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quiero-vivir
Una mujer de vida disoluta que ha sido acusada por varios pequeños crímenes, se ve mezclada con dos hombres que cometen un asesinato y que la acusan a ella de ser la autora del mismo como venganza, ya que piensan que fue la que les denunció a la policía facilitando su arresto. A partir de ese momento empieza el calvario de la protagonista camino de la pena de muerte.

Walter Wanger, el productor, pasó una temporada en prisión, por lo que le quedó una lógica repulsión hacia los centros penitenciarios. Por eso, su primer largometraje sobre el tema "Riot in cell block 11" (Don Siegel, 1954) ya se enseñara con los métodos utilizados para la rehabilitación de los condenados. Así, con Quiero vivir, basado en la historia real de Bárbara Graham, una mujer que fue ejecutada en la cámara de gas a los 32 años de edad, por un crimen que jamás pudo probarse, llegó mucho más lejos.

Largometraje basado en una historia real, la de Barbara Graham, que protagonizó uno de los casos de pena de muerte más controvertidos y que fue ejecutada en el año 1955.

quiero-vivir

Robert Wise filmó uno de sus trabajos más potentes sacando el máximo partido al blanco y negro y contando con una memorable banda sonora en la que podemos escuchar a maestros del jazz como Shelly Manne, Art Farmer, Jerry Mulligan, Pet Jolly, bajo la batuta de Johnny Mandel, quien aprovechó que la propia Bárbara Graham era una gran admiradora del saxofonista Jerry Mulligan para completar su personaje en base a su estilo musical.

El guión de Nelson Gidding y Don Mankiewicz se basaba en los artículos de prensa escritos en periódicos y revistas por el periodista Ed Montgomery, interpretado por Simon Oakland en el largometraje, así como en cartas escritas por la propia condenada. Graham fue ejecutada en la cámara de gas, de la que se construyó una réplica para filmar la escena de la ejecución, proclamando a los cuatro vientos y hasta el último momento su inocencia desde la cárcel de San Quintín.

quiero-vivir

Wise dedicó la parte final de la película, a abordar, con un realismo escalofriante, la mecánica aplicada por el estado para administrar la muerte a los condenados. Y es que Wise asistió personalmente a una ejecución para tratar de dotar del mayor realismo al proceso final. Así, remató la jugada filmando una escena de muerte difícil de olvidar por los espectadores, brillantemente interpretada por una sufridora Susan Hayward que, antes de aceptar el papel llevaba un año sin trabajar y, además, pasaba por un momento personal delicado al haber sufrido dos intentos de suicidio por los malos tratos infringidos por su marido, el también actor, Jess Barker. Su esfuerzo se vio compensado por un merecido Oscar.

Quiero vivir se convirtió en uno de los mejores alegatos en contra de la pena de muerte y la duda razonable lanzados por el cine contra el sistema judicial estadounidense.

El novelista Albert Camus, al ver la cinta, quedó impresionado por el tono del film, comentando: "Días enteros vendrán en que documentos como éste nos parecerán pertenecientes a la prehistoria y los consideraremos tan increíbles como ahora nos parecen la quema de brujas o la amputación de manos a los ladrones".

quiero-vivir

Frase para recordar: "Sátira, astuta, con alma de tigresa, con la mala suerte de ser joven, amoral, atractiva, y culpable hasta el cuello".

Título original: I Want to Live!

Director: Robert Wise.

Intérpretes: Susan Hayward, Simon Oakland, Virginia Vincent, Theodore Bikel, Wesley Lau,John Marley, Gavin MacLeod, Dabbs Greer, Brett Halsey.


Trailer:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

QUIERO VIVIR (1958). Alegato a la pena de muerte.

quiero-vivir
Una mujer de vida disoluta que ha sido acusada por varios pequeños crímenes, se ve mezclada con dos hombres que cometen un asesinato y que la acusan a ella de ser la autora del mismo como venganza, ya que piensan que fue la que les denunció a la policía facilitando su arresto. A partir de ese momento empieza el calvario de la protagonista camino de la pena de muerte.

Walter Wanger, el productor, pasó una temporada en prisión, por lo que le quedó una lógica repulsión hacia los centros penitenciarios. Por eso, su primer largometraje sobre el tema "Riot in cell block 11" (Don Siegel, 1954) ya se enseñara con los métodos utilizados para la rehabilitación de los condenados. Así, con Quiero vivir, basado en la historia real de Bárbara Graham, una mujer que fue ejecutada en la cámara de gas a los 32 años de edad, por un crimen que jamás pudo probarse, llegó mucho más lejos.

Largometraje basado en una historia real, la de Barbara Graham, que protagonizó uno de los casos de pena de muerte más controvertidos y que fue ejecutada en el año 1955.

quiero-vivir

Robert Wise filmó uno de sus trabajos más potentes sacando el máximo partido al blanco y negro y contando con una memorable banda sonora en la que podemos escuchar a maestros del jazz como Shelly Manne, Art Farmer, Jerry Mulligan, Pet Jolly, bajo la batuta de Johnny Mandel, quien aprovechó que la propia Bárbara Graham era una gran admiradora del saxofonista Jerry Mulligan para completar su personaje en base a su estilo musical.

El guión de Nelson Gidding y Don Mankiewicz se basaba en los artículos de prensa escritos en periódicos y revistas por el periodista Ed Montgomery, interpretado por Simon Oakland en el largometraje, así como en cartas escritas por la propia condenada. Graham fue ejecutada en la cámara de gas, de la que se construyó una réplica para filmar la escena de la ejecución, proclamando a los cuatro vientos y hasta el último momento su inocencia desde la cárcel de San Quintín.

quiero-vivir

Wise dedicó la parte final de la película, a abordar, con un realismo escalofriante, la mecánica aplicada por el estado para administrar la muerte a los condenados. Y es que Wise asistió personalmente a una ejecución para tratar de dotar del mayor realismo al proceso final. Así, remató la jugada filmando una escena de muerte difícil de olvidar por los espectadores, brillantemente interpretada por una sufridora Susan Hayward que, antes de aceptar el papel llevaba un año sin trabajar y, además, pasaba por un momento personal delicado al haber sufrido dos intentos de suicidio por los malos tratos infringidos por su marido, el también actor, Jess Barker. Su esfuerzo se vio compensado por un merecido Oscar.

Quiero vivir se convirtió en uno de los mejores alegatos en contra de la pena de muerte y la duda razonable lanzados por el cine contra el sistema judicial estadounidense.

El novelista Albert Camus, al ver la cinta, quedó impresionado por el tono del film, comentando: "Días enteros vendrán en que documentos como éste nos parecerán pertenecientes a la prehistoria y los consideraremos tan increíbles como ahora nos parecen la quema de brujas o la amputación de manos a los ladrones".

quiero-vivir

Frase para recordar: "Sátira, astuta, con alma de tigresa, con la mala suerte de ser joven, amoral, atractiva, y culpable hasta el cuello".

Título original: I Want to Live!

Director: Robert Wise.

Intérpretes: Susan Hayward, Simon Oakland, Virginia Vincent, Theodore Bikel, Wesley Lau,John Marley, Gavin MacLeod, Dabbs Greer, Brett Halsey.


Trailer:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

dos-en-la-carretera
Seis años antes de que Bergman nos mostrara la desintegración de una pareja en "Secretos de un matrimonio (1973)", y Woody Allen tratara el tema en muchas de sus obras, Stanley Donen lo había hecho, de una forma más amable y colorista, aunque no por ello, menos realista. Dos en la carretera es ante todo, una real disección y un lúcido análisis sobre el estamento del matrimonio, aunque no nos ceñiremos únicamente a ese estado civil, sino mejor, nos referiremos sobre las relaciones de pareja.

Donen se sirve de un viaje relatado a base de flashbacks para plasmar, ahondar y diseccionar los diferentes episodios y estadios que conforman la relación de pareja de Mark y Joanna, durante dos años, desde el inicial enamoramiento, la ilusión, el compromiso, los hijos, el cansancio, el aburrimiento, el desengaño o la infidelidad, o mejor dicho, la desintegración de la relación donde los años y el cansancio dejan mella en ella a través del tiempo, como muestra este diálogo tan ilustrativo: 



-"¿Qué clase de personas son las que se pasan horas sin tener nada que decirse”? – “Los matrimonios...".

dos-en-la-carretera

Stanley Donen, autor entre otros de títulos como "Un día en New York (1949)", "Cantando bajo la lluvia (1952)" o "Charada (1963)" aunque realiza una visión poco idílica del matrimonio o de la pareja, lo cierto es que se trata de una película de auténtico amor, y el regusto que deja su visionado final no es de desesperanza, sino más bien de optimismo, si bien es más cierto que en la primera escena nos encontramos ya con este tipo de diálogo:

 -"No parecen muy felices".- "¿por qué iban a serlo?. Acaban de casarse...".

Vemos a ambos protagonistas viajando continuamente. Un recorrido vital por ese mundo tan complejo, ora dichoso, ora doloroso, como lo son las relaciones de pareja hacia un destino incierto. Los individuos cambiamos, evolucionamos, al igual que la sociedad y las relaciones personales. La memoria en este caso, resulta bastante dolorosa, y hay que aceptar esos condicionantes y adaptarse a la situación o cortar la pesada carga de la responsabilidad y el lastre que conlleva, a elegir, lo que cada uno buenamente pueda, o deba.

Ambos, protagonistas de peso, ofrecen una magnífica interpretación. Audrey, además, luce estéticamente maravillosa (y cuando no...), obra de las manos de nada más y nada menos que de May Quant siendo el vestuario, uno de los indicadores del paso de décadas. El guión de Frederic Raphael ("Eyes Wide Shut (1999)"), que fue nominado al Oscar en el apartado de mejor guión original, el trabajo de la pareja protagonista (Audrey fue nominada en el apartado de mejor actriz de comedia y/o musical, así como mejor actriz por "Sola en la oscuridad (1967)" ese mismo año), el acertado montaje de la cinta, llenos de saltos temporales y elipsis, su estupenda fotografía de Christopher Challis y la elegante y nostálgica banda sonora de Henry Mancini, que fue nominada a los Globos de oro, hacen que Dos en la carretera sea una film de referencia.

dos-en-la-carretera

 Título original: Two for the road.

Director: Stanley Donen.

Intérpretes: Audrey Hepburn, Albert Finney, Eleanor Bron, William Daniels.

Trailer:


B.S.O.:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

DOS EN LA CARRETERA (1967). Los problemas de pareja de Audrey Hepburn.

dos-en-la-carretera
Seis años antes de que Bergman nos mostrara la desintegración de una pareja en "Secretos de un matrimonio (1973)", y Woody Allen tratara el tema en muchas de sus obras, Stanley Donen lo había hecho, de una forma más amable y colorista, aunque no por ello, menos realista. Dos en la carretera es ante todo, una real disección y un lúcido análisis sobre el estamento del matrimonio, aunque no nos ceñiremos únicamente a ese estado civil, sino mejor, nos referiremos sobre las relaciones de pareja.

Donen se sirve de un viaje relatado a base de flashbacks para plasmar, ahondar y diseccionar los diferentes episodios y estadios que conforman la relación de pareja de Mark y Joanna, durante dos años, desde el inicial enamoramiento, la ilusión, el compromiso, los hijos, el cansancio, el aburrimiento, el desengaño o la infidelidad, o mejor dicho, la desintegración de la relación donde los años y el cansancio dejan mella en ella a través del tiempo, como muestra este diálogo tan ilustrativo: 



-"¿Qué clase de personas son las que se pasan horas sin tener nada que decirse”? – “Los matrimonios...".

dos-en-la-carretera

Stanley Donen, autor entre otros de títulos como "Un día en New York (1949)", "Cantando bajo la lluvia (1952)" o "Charada (1963)" aunque realiza una visión poco idílica del matrimonio o de la pareja, lo cierto es que se trata de una película de auténtico amor, y el regusto que deja su visionado final no es de desesperanza, sino más bien de optimismo, si bien es más cierto que en la primera escena nos encontramos ya con este tipo de diálogo:

 -"No parecen muy felices".- "¿por qué iban a serlo?. Acaban de casarse...".

Vemos a ambos protagonistas viajando continuamente. Un recorrido vital por ese mundo tan complejo, ora dichoso, ora doloroso, como lo son las relaciones de pareja hacia un destino incierto. Los individuos cambiamos, evolucionamos, al igual que la sociedad y las relaciones personales. La memoria en este caso, resulta bastante dolorosa, y hay que aceptar esos condicionantes y adaptarse a la situación o cortar la pesada carga de la responsabilidad y el lastre que conlleva, a elegir, lo que cada uno buenamente pueda, o deba.

Ambos, protagonistas de peso, ofrecen una magnífica interpretación. Audrey, además, luce estéticamente maravillosa (y cuando no...), obra de las manos de nada más y nada menos que de May Quant siendo el vestuario, uno de los indicadores del paso de décadas. El guión de Frederic Raphael ("Eyes Wide Shut (1999)"), que fue nominado al Oscar en el apartado de mejor guión original, el trabajo de la pareja protagonista (Audrey fue nominada en el apartado de mejor actriz de comedia y/o musical, así como mejor actriz por "Sola en la oscuridad (1967)" ese mismo año), el acertado montaje de la cinta, llenos de saltos temporales y elipsis, su estupenda fotografía de Christopher Challis y la elegante y nostálgica banda sonora de Henry Mancini, que fue nominada a los Globos de oro, hacen que Dos en la carretera sea una film de referencia.

dos-en-la-carretera

 Título original: Two for the road.

Director: Stanley Donen.

Intérpretes: Audrey Hepburn, Albert Finney, Eleanor Bron, William Daniels.

Trailer:


B.S.O.:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

quién-teme-a-virginia-wolf
George (Richard Burton) y Martha (Elizabeth Taylor) forman un matrimonio en crisis dispar: él es profesor de historia en la universidad local, alcohólico y bastante débil de carácter; ella, es la hija del director de la Universidad donde George imparte sus clases, posee un carácter dominante además de ser una mujer frustrada. Esta combinación de ambos perfiles conforma una relación autodestructiva. Ambos se maltratan mutuamente tanto en privado como en público. Una noche, tras asistir a una fiesta, el matrimonio invita a su casa a una joven pareja, Nick y Honey, un nuevo profesor de la Universidad y su esposa. La noche y el alcohol harán que la joven pareja sea testigo y forme parte de ese maltrato. Ambos inician un juego autodestructivo en el que los reproches mutuos irán creciendo a medida que avanza la noche y nos irán revelando al espectador aspectos, tanto de la pareja, como de los invitados.



¿Y de qué forma lo consiguen?, sacando a relucir las debilidades del contrario a través del odio y resentimiento que se profesan mutuamente.


quién-teme-a-virginia-wolf

Ópera prima de Mike Nichols, y adaptada de la obra teatral de Edward Albee, el cual respeta casi todo el diálogo de la obra, así como la esencia original de Albee; es una cinta enormemente teatral, y estrenada en una década donde el restrictivo código empezaba a tener más manga ancha y donde se empezaban a confeccionar las categorías de clasificación de los films.

¿Quién teme a Viginia Woolf? es un brillantísimo y potente drama psicológico y matrimonial de cuatro únicos personajes llevados a situaciones límite. Es un brutal análisis sobre el desamor a través de la frustración y del propio desamor, de lo que fue en el pasado, del desgaste de las relaciones de pareja, a través de unas interpretaciones antológicas de Elizabeth Taylor y Burton en su esplendorosa madurez, sobre todo la de ella, que está sublime, salvaje, excesiva, espléndida, en definitiva. No en vano, la academia le recompensó con un premio en la categoría de mejor actriz. La cinta obtuvo cuatro premios más en la categoría de mejor actriz de reparto para Sandy Dennis, a la mejor dirección artística, a la mejor fotografía y al mejor vestuario.

quién-teme-a-virginia-wolf


Son dos púgiles en el cuadrilátero, cada uno en su esquina, golpeando violentamente al contrario para hacerlo reaccionar, ya que, aunque se odien, se siguen amando, y que ambos luchar por salir de la espiral emocional donde se encuentran, en un intento desesperado de poder acercarse ni siquiera un poco, a lo que fueron años atrás arrastrando a la otra joven pareja a sus juegos autodestructivos, en los que se encuentran en clara desventaja.

¿Quién teme a Virginia Woolf? es una dura película que golpea sin golpes físicos, sino con violencia verbal sacando a relucir sus miserias, sus sentimientos más profundos, ayudados por litros de alcohol, ante la atónita mirada del espectador; todo ello acompañado de una excelente fotografía en blanco y negro de la mano de Haskell Wexler, con música de Alex North, así como un interesante trabajo de cámara, combinando los primeros planos que remarcan la intensidad de los personajes, con cámara al hombro. Como curiosidad, añadir cómo hubiera sido la película si la hubiesen interpretado Bette Davis y James Mason, como quería Albee.


quién-teme-a-virginia-wolf

Frase para recordar: "Soy escandalosa y vulgar, y llevo los pantalones en casa porque alguien tiene que hacerlo, pero no soy un monstruo".

Título original: Who´s afraid of Virginia Woolf?

Director: Mike Nichols.

Intérpretes: Elizabeth Taylor, Richard Burton, George Seagel, Sandy Dennis.

Trailer:


Escena:


B.S.O.:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOLF? (1966). Las peleas matrimoniales de Elizabeth Taylor y Richard Burton.

quién-teme-a-virginia-wolf
George (Richard Burton) y Martha (Elizabeth Taylor) forman un matrimonio en crisis dispar: él es profesor de historia en la universidad local, alcohólico y bastante débil de carácter; ella, es la hija del director de la Universidad donde George imparte sus clases, posee un carácter dominante además de ser una mujer frustrada. Esta combinación de ambos perfiles conforma una relación autodestructiva. Ambos se maltratan mutuamente tanto en privado como en público. Una noche, tras asistir a una fiesta, el matrimonio invita a su casa a una joven pareja, Nick y Honey, un nuevo profesor de la Universidad y su esposa. La noche y el alcohol harán que la joven pareja sea testigo y forme parte de ese maltrato. Ambos inician un juego autodestructivo en el que los reproches mutuos irán creciendo a medida que avanza la noche y nos irán revelando al espectador aspectos, tanto de la pareja, como de los invitados.



¿Y de qué forma lo consiguen?, sacando a relucir las debilidades del contrario a través del odio y resentimiento que se profesan mutuamente.


quién-teme-a-virginia-wolf

Ópera prima de Mike Nichols, y adaptada de la obra teatral de Edward Albee, el cual respeta casi todo el diálogo de la obra, así como la esencia original de Albee; es una cinta enormemente teatral, y estrenada en una década donde el restrictivo código empezaba a tener más manga ancha y donde se empezaban a confeccionar las categorías de clasificación de los films.

¿Quién teme a Viginia Woolf? es un brillantísimo y potente drama psicológico y matrimonial de cuatro únicos personajes llevados a situaciones límite. Es un brutal análisis sobre el desamor a través de la frustración y del propio desamor, de lo que fue en el pasado, del desgaste de las relaciones de pareja, a través de unas interpretaciones antológicas de Elizabeth Taylor y Burton en su esplendorosa madurez, sobre todo la de ella, que está sublime, salvaje, excesiva, espléndida, en definitiva. No en vano, la academia le recompensó con un premio en la categoría de mejor actriz. La cinta obtuvo cuatro premios más en la categoría de mejor actriz de reparto para Sandy Dennis, a la mejor dirección artística, a la mejor fotografía y al mejor vestuario.

quién-teme-a-virginia-wolf


Son dos púgiles en el cuadrilátero, cada uno en su esquina, golpeando violentamente al contrario para hacerlo reaccionar, ya que, aunque se odien, se siguen amando, y que ambos luchar por salir de la espiral emocional donde se encuentran, en un intento desesperado de poder acercarse ni siquiera un poco, a lo que fueron años atrás arrastrando a la otra joven pareja a sus juegos autodestructivos, en los que se encuentran en clara desventaja.

¿Quién teme a Virginia Woolf? es una dura película que golpea sin golpes físicos, sino con violencia verbal sacando a relucir sus miserias, sus sentimientos más profundos, ayudados por litros de alcohol, ante la atónita mirada del espectador; todo ello acompañado de una excelente fotografía en blanco y negro de la mano de Haskell Wexler, con música de Alex North, así como un interesante trabajo de cámara, combinando los primeros planos que remarcan la intensidad de los personajes, con cámara al hombro. Como curiosidad, añadir cómo hubiera sido la película si la hubiesen interpretado Bette Davis y James Mason, como quería Albee.


quién-teme-a-virginia-wolf

Frase para recordar: "Soy escandalosa y vulgar, y llevo los pantalones en casa porque alguien tiene que hacerlo, pero no soy un monstruo".

Título original: Who´s afraid of Virginia Woolf?

Director: Mike Nichols.

Intérpretes: Elizabeth Taylor, Richard Burton, George Seagel, Sandy Dennis.

Trailer:


Escena:


B.S.O.:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

qué-noche-la-de-aquel-día
La idea comenzó un año antes con la reunión de su mánager Brian Epstein con un productor americano con el objetivo de hacer una película que los consagrara definitivamente en los Estados Unidos, cosa que los cuatro de Liverpool no les hacía demasiada gracia, en principio. Con un ingenioso guión del dramaturgo de Liverpool Alun Owen y fotografía de Gilbert Taylor. Richard Lester retrata a modo de falso documental, un día en la vida de este grupo. Así, la cámara sigue y acompaña a los cuatro de Liverpool en un emocionante día. Rodada en blanco en negro y en unidad de acción, en ella serán perseguidos por bandadas de fans enfervorecidas, les vemos en escenas ociosas, contestado a los preguntas de los periodistas, así como actuando. Se les ve cómodos, no en vano Harrison afirmó una vez finalizado el rodaje: "Ninguno de nosotros es buen actor, pero estamos contentos con la película, teniendo en cuenta que es la primera. Podría haber sido mucho peor". Charlotte Rampling y Phil Collins hicieron su debut en el rodaje de la película como un bailarín y un niño en la audiencia del concierto, respectivamente.


qué-noche-la-de-aquel-día

Lennon, McCartney, Harrison y Starr se muestran adorables, algo gamberros, se burlan de todo lo establecido, hacen el tonto y resultan naturales en el medio. Así, vemos a un John que denota más inteligencia que el resto; Paul el que resulta el guapo del grupo; George el más tímido y sereno y Ringo objeto de las burlas de sus compañeros. La película cuenta con algún diálogo que otro interesante como cuando un veterano de guerra le espeta a Ringo Starr,- "Luché en la guerra por gente como ustedes", a lo que Ringo contesta:- "Apuesto a que se ha arrepentido de haber ganado". La cinta estuvo nominada a los Óscar en la categoría al mejor guión de Owen, así como a la banda sonora de George Martin.
Richard Lester fue escogido por los músicos de entre una lista de entre directores que más admiraban. En especial, Lennon que había visto su cortometraje "The running jumping and standing film". Lester de autor de obras como "Golfus de Roma (1966)" o la deliciosa "Robin and Marian (1976)" inició su carrera en la televisión en 1950 trabajando como tramoyista, jefe de planta, subdirector y posteriormente director, todo en menos de un año. En 1953, se trasladó a Londres y comenzó a trabajar como director en la televisión independiente insertando modernidad en el panorama cinematográfico inglés.


qué-noche-la-de-aquel-día

Si bien es cierto que la película supuso una beneficiosa propaganda para el grupo, así como una declaración de intenciones para los jóvenes de esa generación, cuenta con el hándicap de la imperecedera banda sonora de The Beatles para deleite de los numerosos beatlemaníacos del mundo y tuvo una fantástica acogida, tanto de artistas e intelectuales, como del público que consideró la cinta como una reivindicación de esa generación que se manifestaba firmemente en contra de la guerra, así como insertar un nuevo concepto del cine musical.


Casi todas las canciones que aparecen en la cinta se acreditaron a John Lennon y Paul McCartney: "A Hard Day's Night" (álbum), "I Should Have Known Better", "I Wanna Be Your Man" (sample), "Don't Bother Me" (Harrison) (sample), "All My Loving" (sample), "If I Fell", "Can't Buy Me Love", "And I Love Her", "I'm Happy Just to Dance with You", "Tell Me Why" y "She Loves You".


qué-noche-la-de-aquel-día

Título original: A Hard Day's Night.

Director: Richard Lester.

Intérpretes:  John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

¡QUÉ NOCHE LA DE AQUEL DÍA! (1964). The Beatles van al cine.

qué-noche-la-de-aquel-día
La idea comenzó un año antes con la reunión de su mánager Brian Epstein con un productor americano con el objetivo de hacer una película que los consagrara definitivamente en los Estados Unidos, cosa que los cuatro de Liverpool no les hacía demasiada gracia, en principio. Con un ingenioso guión del dramaturgo de Liverpool Alun Owen y fotografía de Gilbert Taylor. Richard Lester retrata a modo de falso documental, un día en la vida de este grupo. Así, la cámara sigue y acompaña a los cuatro de Liverpool en un emocionante día. Rodada en blanco en negro y en unidad de acción, en ella serán perseguidos por bandadas de fans enfervorecidas, les vemos en escenas ociosas, contestado a los preguntas de los periodistas, así como actuando. Se les ve cómodos, no en vano Harrison afirmó una vez finalizado el rodaje: "Ninguno de nosotros es buen actor, pero estamos contentos con la película, teniendo en cuenta que es la primera. Podría haber sido mucho peor". Charlotte Rampling y Phil Collins hicieron su debut en el rodaje de la película como un bailarín y un niño en la audiencia del concierto, respectivamente.


qué-noche-la-de-aquel-día

Lennon, McCartney, Harrison y Starr se muestran adorables, algo gamberros, se burlan de todo lo establecido, hacen el tonto y resultan naturales en el medio. Así, vemos a un John que denota más inteligencia que el resto; Paul el que resulta el guapo del grupo; George el más tímido y sereno y Ringo objeto de las burlas de sus compañeros. La película cuenta con algún diálogo que otro interesante como cuando un veterano de guerra le espeta a Ringo Starr,- "Luché en la guerra por gente como ustedes", a lo que Ringo contesta:- "Apuesto a que se ha arrepentido de haber ganado". La cinta estuvo nominada a los Óscar en la categoría al mejor guión de Owen, así como a la banda sonora de George Martin.
Richard Lester fue escogido por los músicos de entre una lista de entre directores que más admiraban. En especial, Lennon que había visto su cortometraje "The running jumping and standing film". Lester de autor de obras como "Golfus de Roma (1966)" o la deliciosa "Robin and Marian (1976)" inició su carrera en la televisión en 1950 trabajando como tramoyista, jefe de planta, subdirector y posteriormente director, todo en menos de un año. En 1953, se trasladó a Londres y comenzó a trabajar como director en la televisión independiente insertando modernidad en el panorama cinematográfico inglés.


qué-noche-la-de-aquel-día

Si bien es cierto que la película supuso una beneficiosa propaganda para el grupo, así como una declaración de intenciones para los jóvenes de esa generación, cuenta con el hándicap de la imperecedera banda sonora de The Beatles para deleite de los numerosos beatlemaníacos del mundo y tuvo una fantástica acogida, tanto de artistas e intelectuales, como del público que consideró la cinta como una reivindicación de esa generación que se manifestaba firmemente en contra de la guerra, así como insertar un nuevo concepto del cine musical.


Casi todas las canciones que aparecen en la cinta se acreditaron a John Lennon y Paul McCartney: "A Hard Day's Night" (álbum), "I Should Have Known Better", "I Wanna Be Your Man" (sample), "Don't Bother Me" (Harrison) (sample), "All My Loving" (sample), "If I Fell", "Can't Buy Me Love", "And I Love Her", "I'm Happy Just to Dance with You", "Tell Me Why" y "She Loves You".


qué-noche-la-de-aquel-día

Título original: A Hard Day's Night.

Director: Richard Lester.

Intérpretes:  John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

z
La mayoría de las películas de intriga política solo dan resultado a un nivel único. O bien el elemento de intriga no es más que una excusa para el mensaje político, o bien sucede lo contrario. Z funciona a ambos niveles. El argumento se basa en un hecho real, el asesinato en Salónica, Grecia, el 22 de mayo de 1963 de Grigoris Lambrakis, un profesor y legislador activista de izquierdas que fue atropellado por un camión a la salida de un mitin pacifista, tras presidir una reunión parar denunciar la instalación de una base de misiles en tierra griega. Fue la revancha que se tomó Costa-Gavras, tras el golpe de Estado en Grecia, contra el gobierno griego por haberlo incluido en sus listas negras, aunque para nada, en ningún momento se identifica a Grecia en la película; en cambio, Z, representado por Yves Montand, es el líder, que acaba asesinado, de un partido pacifista de la oposición en un país mediterráneo al que no se nombra. Pero la película, como en la realidad, la investigación del homicidio que lleva a cabo el juez Khristos Sartzetakis, personaje políticamente imparcial que representa Jean-Louis Trintignant, pone de manifiesto la extensión de la corrupción política y las prácticas de intimidación. Las sentencias absolutorias contra con los autores del crimen, así lo atestiguan. La cinta muestra un ejemplo clásico del enfrentamiento del individuo contra el Estado, una llamada de atención sobre el compromiso de la democracia en Grecia, a la vez que un examen estremecedor del modo en que la tiranía fascista, en este caso, puede disimularse de defensa de la ley y el orden público. 

z

Como condena del "régimen de los coroneles" establecido entonces en Gracia, Z trataba un tema muy concreto; el grado de corrupción que amenazaba derribar todo el estamento militar, pero su interés por los derechos humanos individuales, tan pertinentes hoy día como entonces o en cualquier época, también le aporta intemporalidad. El estilo de la película, quizá algo estridente en algún momento, es el propio de los años sesenta, pero el mensaje político y las advertencias que nos transmite deberán ser tenidos en cuenta por todas las generaciones venideras. La intriga está bien trazada, captando nuestra atención, con una combinación de drama rápido y tenso conteniendo un mensaje político premeditado, además de contener elementos sobre la culpabilidad y el despotismo, temas fundamentales dentro de la obra de Costa Gavras, filmado con técnicas de montaje discontinua y frenética. Gavras es conocido por acercarse a los conflictos, eso sí, poniendo de manifiesto su postura política, como así lo ponen de manifiesto obras como "Sección especial (1975)" en relación al régimen de Vichy; "Desaparecido (1982)" donde denuncia abiertamente la ayuda del gobierno norteamericano o, "Hanna K (1983)" en relación al conflicto entre Israel y Palestina. La película, con guión de Jorge Semprún, basado en la novela de Vassilis Vassilikos y con música de Mikis Theodoralis ("Zorba el griego (1964)") fue ganadora del Oscar a la mejor película en lengua extranjera situándose su rodaje en Francia y Argelia, siendo prohibida, evidentemente, en Grecia y en España por la dictadura franquista, no estrenándose la misma hasta el año 1977.

z

Director: Constantin Costa-Gavras.

Intérpretes: Yves Montand, Jean-Louis Trintignant, Irene Papas, Jacques Perrin, François Périer, Pierre Dux, Charles Denner.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

Z (1969). El drama político de Constantin Costa-Gavras.

z
La mayoría de las películas de intriga política solo dan resultado a un nivel único. O bien el elemento de intriga no es más que una excusa para el mensaje político, o bien sucede lo contrario. Z funciona a ambos niveles. El argumento se basa en un hecho real, el asesinato en Salónica, Grecia, el 22 de mayo de 1963 de Grigoris Lambrakis, un profesor y legislador activista de izquierdas que fue atropellado por un camión a la salida de un mitin pacifista, tras presidir una reunión parar denunciar la instalación de una base de misiles en tierra griega. Fue la revancha que se tomó Costa-Gavras, tras el golpe de Estado en Grecia, contra el gobierno griego por haberlo incluido en sus listas negras, aunque para nada, en ningún momento se identifica a Grecia en la película; en cambio, Z, representado por Yves Montand, es el líder, que acaba asesinado, de un partido pacifista de la oposición en un país mediterráneo al que no se nombra. Pero la película, como en la realidad, la investigación del homicidio que lleva a cabo el juez Khristos Sartzetakis, personaje políticamente imparcial que representa Jean-Louis Trintignant, pone de manifiesto la extensión de la corrupción política y las prácticas de intimidación. Las sentencias absolutorias contra con los autores del crimen, así lo atestiguan. La cinta muestra un ejemplo clásico del enfrentamiento del individuo contra el Estado, una llamada de atención sobre el compromiso de la democracia en Grecia, a la vez que un examen estremecedor del modo en que la tiranía fascista, en este caso, puede disimularse de defensa de la ley y el orden público. 

z

Como condena del "régimen de los coroneles" establecido entonces en Gracia, Z trataba un tema muy concreto; el grado de corrupción que amenazaba derribar todo el estamento militar, pero su interés por los derechos humanos individuales, tan pertinentes hoy día como entonces o en cualquier época, también le aporta intemporalidad. El estilo de la película, quizá algo estridente en algún momento, es el propio de los años sesenta, pero el mensaje político y las advertencias que nos transmite deberán ser tenidos en cuenta por todas las generaciones venideras. La intriga está bien trazada, captando nuestra atención, con una combinación de drama rápido y tenso conteniendo un mensaje político premeditado, además de contener elementos sobre la culpabilidad y el despotismo, temas fundamentales dentro de la obra de Costa Gavras, filmado con técnicas de montaje discontinua y frenética. Gavras es conocido por acercarse a los conflictos, eso sí, poniendo de manifiesto su postura política, como así lo ponen de manifiesto obras como "Sección especial (1975)" en relación al régimen de Vichy; "Desaparecido (1982)" donde denuncia abiertamente la ayuda del gobierno norteamericano o, "Hanna K (1983)" en relación al conflicto entre Israel y Palestina. La película, con guión de Jorge Semprún, basado en la novela de Vassilis Vassilikos y con música de Mikis Theodoralis ("Zorba el griego (1964)") fue ganadora del Oscar a la mejor película en lengua extranjera situándose su rodaje en Francia y Argelia, siendo prohibida, evidentemente, en Grecia y en España por la dictadura franquista, no estrenándose la misma hasta el año 1977.

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Director: Constantin Costa-Gavras.

Intérpretes: Yves Montand, Jean-Louis Trintignant, Irene Papas, Jacques Perrin, François Périer, Pierre Dux, Charles Denner.

Trailer:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

el dorado
Esta película fue rodada en la década de los sesenta, cuando los Estados Unidos estaban sumidos en su máxima agitación. La guerra de Vietnam alteró las actitudes sobre los héroes y la frontera y sobre el bien y el mal. Fueron años más escépticos, de menor orgullo para su glorioso pasado y que trajeron un consecuente declive del western. Este pervivió sin embargo, con los films duros y nostálgicos de Sam Peckinpah y con el llamado spaguetti western. Posteriores películas como "Sin perdón (1992)", demostraron que el género seguía bien vivo. Hawks disfrutó tanto con "Río Bravo (1959)" contando la historia de un sheriff que debe defender la ley con la única ayuda de un alcohólico, un viejo, un jovencito inexperto y una mujer, que repitió este arquetipo con algunas ligeras variaciones dos veces más: en "El Dorado (1967)" y en "Río Lobo (1970)". El Dorado fue el penúltimo film que rodó Howard Hawks. Fue escrito por Leigt Brackett ("Río Bravo (1959)") y adapta la novela "The Stars In Their Courses (1960)", de Harry Brown. Muchos han considerado esta cinta una obra de menor importancia dentro de la magnífica y espléndida filmografía de Hawks , o como una derivación de la espléndida "Río Bravo" y, si bien es cierto que la cinta carece de la fuerza y vigor de aquella, El Dorado es un western que combina a la perfección los elementos de aventuras, drama, y en este caso, se añade otro elemento más, la comedia. 

el dorado

El Dorado nos muestra algunos de los motivos más recurrentes y característicos del género como la amistad, el cumplimiento del deber o el sentido de la justicia, pero narrado de un modo divertido, distendido y en ocasiones sarcástico e irónico. Hawks muestra a dos pesos pesado, de un lado, a un John Wayne irónico y divertido, con un gran sentido de la amistad y aún Robert Michum espléndido en su madurez en su rol de sheriff, con férreos valores morales, bastante dignidad, pero borracho. Completa la terna un James Cann que cumple muy correctamente su cometido en el papel de Mississipi, un simpático joven, hábil con el cuchillo y que recita el poema de El Dorado. De otro, Hawks, nos presenta unos personajes desencantados, de salud débil, soportando como pueden las heridas del pasado, las cuales les hace parecer decadentes física y emocionalmente, y sobre todo, inseguros y vulnerable. A diferencia de otros directores del género en el que la grandiosidad del paisaje se integra en la narración como un personaje más, los westerns de Hawks son rodados en interiores en muchas de sus escenas. A destacar, la última escena en la cual la cámara sigue a Wayne y Mitchum, cojeando y ayudándose con unas muletas, uno, envejecidos ambos, representando un valioso canto a la amistad. En definitiva, un film intenso y entretenido de Hawks y, por supuesto, recomendable a todos los amantes del género.

el dorado

Frase para recordar:

"El western no es que más que un drama. Un rifle, la muerte. Existen dos clases. Una es la historia de los orígenes, la historia de los pioneros. Luego llega la ley el orden y tienes un sheriff. A veces un mal sheriff y a veces uno bueno." (Howard Hawks)

Director: Howard Hawks.

Intérpretes: John Wayne, Robert Mitchum, James Caan, Charlene Holt, Paul Fix, Arthur Hunnicutt, Michele Carey.

Trailer:


B.S.O.:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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EL DORADO (1966). John Wayne y Robert Mitchum en el clásico de Howard Hawks.

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Esta película fue rodada en la década de los sesenta, cuando los Estados Unidos estaban sumidos en su máxima agitación. La guerra de Vietnam alteró las actitudes sobre los héroes y la frontera y sobre el bien y el mal. Fueron años más escépticos, de menor orgullo para su glorioso pasado y que trajeron un consecuente declive del western. Este pervivió sin embargo, con los films duros y nostálgicos de Sam Peckinpah y con el llamado spaguetti western. Posteriores películas como "Sin perdón (1992)", demostraron que el género seguía bien vivo. Hawks disfrutó tanto con "Río Bravo (1959)" contando la historia de un sheriff que debe defender la ley con la única ayuda de un alcohólico, un viejo, un jovencito inexperto y una mujer, que repitió este arquetipo con algunas ligeras variaciones dos veces más: en "El Dorado (1967)" y en "Río Lobo (1970)". El Dorado fue el penúltimo film que rodó Howard Hawks. Fue escrito por Leigt Brackett ("Río Bravo (1959)") y adapta la novela "The Stars In Their Courses (1960)", de Harry Brown. Muchos han considerado esta cinta una obra de menor importancia dentro de la magnífica y espléndida filmografía de Hawks , o como una derivación de la espléndida "Río Bravo" y, si bien es cierto que la cinta carece de la fuerza y vigor de aquella, El Dorado es un western que combina a la perfección los elementos de aventuras, drama, y en este caso, se añade otro elemento más, la comedia. 

el dorado

El Dorado nos muestra algunos de los motivos más recurrentes y característicos del género como la amistad, el cumplimiento del deber o el sentido de la justicia, pero narrado de un modo divertido, distendido y en ocasiones sarcástico e irónico. Hawks muestra a dos pesos pesado, de un lado, a un John Wayne irónico y divertido, con un gran sentido de la amistad y aún Robert Michum espléndido en su madurez en su rol de sheriff, con férreos valores morales, bastante dignidad, pero borracho. Completa la terna un James Cann que cumple muy correctamente su cometido en el papel de Mississipi, un simpático joven, hábil con el cuchillo y que recita el poema de El Dorado. De otro, Hawks, nos presenta unos personajes desencantados, de salud débil, soportando como pueden las heridas del pasado, las cuales les hace parecer decadentes física y emocionalmente, y sobre todo, inseguros y vulnerable. A diferencia de otros directores del género en el que la grandiosidad del paisaje se integra en la narración como un personaje más, los westerns de Hawks son rodados en interiores en muchas de sus escenas. A destacar, la última escena en la cual la cámara sigue a Wayne y Mitchum, cojeando y ayudándose con unas muletas, uno, envejecidos ambos, representando un valioso canto a la amistad. En definitiva, un film intenso y entretenido de Hawks y, por supuesto, recomendable a todos los amantes del género.

el dorado

Frase para recordar:

"El western no es que más que un drama. Un rifle, la muerte. Existen dos clases. Una es la historia de los orígenes, la historia de los pioneros. Luego llega la ley el orden y tienes un sheriff. A veces un mal sheriff y a veces uno bueno." (Howard Hawks)

Director: Howard Hawks.

Intérpretes: John Wayne, Robert Mitchum, James Caan, Charlene Holt, Paul Fix, Arthur Hunnicutt, Michele Carey.

Trailer:


B.S.O.:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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1846. Glyn Mclyntock (James Stewart) conduce una caravana de pioneros camino de Oregon. Durante el trayecto, Mclyntock salva de morir en la horca a Emerson (Arthur Kennedy), acusado de haber robado un caballo. Ambos pistoleros se reconocen entre sí, habían tenido una relación de amistad, aunque ambos están dispuestos a olvidar y dejar de lado su poco honorable pasado y, empezar una nueva vida e integrarse en la sociedad al igual que los colonos lo harán en su destino final.  Ambos unirán sus fuerzas para contrarrestar un ataque indio en la que resulta herida Linda, la hija de Jeremy Baile, el conductor del grupo de colonos. Se concierta por el comerciante local que las provisiones de los colonos para el invierno serán transportadas en barco por el río. En vista de que los alimentos no llegan, Mclyntock y Cole se desplazan hacia Portland para traer las mercancías donde encuentran que la fiebre del oro ha transformado a la ciudad y a sus gentes. Reina la especulación y los precios antes contratados han subido enormemente, a pesar de haber sido ya satisfecho el precio, el comerciante se niega a entregarlos si no abonan el nuevo establecido. Ante esta injusta actitud, Mclyntock decide cargar la mercancía en el barco siendo perseguidos por los hombres del comerciante. Cole, a cambio de dinero ofrecida por mineros, se apoderará del cargamento. Entre ambos hombres se comenzará una lucha. Al igual que en "Winchester 73 (1950)", Aaron Rosenberg fue el productor parra la Universal, con guión de Borden Chase ("Rio Rojo (1948)") y James Stewart su protagonista. 


Algunos han encontrado similitudes entre el personaje de McAdam y de Mclyntock, situando, a este último, en un tiempo después de haber cumplido su venganza, vivir al margen de la ley y por último, el deseo de redención e integración social. El film se centra en el retrato psicológico del pistolero que quiere olvidar a toda costa su pasado, pero, como el mito del eterno retorno, siempre vuelve y la ausencia de la ley la deberá utilizar para impartir justicia. Un bucle del que no se puede desprender tan fácilmente. El contrapunto es Cole, el cual no puede desprenderse de su pasado delictivo, es atractivo, produce empatía y tiene don de gentes. Aquí no solo deberá luchar contra Cole y sus hombres, sino se tratará de mantener su propia supervivencia en la naturaleza, o mejor dicho, en su contra, en un entorno hostil del paisaje con peligrosos riscos y ríos salvajes, como todos los paisajes de los westerns de Mann. El director en una entrevista concedida así se manifestaba acerca del paisaje de un western: "Nunca comprendí por qué casi todos los westerns se filman en paisajes desérticos. John Ford, por ejemplo, adora Monument Valley, pero no representa todo el Oeste. El desierto representa únicamente una parte. Yo quería mostrar las montañas, las cascadas, las zonas arboladas, las cimas nevadas…el personaje emerge totalmente a partir de estos entornos". Complementen el reparto Rock Hudson como jugador, aunque sin mayor relevancia en el transcurso de la historia y Julia Adams como la joven que despierta a la adolescencia y enamorada de Cole. Mann ofrece un panorama esperanzador para Mclyntock, un posible final, que a través de la perseverancia y el coraje, se consigue un lugar dentro de la ley y la posibilidad de establecerse dentro de la comunidad.


Frase para recordar: "Dadle una montaña, una planicie y os colocará la cámara en el mejor punto, os mostrará esa montaña, esa planicie como quizá nadie supo hacerlo antes que él."

Título original: Bend of the River.

Director: Anthony Mann.

Intérpretes: James Stewart, Arthur Kennedy, Rock Hudson, Julia Adams, Lori Nelson, Harry Morgan, Jay C. Flippen, Chubby Johnson.

Trailer:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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HORIZONTES LEJANOS (1952). James Stewart en el clásico de Anthony Mann.

1846. Glyn Mclyntock (James Stewart) conduce una caravana de pioneros camino de Oregon. Durante el trayecto, Mclyntock salva de morir en la horca a Emerson (Arthur Kennedy), acusado de haber robado un caballo. Ambos pistoleros se reconocen entre sí, habían tenido una relación de amistad, aunque ambos están dispuestos a olvidar y dejar de lado su poco honorable pasado y, empezar una nueva vida e integrarse en la sociedad al igual que los colonos lo harán en su destino final.  Ambos unirán sus fuerzas para contrarrestar un ataque indio en la que resulta herida Linda, la hija de Jeremy Baile, el conductor del grupo de colonos. Se concierta por el comerciante local que las provisiones de los colonos para el invierno serán transportadas en barco por el río. En vista de que los alimentos no llegan, Mclyntock y Cole se desplazan hacia Portland para traer las mercancías donde encuentran que la fiebre del oro ha transformado a la ciudad y a sus gentes. Reina la especulación y los precios antes contratados han subido enormemente, a pesar de haber sido ya satisfecho el precio, el comerciante se niega a entregarlos si no abonan el nuevo establecido. Ante esta injusta actitud, Mclyntock decide cargar la mercancía en el barco siendo perseguidos por los hombres del comerciante. Cole, a cambio de dinero ofrecida por mineros, se apoderará del cargamento. Entre ambos hombres se comenzará una lucha. Al igual que en "Winchester 73 (1950)", Aaron Rosenberg fue el productor parra la Universal, con guión de Borden Chase ("Rio Rojo (1948)") y James Stewart su protagonista. 


Algunos han encontrado similitudes entre el personaje de McAdam y de Mclyntock, situando, a este último, en un tiempo después de haber cumplido su venganza, vivir al margen de la ley y por último, el deseo de redención e integración social. El film se centra en el retrato psicológico del pistolero que quiere olvidar a toda costa su pasado, pero, como el mito del eterno retorno, siempre vuelve y la ausencia de la ley la deberá utilizar para impartir justicia. Un bucle del que no se puede desprender tan fácilmente. El contrapunto es Cole, el cual no puede desprenderse de su pasado delictivo, es atractivo, produce empatía y tiene don de gentes. Aquí no solo deberá luchar contra Cole y sus hombres, sino se tratará de mantener su propia supervivencia en la naturaleza, o mejor dicho, en su contra, en un entorno hostil del paisaje con peligrosos riscos y ríos salvajes, como todos los paisajes de los westerns de Mann. El director en una entrevista concedida así se manifestaba acerca del paisaje de un western: "Nunca comprendí por qué casi todos los westerns se filman en paisajes desérticos. John Ford, por ejemplo, adora Monument Valley, pero no representa todo el Oeste. El desierto representa únicamente una parte. Yo quería mostrar las montañas, las cascadas, las zonas arboladas, las cimas nevadas…el personaje emerge totalmente a partir de estos entornos". Complementen el reparto Rock Hudson como jugador, aunque sin mayor relevancia en el transcurso de la historia y Julia Adams como la joven que despierta a la adolescencia y enamorada de Cole. Mann ofrece un panorama esperanzador para Mclyntock, un posible final, que a través de la perseverancia y el coraje, se consigue un lugar dentro de la ley y la posibilidad de establecerse dentro de la comunidad.


Frase para recordar: "Dadle una montaña, una planicie y os colocará la cámara en el mejor punto, os mostrará esa montaña, esa planicie como quizá nadie supo hacerlo antes que él."

Título original: Bend of the River.

Director: Anthony Mann.

Intérpretes: James Stewart, Arthur Kennedy, Rock Hudson, Julia Adams, Lori Nelson, Harry Morgan, Jay C. Flippen, Chubby Johnson.

Trailer:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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chicago años 30
Vicky Gaye es una corista del club "Golden Rooster" que asiste a una fiesta del mafioso Rico Ángelo y propietario del local, a cambio de dinero. Allí conoce a Tommy Farell, un abogado que se encarga de los asuntos legales de Rico, aquejado aquel de una cojera en una pierna, como consecuencia de una caída desde un puente cuando niño. En la fiesta, ella será acosada por un miembro de la banda. Vicky le pide a Farell que la saque de ahí. Cuando ella regresa a su apartamento, su compañera de piso y compañera en el club, se ha suicidado. Farrell defiende a un miembro de la banda de Rico, consiguiendo que lo declaren inocente después de utilizar, una vez más, sus argucias legales y emocionales para ablandar a los jurados y manipularlos a su favor. Vicky asiste al Tribunal y le recrimina su actitud tramposa. Entre ambos surgirá una relación amorosa. El Abogado se distancia de Rico para curarse y replantearse su vida y carrera, pero pronto será reclamado por Rico para hacerse cargo de la defensa de otro gánster de la banda. Ante la negativa de Farrell a ejercer la defensa, Rico lo amenazará con desfigurar el rostro a Vicky con ácido. Rodada íntegramente en los estudios de la MGM a excepción de la única escena del puente, Chicago años 30 con guión de George Wells, fue la última película que Nicholas Ray rodó en Hollywood bajo el manto protector de un estudio. 

chicago años 30

Ray imprime una aureola de tristeza a esta cinta de cine negro y, a sus personajes, alto contenido sentimental, así como un aire de fracaso y derrota personal, aunque aquí muestra en la pareja protagonista, un tipo de personajes que se alejan, de algún modo del estereotipo de personajes característicos del cine negro, los cuales no pueden huir de su destino. Son unos personajes característicos, marca Ray, causas perdidas, seres solitarios, fuertes en apariencia, pero terriblemente débiles, vulnerables y desvalidos en su interior. Así, Farell (Robert Taylor), un abogado que trabaja con dedicación exclusiva para el mafioso Ángelo, tramposo y manipulador. Arrastra una cojera desde su niñez y que acentúa según sus necesidades para compadecer al jurado. Vicky Gaye (Cyd Charisse) una corista que trabaja en un club nocturno y asiste a fiestas como chica de compañía a cambio de dinero y, Rico Ángelo (Lee J. Coob) un jefe gángster, sin escrúpulos, pero con una característica dependencia de Farrell y dueño del club nocturno. Rodada en su mayoría en planos medios y en formato cinemascope, la cinta contiene pocas dosis de acción, salvo las escenas violentas que surgen hacia el final del metraje. 

chicago años 30

Los colores de la fotografía de Robert Bronner, acentúan el momento narrativo; así encontramos dos tipos de colores diferenciados, el rojo, color dominante en su mayoría, insertado en las escenas más dramáticas y pasionales; tonalidades verdosas, simbolizando el sentimiento de esperanza y dorados en los números musicales. Chicago años 30 no es una cinta de género negro al uso ni al estilo más puro, como tampoco lo es "Johnny guitar ( 1953)" al western, pues contiene elementos de melodrama, drama judicial y musical a cargo de Jeff Alexander y Nicholas Brodsky (contiene dos o tres números musicales a cargo de Charisse, iniciándose incluso la cinta con uno de ellos) El galán Robert Taylor ofrece una de sus mejores interpretaciones como abogado desencantado y redimido hacia la honestidad y el buen camino, a través del amor de Vicky; Charisse y sus interminables piernas realizan también un destacado trabajo; Lee J. Coob, inmenso, como siempre, da a la perfección el rol de gánster sin escrúpulos. Complementan el reparto Ken Smith, como fiscal encargado de la investigación y John Ireland, como miembro indeseable de la banda de Ángelo.

chicago años 30

Título original: Party Girl.

Director: Nicholas Ray.

Intérpretes: Robert Taylor, Cyd Charisse, Lee J. Cobb, John Ireland, Kent Smith, Claire Kelly, Corey Allen, Lewis Charles, David Opatoshu.

Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

CHICAGO AÑOS 30 (1958). Los gángsters de Nicholas Ray.

chicago años 30
Vicky Gaye es una corista del club "Golden Rooster" que asiste a una fiesta del mafioso Rico Ángelo y propietario del local, a cambio de dinero. Allí conoce a Tommy Farell, un abogado que se encarga de los asuntos legales de Rico, aquejado aquel de una cojera en una pierna, como consecuencia de una caída desde un puente cuando niño. En la fiesta, ella será acosada por un miembro de la banda. Vicky le pide a Farell que la saque de ahí. Cuando ella regresa a su apartamento, su compañera de piso y compañera en el club, se ha suicidado. Farrell defiende a un miembro de la banda de Rico, consiguiendo que lo declaren inocente después de utilizar, una vez más, sus argucias legales y emocionales para ablandar a los jurados y manipularlos a su favor. Vicky asiste al Tribunal y le recrimina su actitud tramposa. Entre ambos surgirá una relación amorosa. El Abogado se distancia de Rico para curarse y replantearse su vida y carrera, pero pronto será reclamado por Rico para hacerse cargo de la defensa de otro gánster de la banda. Ante la negativa de Farrell a ejercer la defensa, Rico lo amenazará con desfigurar el rostro a Vicky con ácido. Rodada íntegramente en los estudios de la MGM a excepción de la única escena del puente, Chicago años 30 con guión de George Wells, fue la última película que Nicholas Ray rodó en Hollywood bajo el manto protector de un estudio. 

chicago años 30

Ray imprime una aureola de tristeza a esta cinta de cine negro y, a sus personajes, alto contenido sentimental, así como un aire de fracaso y derrota personal, aunque aquí muestra en la pareja protagonista, un tipo de personajes que se alejan, de algún modo del estereotipo de personajes característicos del cine negro, los cuales no pueden huir de su destino. Son unos personajes característicos, marca Ray, causas perdidas, seres solitarios, fuertes en apariencia, pero terriblemente débiles, vulnerables y desvalidos en su interior. Así, Farell (Robert Taylor), un abogado que trabaja con dedicación exclusiva para el mafioso Ángelo, tramposo y manipulador. Arrastra una cojera desde su niñez y que acentúa según sus necesidades para compadecer al jurado. Vicky Gaye (Cyd Charisse) una corista que trabaja en un club nocturno y asiste a fiestas como chica de compañía a cambio de dinero y, Rico Ángelo (Lee J. Coob) un jefe gángster, sin escrúpulos, pero con una característica dependencia de Farrell y dueño del club nocturno. Rodada en su mayoría en planos medios y en formato cinemascope, la cinta contiene pocas dosis de acción, salvo las escenas violentas que surgen hacia el final del metraje. 

chicago años 30

Los colores de la fotografía de Robert Bronner, acentúan el momento narrativo; así encontramos dos tipos de colores diferenciados, el rojo, color dominante en su mayoría, insertado en las escenas más dramáticas y pasionales; tonalidades verdosas, simbolizando el sentimiento de esperanza y dorados en los números musicales. Chicago años 30 no es una cinta de género negro al uso ni al estilo más puro, como tampoco lo es "Johnny guitar ( 1953)" al western, pues contiene elementos de melodrama, drama judicial y musical a cargo de Jeff Alexander y Nicholas Brodsky (contiene dos o tres números musicales a cargo de Charisse, iniciándose incluso la cinta con uno de ellos) El galán Robert Taylor ofrece una de sus mejores interpretaciones como abogado desencantado y redimido hacia la honestidad y el buen camino, a través del amor de Vicky; Charisse y sus interminables piernas realizan también un destacado trabajo; Lee J. Coob, inmenso, como siempre, da a la perfección el rol de gánster sin escrúpulos. Complementan el reparto Ken Smith, como fiscal encargado de la investigación y John Ireland, como miembro indeseable de la banda de Ángelo.

chicago años 30

Título original: Party Girl.

Director: Nicholas Ray.

Intérpretes: Robert Taylor, Cyd Charisse, Lee J. Cobb, John Ireland, Kent Smith, Claire Kelly, Corey Allen, Lewis Charles, David Opatoshu.

Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

soy un fugitivo
James Allen (Paul Muni), vuelve del frente tras luchar en la Primera Guerra Mundial, no es el mismo hombre de antes, la guerra lo ha cambiado, ha estudiado ingeniería y no quiere volver a la rutina de su antiguo trabajo de oficina. Así, recorrerá el país buscando trabajo, sin demasiada suerte. Accidentalmente, se verá involucrado en un atraco en el que muere una persona. Acusado injustamente de esa muerte, y sin posibilidad alguna de demostrar su inocencia, es confinado en uno de los Centros penitenciarios más duros del país para cumplir una condena de diez años por un delito que no ha cometido. James decide evadirse, y consigue establecerse nuevamente en Chicago, donde progresivamente asciende socialmente y donde se verá obligado a contraer matrimonio por medio del chantaje de una mujer. Ante la amenaza de abandono, es denunciado por su esposa. Allen acepta entregarse voluntariamente a la justicia a cambio de un trato con la Administración en el que se le concedería el perdón definitivo. Se podría considerar a Soy un fugitivo como la madre y modelo original de dramas carcelarios, o quizá la película que más ha influido o servido de referencia en infinidad de posteriores films, como por ejemplo, en "La leyenda del indomable (1967)" de Stuart Rosenberg o "O Brother! (2000)" de los hermanos Coen. Pero no solo es eso. La cinta, aunque el drama carcelario sea el motor central del argumento y date de 1932, época anterior a la contextualización de dicho género, es una amalgama de film noir y drama. La fotografía con influencia expresionista, el personaje, su desarrollo y su fatal destino y desenlace, así lo atestiguan. 

soy un fugitivo

La película, que se basa en el relato autobiográfico de Robert E. Burns, posee un guion magníficamente escrito por Sheridan Gibney, Howard J Green y Brown Holmes y está magistralmente dirigida por Mervyn le Roy, el cual desprende una desoladora crudeza, ausente de cualquier romanticismo o idealismo añadido, y destacando especialmente detalles como las escenas de la persecución, la fotografía, claramente de influencia expresionista y característica del cine negro, de Sol Polito, o la demoledora y potente escena final, así como el uso de primeros planos sobre Paul Muni, el cual deja para el recuerdo otra soberbia interpretación, ya que ese mismo año había hecho el "Scarface (1932)", de Howard Hawks. Soy un fugitivo es una cinta en la que se pueden contener, además de un impecable drama carcelario y, a caballo entre el drama y el film noir, es una valiente y cruda denuncia sobre el sistema penitenciario estadounidense, cine de protesta social en la que la Warner Brothers tuvo una gran implicación en la década de los años treinta; sobre el sistema judicial, y sobre las instituciones que permitían el maltrato humano en las cárceles de entreguerras, las mismas instituciones que ignoraban las brutales condiciones a las que estaban sometidos los condenados a trabajos forzados, menoscabando e ignorando los derechos civiles del individuo, y negando sistemáticamente la posibilidad de poder ejercer una vida digna, por parte de un sistema que paradójicamente, se ha erigido siempre como modelo de oportunidades. La película es un buen reflejo y retrato de la época de la Depresión; recordemos que la película está rodada tres años después del Crack del 29 y que la crisis económica abocó a numerosos excombatientes de la Primera Guerra Mundial, y por supuesto a diversa población civil, al desempleo y a la indigencia, como así se nos muestra en el brutal plano final, cuando al perderse entre las sombras de la noche, James Allen proclama: –"condenado a robar para sobrevivir"...

soy un fugitivo

Frases para recordar:

"-¿De qué vives?
-De robar."

Título original: I Am a Fugitive From a Chain Gang.

Director: Mervyn LeRoy.

Intérpretes: Paul Muni, Glenda Farrell, Helen Vinson, Preston Foster, Edward Ellis, Allen Jenkins, Sally Blane.

Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

SOY UN FUGITIVO (1932). La inocencia de Paul Muni.

soy un fugitivo
James Allen (Paul Muni), vuelve del frente tras luchar en la Primera Guerra Mundial, no es el mismo hombre de antes, la guerra lo ha cambiado, ha estudiado ingeniería y no quiere volver a la rutina de su antiguo trabajo de oficina. Así, recorrerá el país buscando trabajo, sin demasiada suerte. Accidentalmente, se verá involucrado en un atraco en el que muere una persona. Acusado injustamente de esa muerte, y sin posibilidad alguna de demostrar su inocencia, es confinado en uno de los Centros penitenciarios más duros del país para cumplir una condena de diez años por un delito que no ha cometido. James decide evadirse, y consigue establecerse nuevamente en Chicago, donde progresivamente asciende socialmente y donde se verá obligado a contraer matrimonio por medio del chantaje de una mujer. Ante la amenaza de abandono, es denunciado por su esposa. Allen acepta entregarse voluntariamente a la justicia a cambio de un trato con la Administración en el que se le concedería el perdón definitivo. Se podría considerar a Soy un fugitivo como la madre y modelo original de dramas carcelarios, o quizá la película que más ha influido o servido de referencia en infinidad de posteriores films, como por ejemplo, en "La leyenda del indomable (1967)" de Stuart Rosenberg o "O Brother! (2000)" de los hermanos Coen. Pero no solo es eso. La cinta, aunque el drama carcelario sea el motor central del argumento y date de 1932, época anterior a la contextualización de dicho género, es una amalgama de film noir y drama. La fotografía con influencia expresionista, el personaje, su desarrollo y su fatal destino y desenlace, así lo atestiguan. 

soy un fugitivo

La película, que se basa en el relato autobiográfico de Robert E. Burns, posee un guion magníficamente escrito por Sheridan Gibney, Howard J Green y Brown Holmes y está magistralmente dirigida por Mervyn le Roy, el cual desprende una desoladora crudeza, ausente de cualquier romanticismo o idealismo añadido, y destacando especialmente detalles como las escenas de la persecución, la fotografía, claramente de influencia expresionista y característica del cine negro, de Sol Polito, o la demoledora y potente escena final, así como el uso de primeros planos sobre Paul Muni, el cual deja para el recuerdo otra soberbia interpretación, ya que ese mismo año había hecho el "Scarface (1932)", de Howard Hawks. Soy un fugitivo es una cinta en la que se pueden contener, además de un impecable drama carcelario y, a caballo entre el drama y el film noir, es una valiente y cruda denuncia sobre el sistema penitenciario estadounidense, cine de protesta social en la que la Warner Brothers tuvo una gran implicación en la década de los años treinta; sobre el sistema judicial, y sobre las instituciones que permitían el maltrato humano en las cárceles de entreguerras, las mismas instituciones que ignoraban las brutales condiciones a las que estaban sometidos los condenados a trabajos forzados, menoscabando e ignorando los derechos civiles del individuo, y negando sistemáticamente la posibilidad de poder ejercer una vida digna, por parte de un sistema que paradójicamente, se ha erigido siempre como modelo de oportunidades. La película es un buen reflejo y retrato de la época de la Depresión; recordemos que la película está rodada tres años después del Crack del 29 y que la crisis económica abocó a numerosos excombatientes de la Primera Guerra Mundial, y por supuesto a diversa población civil, al desempleo y a la indigencia, como así se nos muestra en el brutal plano final, cuando al perderse entre las sombras de la noche, James Allen proclama: –"condenado a robar para sobrevivir"...

soy un fugitivo

Frases para recordar:

"-¿De qué vives?
-De robar."

Título original: I Am a Fugitive From a Chain Gang.

Director: Mervyn LeRoy.

Intérpretes: Paul Muni, Glenda Farrell, Helen Vinson, Preston Foster, Edward Ellis, Allen Jenkins, Sally Blane.

Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

Heat, con guión del propio Michael Mann, autor de "El último mohicano (1992)" o "Enemigos públicos (2009)" y creador, director, productor y guionista de la mítica serie para televisión "Miami Vice", es un thriller policíaco, sí, de acuerdo, pero no es solo eso. Además de la persecución de los buenos a los malos, de policías a ladrones, Michael Mann ahonda y excava en cada uno de sus personajes, otorgándole a la cinta un tono más intimista. No hay diálogos grandilocuentes, ni rápidos, sino a menudo los personajes son sometidos a silencios de introspección en sus crisis personales. En las psiques de Mc Cauley y Hanna hay más similitudes que diferencias. Ambos están desencantados de sus vidas, ambos son excelentes profesionales en su trabajo y ambos están absorbidos por él, impidiéndoles las relaciones personales. La única diferencia es que uno es representante de la ley y, el otro, al margen de ella. Y así se verán las caras, los dos frente a frente haciéndole saber al contrario que no habrá concesiones, que solo pueda quedar uno, como lo recoge la escena del restaurante, en la que creo recordar que no comparten plano en ningún momento, sino que cuando aparece uno de ellos a medio plano, el otro, aparece de espaldas. La puesta en escena de Mann es impecable, sobria, pero, en elegantes tonos azules, como el lujoso ático desde donde se puede contemplar el mar. La escena más recordada y brillante de la película es la escena del atraco al banco y el posterior tiroteo, una escena de más de seis minutos de duración de trepidante tiroteo y tensión narrativa en medio de la Ciudad de Los Ángeles excelentemente filmadas. Además de la brillante pareja protagonista, un contenido Robert De Niro y Al Pacino, los cuales no habían vuelto a trabajar juntos desde "El Padrino II (1974)", sin haber coincidido en ninguna escena juntos, por eso, y Val Kilmer, Heat está respaldada por un puñado de buenos secundarios, tales como William Fichtner, Wes Studi, Hank Azaria, Kevin Gage, Tom Sizemore, Natalie Portman y Joh Voight. También destacable la BSO, donde suenan temas de Michael Brook, Brian Eno, Eric Clapton, con Elliot Godenthal, Lisa Gerrard como compositores. Quizá lo más reprochable sería su largo metraje de casi tres horas.


Frases para recordar:

Vincent- "Si yo hago lo que tengo que hacer y ahora que hemos estado cara a cara. Si estoy allí y tengo que matarte no me gustará. Pero te aviso, si entre tú y algún pobre desgraciado cuya mujer vas a convertir en viuda; hermano, vas a palmarla".

Neil- "Hay otra cara de esa moneda, qué pasa si me tienes atrapado y soy yo el que te liquida. Porque pase lo que pase no vas a entrometerte en mi camino. Hemos estado cara a cara, sí. Pero no dudaré ni un segundo".

Director: Michael Mann.


Intérpretes: Robert De Niro, Al Pacino, Val Kilmer, Jon Voight, Tom Sizemore, Ashley Judd, Diane Venora, Amy Brenneman, Natalie Portman, 

Trailer:


Escena:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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HEAT (1995). Al Pacino y Robert De Niro cara a cara.

Heat, con guión del propio Michael Mann, autor de "El último mohicano (1992)" o "Enemigos públicos (2009)" y creador, director, productor y guionista de la mítica serie para televisión "Miami Vice", es un thriller policíaco, sí, de acuerdo, pero no es solo eso. Además de la persecución de los buenos a los malos, de policías a ladrones, Michael Mann ahonda y excava en cada uno de sus personajes, otorgándole a la cinta un tono más intimista. No hay diálogos grandilocuentes, ni rápidos, sino a menudo los personajes son sometidos a silencios de introspección en sus crisis personales. En las psiques de Mc Cauley y Hanna hay más similitudes que diferencias. Ambos están desencantados de sus vidas, ambos son excelentes profesionales en su trabajo y ambos están absorbidos por él, impidiéndoles las relaciones personales. La única diferencia es que uno es representante de la ley y, el otro, al margen de ella. Y así se verán las caras, los dos frente a frente haciéndole saber al contrario que no habrá concesiones, que solo pueda quedar uno, como lo recoge la escena del restaurante, en la que creo recordar que no comparten plano en ningún momento, sino que cuando aparece uno de ellos a medio plano, el otro, aparece de espaldas. La puesta en escena de Mann es impecable, sobria, pero, en elegantes tonos azules, como el lujoso ático desde donde se puede contemplar el mar. La escena más recordada y brillante de la película es la escena del atraco al banco y el posterior tiroteo, una escena de más de seis minutos de duración de trepidante tiroteo y tensión narrativa en medio de la Ciudad de Los Ángeles excelentemente filmadas. Además de la brillante pareja protagonista, un contenido Robert De Niro y Al Pacino, los cuales no habían vuelto a trabajar juntos desde "El Padrino II (1974)", sin haber coincidido en ninguna escena juntos, por eso, y Val Kilmer, Heat está respaldada por un puñado de buenos secundarios, tales como William Fichtner, Wes Studi, Hank Azaria, Kevin Gage, Tom Sizemore, Natalie Portman y Joh Voight. También destacable la BSO, donde suenan temas de Michael Brook, Brian Eno, Eric Clapton, con Elliot Godenthal, Lisa Gerrard como compositores. Quizá lo más reprochable sería su largo metraje de casi tres horas.


Frases para recordar:

Vincent- "Si yo hago lo que tengo que hacer y ahora que hemos estado cara a cara. Si estoy allí y tengo que matarte no me gustará. Pero te aviso, si entre tú y algún pobre desgraciado cuya mujer vas a convertir en viuda; hermano, vas a palmarla".

Neil- "Hay otra cara de esa moneda, qué pasa si me tienes atrapado y soy yo el que te liquida. Porque pase lo que pase no vas a entrometerte en mi camino. Hemos estado cara a cara, sí. Pero no dudaré ni un segundo".

Director: Michael Mann.


Intérpretes: Robert De Niro, Al Pacino, Val Kilmer, Jon Voight, Tom Sizemore, Ashley Judd, Diane Venora, Amy Brenneman, Natalie Portman, 

Trailer:


Escena:


B.S.O.:



Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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tener y no tener
Si tenemos en cuenta que Tener y no tener está basada en la peor novela de Ernest Hemingway, según afirmaba el propio Hemingway , con guión del Premio Nobel William Faulkner, la fotografía en blanco y negro de ''Sid Hickox" creando una atmósfera de unos bellos claroscuros, dirigida por Hawks, interpretada por Humphrey Bogart, Lauren Bacall y Walter Brennan, solo podría dar como resultado esta maravillosa cinta que es Tener y no tener, la cual, ironías de la vida, se realizó como resultado de una apuesta entre Hawks y Hemingway. Dos años después del estreno de "Casablanca (1942)" Bogart interpreta a Harry Morgan, un tipo americano que reside en la colonia francesa de Martinica sometida al régimen de Vichy y con absoluto desinterés por la política. Se gana la vida alquilando el barco que posee, transportando mercancías, ayudado por su amigo borrachín, Eddie que va preguntando a todo el mundo si alguna vez les ha picado una abeja muerta. El negocio no va muy bien, como consecuencia de la guerra. Harry se verá obligado a comprometerse y a utilizar su barco como transporte para facilitar la huida a través del mar a un matrimonio que colabora para la causa aliada. Harry tiene bastantes similitudes con el Rick de Casablanca, ambos están solos, poseen una moral dudosa, ambos residen en un país extranjero con el transcurso de la guerra como telón de fondo. Pero Tener y no tener tiene un desenlace más optimista, más romántico, si cabe. 

tener y no tener

Los protagonistas de ambas, aunque son igualmente dos almas solitarias, tipos duros con almas sensibles pero que, irremediablemente necesitan de la salvación ajena, aquí, no deberán renunciar a su amor en post de la causa, sino que disfrutarán de un final feliz. Y lo hace por Slim, una intrépida mujer, independiente, osada, comprometida, directa y nada sutil. Tener y no tener fue su primera película juntos. Hawks había descubierto a una joven Bacall de diecinueve años a través de una portada de una revista de moda. La flaca enamoró a Harry en la ficción y en la vida real hasta la muerte de Bogart. Quizá el mayor logro de la cinta, además de la excelente adaptación del guión por parte de Faulkner y la magistral dirección de actores por parte de Hawks, al convertir Tener y no tener en una rara mezcla de cine romántico, negro, bélico o de aventuras, es la potente química que desprendía la pareja formada por Bogart y Bacall. Sus brillantes y rápidos diálogos, sus miradas llenas de intención y envueltos en una pausada tensión sexual y descarada sensualidad por parte de ambos, serían una constante en la pareja para nuestro deleite. Todos tenemos en la memoria la escena en la que una insinuante Slim con la voz ronca característica de la Bacall le dice a Harry: "Si me necesitas, solo tienes que silbar. ¿Sabes silbar no, Steve?, ya sabes…juntas los labios y soplas.".

tener y no tener

Título original: To Have and Have Not.

Director: Howard Hawks.

Intérpretes: Humphrey Bogart, Walter Brennan, Lauren Bacall, Dolores Moran, Hoagy Carmichael, Sheldon Leonard.

Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez

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tener y no tener

Los protagonistas de ambas, aunque son igualmente dos almas solitarias, tipos duros con almas sensibles pero que, irremediablemente necesitan de la salvación ajena, aquí, no deberán renunciar a su amor en post de la causa, sino que disfrutarán de un final feliz. Y lo hace por Slim, una intrépida mujer, independiente, osada, comprometida, directa y nada sutil. Tener y no tener fue su primera película juntos. Hawks había descubierto a una joven Bacall de diecinueve años a través de una portada de una revista de moda. La flaca enamoró a Harry en la ficción y en la vida real hasta la muerte de Bogart. Quizá el mayor logro de la cinta, además de la excelente adaptación del guión por parte de Faulkner y la magistral dirección de actores por parte de Hawks, al convertir Tener y no tener en una rara mezcla de cine romántico, negro, bélico o de aventuras, es la potente química que desprendía la pareja formada por Bogart y Bacall. Sus brillantes y rápidos diálogos, sus miradas llenas de intención y envueltos en una pausada tensión sexual y descarada sensualidad por parte de ambos, serían una constante en la pareja para nuestro deleite. Todos tenemos en la memoria la escena en la que una insinuante Slim con la voz ronca característica de la Bacall le dice a Harry: "Si me necesitas, solo tienes que silbar. ¿Sabes silbar no, Steve?, ya sabes…juntas los labios y soplas.".

tener y no tener

Título original: To Have and Have Not.

Director: Howard Hawks.

Intérpretes: Humphrey Bogart, Walter Brennan, Lauren Bacall, Dolores Moran, Hoagy Carmichael, Sheldon Leonard.

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Escena:


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