El gran momento profesional de Roberto Benigni (famoso monologuista en su país natal (Italia) y autor de interesantes comedias italianas como "Johnny Palillo (1991)" y "El monstruo (1994)") llegaría cuando éste decidió llevar a cabo la adaptación cinematográfica del relato de Rubino Romeo Salmoni ("Al final derroté a Hitler"). La historia ambientada en la época del holocausto nazi de La Segunda Guerra Mundial estaría dividida en dos partes; la primera narraría como un joven judío (Guido) consigue enamorar y formar una familia con la ex-pareja de un oficial fascista (Dora) y la segunda (la más lograda del film) se centraría en la deportación del mencionado Guido junto a su pequeño hijo (Josué) a los campos de exterminio nazi. La obra una perfecta combinación de comedia y drama estaría basada en el sacrificio de un padre por defender a su hijo de los peligros de la guerra, donde el protagonista haciendo uso de todo su ingenio e imaginación haría que la cruel situación sea vista a los ojos del pequeño como un inocente juego para niños. Como es habitual en la filmografía del realizador, él se encargaría de ponerse en la piel del personaje principal, hecho que le permitiría obtener el oscar de mejor actor en los premios de aquel año y de paso entrar en la historia del séptimo arte como el primer interprete italiano masculino en ganar la estatuilla dorada (en la categoría femenina tuvieron el privilegio de dicho galardón las voluptuosas Anna Magnani por "La rosa tatuada (1955)" y Sophia Loren por "Dos mujeres (1961)"). Para completar el reparto principal, Roberto Benigni se decantaría por la elección de la actriz Nicoletta Braschi (su pareja sentimental en la vida real) para representar a Dora y en el precoz Giorgio Cantarini (también visto junto a Russell Crowe en la épica "Gladiator (2000)") como Josué. Entre sus escenas cabría destacar la secuencia de Guido traduciendo las normas de un general alemán frente la atenta mirada de su ingenuo hijo o el emotivo (y lacrimógeno) encuentro de Josué con su madre al termino de la guerra. Sin lugar a dudas, uno de los elementos clave del éxito de la obra recaería en la composición musical de Nicola Piovani realizando una de las bandas sonoras más hermosas que podemos escuchar en la década de los noventa. Como curiosidad del film, el papa Juan Pablo II pidió antes de su estreno un pase privado para la visualización de la mencionada obra.
Director: Roberto Benigni.
Intérpretes: Roberto Benigni, Giorgio Canttarini, Nicoletta Braschi.
Trailer:
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