Esta película fue rodada en la
década de los sesenta, cuando los Estados Unidos estaban sumidos en su máxima
agitación. La guerra de Vietnam alteró las actitudes sobre los héroes y la
frontera y sobre el bien y el mal. Fueron años más escépticos, de menor orgullo
para su glorioso pasado y que trajeron un consecuente declive del western. Este
pervivió sin embargo, con los films duros y nostálgicos de Sam Peckinpah y con
el llamado spaguetti western. Posteriores películas como "Sin perdón (1992)",
demostraron que el género seguía bien vivo. Hawks disfrutó tanto con "Río Bravo (1959)" contando la historia de un sheriff que debe defender la ley con la
única ayuda de un alcohólico, un viejo, un jovencito inexperto y una mujer, que
repitió este arquetipo con algunas ligeras variaciones dos veces más: en "El
Dorado (1967)" y en "Río Lobo (1970)". El Dorado fue el penúltimo film que rodó
Howard Hawks. Fue escrito por Leigt Brackett ("Río Bravo (1959)") y adapta la novela "The Stars In Their Courses (1960)", de Harry Brown. Muchos han considerado esta cinta
una obra de menor importancia dentro de la magnífica y espléndida filmografía
de Hawks , o como una derivación de la espléndida "Río Bravo" y, si bien es
cierto que la cinta carece de la fuerza y vigor de aquella, El Dorado es un
western que combina a la perfección los elementos de aventuras, drama, y en
este caso, se añade otro elemento más, la comedia.
El Dorado nos muestra
algunos de los motivos más recurrentes y característicos del género como la
amistad, el cumplimiento del deber o el sentido de la justicia, pero narrado de
un modo divertido, distendido y en ocasiones sarcástico e irónico. Hawks
muestra a dos pesos pesado, de un lado, a un John Wayne irónico y divertido,
con un gran sentido de la amistad y aún Robert Michum espléndido en su madurez
en su rol de sheriff, con férreos valores morales, bastante dignidad, pero
borracho. Completa la terna un James Cann que cumple muy correctamente su
cometido en el papel de Mississipi, un simpático joven, hábil con el cuchillo y
que recita el poema de El Dorado. De otro, Hawks, nos presenta unos personajes
desencantados, de salud débil, soportando como pueden las heridas del pasado,
las cuales les hace parecer decadentes física y emocionalmente, y sobre todo,
inseguros y vulnerable. A diferencia de otros directores del género en el que
la grandiosidad del paisaje se integra en la narración como un personaje más,
los westerns de Hawks son rodados en interiores en muchas de sus escenas. A destacar, la última escena en
la cual la cámara sigue a Wayne y Mitchum, cojeando y ayudándose con unas
muletas, uno, envejecidos ambos, representando un valioso canto a la amistad. En
definitiva, un film intenso y entretenido de Hawks y, por supuesto,
recomendable a todos los amantes del género.
Frase para recordar:
"El western no es que más que un
drama. Un rifle, la muerte. Existen dos clases. Una es la historia de los
orígenes, la historia de los pioneros. Luego llega la ley el orden y tienes un
sheriff. A veces un mal sheriff y a veces uno bueno." (Howard Hawks)
Director: Howard Hawks.
Intérpretes: John Wayne, Robert Mitchum, James
Caan, Charlene Holt, Paul Fix, Arthur Hunnicutt, Michele
Carey.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Marilyn Rodríguez
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