficiales de edad avanzada, imbuidos en el vetusto código del Honor de eras ancestrales, lideradas por Candy, y, de este modo, poner en evidencia sus rígidas y caducas reglas de combate. El enfrentamiento, entre dialéctico y gruñón, se produce. Candy le reprocha al joven su falta de modales y que lo llame viejo y caduco, faltándole el respeto. El joven se defiende sosteniendo que "...el único acuerdo al que me avine fue defender a mi patria por todos los medios a mi alcance, no sólo según las reglas de caballerosidad, sino por los medios que existen desde que Caín mató a Abel". La acción se interrumpe, para trasladarnos a 1902. Candy ya ha ganado la Cruz Victoria, por su intervención en la guerra Anglo-Böer, en Sudáfrica. Joven e impulsivo, decide trasladarse a Berlín, a espaldas de sus superiores, para contrarrestar la negativa rumurología vertida `por los alemanes sobre las posibles malas artes de los británicos en dicho conflicto, en lo que es el escenario prebélico, el que precede a "la gran guerra".

vida y muerte del coronel Blimp 1943

Allí conocerá a Edith Hunter (Deborah Kerr), una joven inglesa que trabaja en la capital alemana. Ese carácter impulsivo le llevará a tener que batirse en duelo con Theo Kretschmar-Schuldorf (formidable Anton Wallbrook), quien será paradójicamente, su gran amigo en años venideros. Destrozado por no haberse dado cuenta de su amor a Edith hasta que Theo le anuncia que ambos están enamorados, Clive regresa a Londres, intenta refugiarse fallidamente en la hermana de la joven. Pasan los años (fantástica la elipsis de trofeos de caza sucediéndose en las dependencia del protagonista, con sonidos de disparos) y llegamos a Flandes en La Primera Guerra Mundial, en los días del armisticio de 1918 donde Clive conocerá a la joven enfermera Bárbara Wynne (de nuevo Deborah Kerr), con la que se casará, por lo mucho que le recuerda a Edith. Una nueva elipsis (esta vez con la excusa del paso de las páginas de un álbum de fotos familiar, que revela un recorte de prensa que narra la muerte de Bárbara...y da paso a páginas vacías de dicho álbum), un reencuentro tras el final de la contienda, con su amigo Theo, ex prisionero de guerra, vencido y derrotado como lo ha sido su país fraccionado como consecuencia del Tratado de Versalles. Un nuevo paso del tiempo, nos coloca en los albores de La Segunda Guerra Mundial, con Theo tratando de residir en Londres, huyendo del nazismo. Edith ha muerto y los hijos de ambos son nazis. La demostración de su relato ante los agentes de inmigración, corroborados por Candy, permite a Theo residir en Londres. Éste, ante la mirada atónita de Angela "Johnny Cannon (de nuevo Deborah Kerr), chofer del Coronel (elegida entre 700 candidatas, sin duda porque le recuerda a su amor de juventud Edith) le dirá con absoluta franqueza a Clive lo anticuado de su concepción de las reglas de la guerra. "Habéis sido educados para ser caballeros y hombres honrados en la paz y en la guerra, pero Clive...querido y viejo Clive, ésta no es una guerra de caballeros. Esta vez lucháis por vuestra propia vida, contra la idea más diabólica que haya concedido jamás la mente humana: el nazismo. Y si perdéis... no habrá partido de revancha el año que viene... ni quizás en cien años...". Secuencias admirablemente resueltas, marcan la tónica de preocupación por los personajes, sobre la escenificación de los hechos en sí, en el devenir del generoso metraje.


vida y muerte del coronel Blimp 1943

Destacan escenas tan rotundas como el mencionado duelo de Berlín. Asistimos a su origen y a su protocolaria preparación, con todo lujo de detalles, provisto de reglas milimétricamente absurdas, pero el acto en sí, no se ve. La cámara prefiere salir del recinto donde tiene lugar, y quedarse con la joven Edith, que espera fuera el resultado del mismo. A los realizadores les interesa más destacar que el acto solemne, modo de resolver la manera habitual los conflictos que afectan el honor en la Alemania de principios de siglo, marca el comienzo de la imborrable amistad de los protagonistas; El humillante interrogatorio en las oficinas de inmigración, más de treinta años después, que afronta con absoluta sinceridad y desnudez emocional ante la cámara, revelando el enorme talento de Walbrook, quien "aguante" admirablemente el plano, nos sobrecoge como a los tres funcionarios que le escuchan. Destacables son igualmente, la toma de decisiones arriesgadas desde la labor de dirección, como son la planificación de las distintas elipsis temporales (que trascienden el simple fundido a negro y rótulo, convencionales) maravillosas todas ellas; el modo de redefinir la secuencia inicial, al final de la cinta, con nuevos planos y puntos de vista; o la no menos arriesgada decisión de que las tres mujeres de la vida de Candy estén interpretadas por la misma actriz, Deborah Kerr, en lo que es una clara proyección del amor del personaje de Clive Candy en otras dos mujeres. Son botones de muestra maestría de unos realizadores injustamente maltratados durante muchos años, afortunadamente objeto de admiración en la actualidad y cuya filmografía arroja apasionantes descubrimientos y sorpresas al cinéfilo atento y predispuesto.

Frases para recordar:

"-Los buenos modales son importantes".
"¿Aprendió eso en Sudáfrica, señor Candy? Mis hermanos me dijeron que los buenos modales nos costaron Magersfontein, Stormberg y Colenso. 600.000 hombres asesinados, 20.000 heridos y dos años de guerra. Con algo más de sentido común y malos modales...¡no habría habido guerra!".

vida y muerte del coronel Blimp 1943vida y muerte del coronel Blimp 1943

Título original: The life and death of Colonel Blimp.

Directores: Michael Powell y Emeric Pressburguer.

Interpretes: Roger Livesey, Anton Walbrook, Deborah Kerr, John Laurie, Roland Culver.

Trailer: 



Información complementaria:
Michael Powell

Reseña escrita por Manuel García de Mesa

VIDA Y MUERTE DEL CORONEL BLIMP (1943)

vida y muerte del coronel blimp
Cada vez que nos encontramos ante una películas de este personalísimo equipo de producción-guión-dirección, que formaban el inglés Michael Powell y el húngaro Emeric Pressburguer, rebautizados como "The Archers". nos hallamos, como mínimo, ante un producto de mucha personalidad. Se trata de obras que ponen en entredicho los convencionalismos narrativo-temporales habituales en el cine de entonces, donde la puesta en escena era elegante, suave, que dota de especial importancia al atrezzo, al inmobiliario, al diseño de producción en general (excepcional en esta película), que juega un papel irremplazable en la armonía del encuadre y cuya riqueza y complejidad están inequívocamente vinculados a lo que se nos cuenta. Todo ello, unido al maravilloso empleo del color, el tono marcadamente evocador de las imágenes que componen sus obras, la profundidad de los personajes que las pueblan, entre complejos y contradictorios, dota a las películas de este formidable dúo, de una asombrosa modernidad y convierte el visionado de las mismas en una experiencia muy especial. Siempre se ha dicho que estos dos cineastas, fueron víctimas de la política de autores, ensalsada desde las influyentes páginas de Cahiers du cinema, la famosa revista francesa, de referencia en la séptima de las artes, creada en los años cincuenta por quienes serían cineastas de la nouvelle vague.

vida y muerte del coronel Blimp 1943

Desde sus páginas, se ensalzaron las virtudes de directores como Hitchcock o Hawks, pero se sepultaron y desdeñaron las de realizadores de la valía de Powell y Pressburguer (éste último, inexplicablemente, siempre quedaba relegado a un segundo plano), simplemente, porque, según ellos, carecían de rasgos de autoría. En Inglaterra, el Primer Ministro Wiston Churchill, trató de impedir la realización de esta maravillosa película y, como no pudo, de bloquear su posterior distribución y exportación, horrorizado ente la caricaturización del personaje central, y lo que él consideraba ausencia de respeto de su enorme tradición británica, y por colocar, en plena Segunda Guerra Mundial, a Theo, el amigo alemán del protagonista, como más centrado y más con los pies en la tierra, que el protagonista. La productora, Rank Organisation, creada en 1937, se mantuvo lo más firme que pudo, y la película sufrió numerosas amputaciones, restaurándose en los años 80 y recuperándose su versión integra, de 1965 minutos, que responde a la estructura y duración originales.En el descubrimiento y rescate del (injusto) olvido de ambos cineastas, ha tenido mucho que ver la pasión que han despertado sus películas en realizadores tan influyentes como Francis Ford Coppola, quien llamó a Michael Powell para que le asesorase en la realización de "Corazonada (1982)", y ha reconocido abiertamente la influencia de "Los cuentos de Hoffman (1951)", en "Treto (2009)", o Martin Scorsese, quien también ha esgrimido la enorme inspiración de la elipsis del duelo de Berlín en la película que comentamos, a la hora de planear lo poco que mostró en los combates de "Toro salvaje (1980)".

vida y muerte del coronel Blimp 1943

En 2011, con el patrocinio de Scorsese y su montadora Thelma Schoonmaker-Powell (esposa, casualmente, o no, de Michael Powell), se estrenó, primero en Nueva York y luego en Londres, una impecable versión que recupera todo el esplendor de esta singular obra maestra. La figura de Emeric Pressburguer, se ha visto igualmente enfatizada gracias al empeño de su nieto, el escocés Kevin McDonald, hoy  reputado realizador de largometrajes y documentales, en rememorarla, a través del documento libro "Emeric Pressburguer, The life and death of a screenwriter, 1994". McDonald sostiene que este "Coronel Blimp" es la mejor de las películas filmadas por ambos realizadores. Para esta, la segunda película dirigida conjuntamente, la primera había sido "One of our aircraft is missing (1942)", Powell y Pressburguer parten del "Cartoon británico", de enorme popularidad en su momento (así se hace constar en los créditos iniciales donde se dice "con su reconocimiento a David Low, creador del inmortal Coronel"). 

vida y muerte del coronel Blimp 1943

El nombre del personaje de Low, típicamente británico, Blimp, sirvió pronto como expresión para etiquetar a aquellos oficiales veteranos, enclavados en una caducas reflas del honor, que conocieron tiempos mejores, y cuyos rígidos métodos carecen reglas del honor, que conocieron tiempos mejores, y cuyos rígidos métodos carecen de encaje en las guerras modernas. El término cobró especial relevancia tras la humillante caída de Singapur en 1942, donde el Gobierno y Parlamento británicos, culparon a estos oficiales veteranos de haber subestimado al enemigo. Esto ocurría un año antes del estreno de la cinta. La idea de "los Arqueros" era rodar su primera película conjunta con Technicolor, formato relativamente novedoso. Powell en solitario, ya se había enfrentado a los desafíos del color en esa obra maestra de la fantasía y lo exótico que es "El ladrón de Bagdad (1940)". Para el desarrollo de la película en el formato mencionado, los realizadores se rodearon de un equipo de primer orden, que incluye a George Perinal como director de fotografía y a técnicos en alza, expertos en el sistema, como Jack Cardiff o George Insworth, quienes despuntarían en la década siguiente como reputados operadores. También llamaron al prestigioso diseñador de producción de origen alemán, Alfred Junge, quien también trabajaría como Director de Arte. Ambicionaban igualmente Powell y Pressburguer, recorrer, nada menos, que cuarenta años en la historia de Inglaterra. No estaban dispuestos a hacerlo de manera convencional, sino a través de un enorme flashback, que incide, no en los hechos que ocurren en sí (sobre los que pasa muy de puntillas), sino en la repercusión de tales hechos en la vida y configuración emocional de los personajes. Dicho flashback fue comparado por el crítico de cine estadounidense Andrew Sarris, con el de "Ciudadano Kane (1941)" de Orson Wells, en lo que respecta al uso del pasado, para rediseñar al personaje central.

vida y muerte del coronel Blimp 1943

El flashback, redefine al protagonista, retomando, al final, la secuencia inicial, pero desde otro punto de vista, con nuevos planos, en un resultado sumamente enriquecedor. El protagonista de la historia es el Coronel Clive Candy (interpretado por Roger Livesey, sustituyendo al inicialmente previsto Laurence Olivier). La acción se inicia en plena Segunda Guerra Mundial, el día destinado a un simulacro bélico en Londres, bajo la contraseña "La guerra empieza a medianoche". Un grupo de soldados, capitaneados por el impulsivo Spud Wilson (James McKechnie), decide comenzar la guerra, en lugar de a las doce de la noche, a las seis de la tarde, asaltar unos baños turcos de la capital, y arrestar a un grupo de oficiales de edad avanzada, imbuidos en el vetusto código del Honor de eras ancestrales, lideradas por Candy, y, de este modo, poner en evidencia sus rígidas y caducas reglas de combate. El enfrentamiento, entre dialéctico y gruñón, se produce. Candy le reprocha al joven su falta de modales y que lo llame viejo y caduco, faltándole el respeto. El joven se defiende sosteniendo que "...el único acuerdo al que me avine fue defender a mi patria por todos los medios a mi alcance, no sólo según las reglas de caballerosidad, sino por los medios que existen desde que Caín mató a Abel". La acción se interrumpe, para trasladarnos a 1902. Candy ya ha ganado la Cruz Victoria, por su intervención en la guerra Anglo-Böer, en Sudáfrica. Joven e impulsivo, decide trasladarse a Berlín, a espaldas de sus superiores, para contrarrestar la negativa rumurología vertida `por los alemanes sobre las posibles malas artes de los británicos en dicho conflicto, en lo que es el escenario prebélico, el que precede a "la gran guerra".

vida y muerte del coronel Blimp 1943

Allí conocerá a Edith Hunter (Deborah Kerr), una joven inglesa que trabaja en la capital alemana. Ese carácter impulsivo le llevará a tener que batirse en duelo con Theo Kretschmar-Schuldorf (formidable Anton Wallbrook), quien será paradójicamente, su gran amigo en años venideros. Destrozado por no haberse dado cuenta de su amor a Edith hasta que Theo le anuncia que ambos están enamorados, Clive regresa a Londres, intenta refugiarse fallidamente en la hermana de la joven. Pasan los años (fantástica la elipsis de trofeos de caza sucediéndose en las dependencia del protagonista, con sonidos de disparos) y llegamos a Flandes en La Primera Guerra Mundial, en los días del armisticio de 1918 donde Clive conocerá a la joven enfermera Bárbara Wynne (de nuevo Deborah Kerr), con la que se casará, por lo mucho que le recuerda a Edith. Una nueva elipsis (esta vez con la excusa del paso de las páginas de un álbum de fotos familiar, que revela un recorte de prensa que narra la muerte de Bárbara...y da paso a páginas vacías de dicho álbum), un reencuentro tras el final de la contienda, con su amigo Theo, ex prisionero de guerra, vencido y derrotado como lo ha sido su país fraccionado como consecuencia del Tratado de Versalles. Un nuevo paso del tiempo, nos coloca en los albores de La Segunda Guerra Mundial, con Theo tratando de residir en Londres, huyendo del nazismo. Edith ha muerto y los hijos de ambos son nazis. La demostración de su relato ante los agentes de inmigración, corroborados por Candy, permite a Theo residir en Londres. Éste, ante la mirada atónita de Angela "Johnny Cannon (de nuevo Deborah Kerr), chofer del Coronel (elegida entre 700 candidatas, sin duda porque le recuerda a su amor de juventud Edith) le dirá con absoluta franqueza a Clive lo anticuado de su concepción de las reglas de la guerra. "Habéis sido educados para ser caballeros y hombres honrados en la paz y en la guerra, pero Clive...querido y viejo Clive, ésta no es una guerra de caballeros. Esta vez lucháis por vuestra propia vida, contra la idea más diabólica que haya concedido jamás la mente humana: el nazismo. Y si perdéis... no habrá partido de revancha el año que viene... ni quizás en cien años...". Secuencias admirablemente resueltas, marcan la tónica de preocupación por los personajes, sobre la escenificación de los hechos en sí, en el devenir del generoso metraje.


vida y muerte del coronel Blimp 1943

Destacan escenas tan rotundas como el mencionado duelo de Berlín. Asistimos a su origen y a su protocolaria preparación, con todo lujo de detalles, provisto de reglas milimétricamente absurdas, pero el acto en sí, no se ve. La cámara prefiere salir del recinto donde tiene lugar, y quedarse con la joven Edith, que espera fuera el resultado del mismo. A los realizadores les interesa más destacar que el acto solemne, modo de resolver la manera habitual los conflictos que afectan el honor en la Alemania de principios de siglo, marca el comienzo de la imborrable amistad de los protagonistas; El humillante interrogatorio en las oficinas de inmigración, más de treinta años después, que afronta con absoluta sinceridad y desnudez emocional ante la cámara, revelando el enorme talento de Walbrook, quien "aguante" admirablemente el plano, nos sobrecoge como a los tres funcionarios que le escuchan. Destacables son igualmente, la toma de decisiones arriesgadas desde la labor de dirección, como son la planificación de las distintas elipsis temporales (que trascienden el simple fundido a negro y rótulo, convencionales) maravillosas todas ellas; el modo de redefinir la secuencia inicial, al final de la cinta, con nuevos planos y puntos de vista; o la no menos arriesgada decisión de que las tres mujeres de la vida de Candy estén interpretadas por la misma actriz, Deborah Kerr, en lo que es una clara proyección del amor del personaje de Clive Candy en otras dos mujeres. Son botones de muestra maestría de unos realizadores injustamente maltratados durante muchos años, afortunadamente objeto de admiración en la actualidad y cuya filmografía arroja apasionantes descubrimientos y sorpresas al cinéfilo atento y predispuesto.

Frases para recordar:

"-Los buenos modales son importantes".
"¿Aprendió eso en Sudáfrica, señor Candy? Mis hermanos me dijeron que los buenos modales nos costaron Magersfontein, Stormberg y Colenso. 600.000 hombres asesinados, 20.000 heridos y dos años de guerra. Con algo más de sentido común y malos modales...¡no habría habido guerra!".

vida y muerte del coronel Blimp 1943vida y muerte del coronel Blimp 1943

Título original: The life and death of Colonel Blimp.

Directores: Michael Powell y Emeric Pressburguer.

Interpretes: Roger Livesey, Anton Walbrook, Deborah Kerr, John Laurie, Roland Culver.

Trailer: 



Información complementaria:
Michael Powell

Reseña escrita por Manuel García de Mesa

NOS MENCIONAN EN ANTENA 3

FINALISTAS EN LOS PREMIOS 20BLOGS 2.015

FINALISTAS EN LOS PREMIOS 20BLOGS 2.014

FINALISTAS EN LOS PREMIOS BITÁCORAS 2.012

SÍGUENOS EN FEEDLY

follow us in feedly

AVISO LEGAL

Licencia Creative Commons
Las mejores películas de la historia del cine por Jesús Fariña se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
back to top